Un detenido por atrincherarse armado en su bar de la Ca?ada Real para evitar el desalojo
El hombre, que ten¨ªa 31 antecedentes, se entreg¨® a las autoridades despu¨¦s de resistirse durante cuatro horas y amenazar con hacer da?o a dos menores que dijo que ten¨ªa de rehenes aunque no era cierto
La resistencia de Juanjo Escribano, de 59 a?os, dur¨® apenas cuatro horas. El hombre se hab¨ªa atrincherado este mi¨¦rcoles en su bar en el distrito seis de la Ca?ada Real para evitar el desalojo. Iba armado con un rifle y amenazaba con hacer da?o a dos rehenes menores de edad que dec¨ªa tener consigo en el establecimiento. Despu¨¦s de cuatro largas horas de negociaci¨®n con el equipo de especialistas de la Polic¨ªa, Escribano decidi¨® finalmente entregarse de forma voluntaria. Cuando los agentes entraron en el bar, pudieron comprobar que no hab¨ªa rehenes, seg¨²n confirman fuentes policiales, y lo detuvieron. El hombre ten¨ªa 31 antecedentes, por resistencia y desobediencia a la autoridad, contra la seguridad vial y la salud p¨²blica.
La Polic¨ªa Municipal de Madrid lleg¨® a la zona sobre las diez de la ma?ana para notificarle que deb¨ªa abandonar el bar que regenta y su domicilio. Llevaban consigo una orden judicial que autorizaba el desalojo y el derribo de la vivienda, como estaba previsto desde hace tiempo.
La operaci¨®n transcurr¨ªa sin problemas, cuando irrumpieron las excavadoras del Ayuntamiento de Madrid. Entonces, Escribano empez¨® a disparar. Lanz¨® cuatro tiros al aire, que se escucharon en todo el barrio, seg¨²n diferentes testigos. Eran las dos y media de la tarde. Enseguida, el hombre se atrincher¨® en el bar y exigi¨® hablar con un juez para que le notificase en persona que deb¨ªa abandonar su vivienda.
Decenas de agentes de la Uni¨®n de Prevenci¨®n y Reacci¨®n y de la Polic¨ªa Municipal de Madrid bloquearon el acceso al sector seis de la Ca?ada Real durante toda la tarde, mientras las Guardia Civil cortaba la entrada de la autov¨ªa A-3. Esto no impidi¨® que muchos vecinos acudieran al lugar de los hechos para acompa?ar en su resistencia a Escribano, uno de los hombres m¨¢s conocidos en el barrio. ¡°Es una persona que siempre defiende a todos¡±, aseguraban algunos de los clientes del bar que regentaba en la Ca?ada desde hac¨ªa seis a?os.
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