La ¨²ltima tarde con Almudena Grandes en el Teatro Espa?ol: ¡°Su ciudad fue Madrid. Cada una de sus historias fue Madrid¡±
La escritora recibe a t¨ªtulo p¨®stumo la medalla de Hija Predilecta de la ciudad de Madrid en un acto con amigos como Joaqu¨ªn Sabina, Marta Sanz y Miguel R¨ªos, pero con la ausencia del alcalde Almeida y la vicealcaldesa Villac¨ªs
Hace unos d¨ªas, Luis Garc¨ªa Montero acudi¨® al Teatro Espa?ol a ver un espect¨¢culo sobre poes¨ªa del director Mario Gas. El escritor y viudo de Almudena Grandes hizo cola en las taquillas. Aguard¨® su turno a media tarde, como un espectador m¨¢s para sacar su entrada. La taquillera Orestia, sorprendida al verlo, se puso a llorar sin mediar palabra al otro lado del cristal, unos minutos. Garc¨ªa Montero ha recordado esta escena el d¨ªa en que su mujer, fallecida el pasado 27 noviembre a los 61 a?os por un c¨¢ncer de colon, ha recibido la medalla de Honor de Hija Predilecta de la ciudad que la vio nacer en el mismo teatro:
¨DNo. Ning¨²n reconocimiento le hubiese hecho m¨¢s ilusi¨®n.
¡°Su ciudad fue Madrid¡±, continu¨® sobre el escenario. ¡°La ciudad de su literatura fue Madrid. Cada una de sus historias fue Madrid. Gracias, en nombre de toda la familia¡±. El Teatro Espa?ol, un lugar donde Grandes acud¨ªa cada dos por tres y conoc¨ªa al dedillo a todos los trabajadores por su nombre, ha aguardado tambi¨¦n la cola de casi 200 lectores bajo un sol de 38 grados a las seis y veinte de la tarde. Cuarenta minutos antes del inicio del acto. Algunos, incluso, con algunos de sus libros bajo el brazo.
La medalla de Madrid fue entregada por el presidente del pleno del Ayuntamiento y edil del PP, Borja Fanjul. Durante casi tres minutos, el p¨²blico se ha puesto en pie, ante la emoci¨®n de los tres hijos de la escritora y de su marido, Garc¨ªa Montero. Los ¨²nicos que no se levantaron de las butacas fueron el portavoz de Cultura de Ciudadanos, Mart¨ªn Casariego, y el presidente del distrito Centro, Jos¨¦ Fern¨¢ndez, del PP.
Emotivo, el acto no ha contado con la presencia de ning¨²n representante de la Comunidad de Madrid. Tampoco del alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, ni de la vicealcaldesa, Bego?a Villac¨ªs. Los dos han alegado motivos de agenda. ¡°Hab¨ªa un acto en la Puerta del Sol que no estaba programado con su Majestad el Rey¡±, dijo el regidor por la ma?ana en una comparecencia con preguntas. ¡°Creo que, en todo caso, es un d¨ªa para que Luis Garc¨ªa Montero y los seres queridos de Almudena Grandes disfruten. No merecen la pena las pol¨¦micas¡±, zanj¨®. El acto en la Puerta del Sol, a siete minutos a pie desde el Teatro Espa?ol, era a las nueve de la noche. La vicealcaldesa Villac¨ªs ha alegado un coloquio organizado por el Club de Debate del Club Siglo XXI a las siete y media de la tarde. S¨ª han acudido numerosos concejales de la oposici¨®n y cuatro del equipo de Gobierno. Ninguno de Vox, cuyos concejales votaron en contra de su nombramiento.
En las primeras filas se colocaron algunos de los grandes amigos de Grandes, como el escritor nicarag¨¹ense y Premio Cervantes de 2021, Sergio Ram¨ªrez, el cantante Miguel R¨ªos, el exjuez Baltasar Garz¨®n, el exfutbolista del Atleti Pet¨®n. La voz de Grandes ha sonado varias veces por los rincones del teatro durante la hora que durado el acto. ¡°Estamos quit¨¢ndole volumen y espacio a las palabras¡±, dec¨ªa Grandes. ¡°No podemos perdernos el lujo de perder palabras [..] Yo soy del Atleti, nunca dejo de creer¡±.
De pronto, un delgad¨ªsimo Joaqu¨ªn Sabina apareci¨® ataviado con unos vaqueros y un sombrero entre los telones rojos del escenario. ¡°Era una voz tan viva, que por un momento pens¨¦ que, aun sabiendo que no, ella estaba aqu¨ª¡±, dijo. ¡°Almu ocupaba un espacio tan grande y tan amplio, que es absolutamente insustituible¡±. Al terminar, ha explicado el motivo por el que nunca se ha quitado su cl¨¢sico bomb¨ªn negro en un escenario: ¡°Yo voy siempre con sombrero, porque estaba esperando un momento para quit¨¢rmelo en honor a Almudena Grandes¡±. Y, como un brindis a su familia, se lo quit¨®.
La directora art¨ªstica del teatro, Natalia Men¨¦ndez, explic¨® que a Grandes le gustaba acudir al Espa?ol un par de d¨ªas antes del inicio de la funci¨®n. ¡°Ven¨ªa a tomarse un vinito con tortillas¡±, explic¨®. Que le compraban un d¨¦cimo de loter¨ªa de Navidad solo para ella. Que la noche de la funci¨®n preguntaba por la asistencia de j¨®venes y mayores. Que los t¨¦cnicos le ped¨ªan recomendaciones de libros. ¡°Ella siempre aportaba referencias de todo tipo¡±. M¨¢s tarde, la actriz Blanca Portillo tom¨® el micr¨®fono:
¨DYo no tengo m¨¢s palabras que sus palabras.
Y ley¨® un texto de Grandes sobre el inicio de su escritura. La escritora Marta Sanz destac¨® despu¨¦s la importancia de Madrid en su literatura. ¡°La vida de la gente es lo que m¨¢s le importaba a Almudena¡±, observ¨®. Las ¨²ltimas palabras fueron de Garc¨ªa Montero, que logr¨® sacar alguna carcajada de los presentes explicando que Grandes no sab¨ªa cantar muy bien y que, una vez, una de sus hijas se present¨® en casa con un gato abandonado. ¡°?Almudena puso el grito en el cielo!¡±, cont¨®. ¡°Nosotros no estamos en condiciones de tener un gato, tenemos poco orden. No vamos a tener animales¡±, dijo. Sus hijos, Elisa, Mauro e Irene, decidieron a espaldas de su madre bautizar al gato. ¡°?Y qu¨¦ nombre?¡±, pregunt¨® entonces Grandes.
¨DCon Negr¨ªn. [Como Juan Negr¨ªn, el expresidente de Gobierno de la Segunda Rep¨²blica].
Y ya no hubo quien echara al gato de casa.
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