?Reparaci¨®n o derribo? El dilema de los propietarios de un edificio en la milla de oro de Madrid tras la explosi¨®n
El Ayuntamiento entrega las llaves a los vecinos de un edificio inhabitable, en General Pardi?as, en el distrito de Salamanca, declarado en ruina parcial, tres meses despu¨¦s del estallido
¡°Estoy en General Pardi?as, donde la explosi¨®n. Me van a a dar las llaves. Pero a ver qu¨¦ pasa¡±, responde, confundido, por tel¨¦fono Edmundo Hernando (68 a?os, Madrid), propietario de uno de los locales a pie de calle del n¨²mero 35. Despu¨¦s de tres meses de la explosi¨®n producida por un escape de gas ¡ªque provoc¨® en mayo la muerte de dos obreros y casi una veintena de heridos¡ª los 16 propietarios de las viviendas han recuperado este jueves las llaves del bloque, ahora inhabitable, situado en el distrito madrile?o de Salamanca. Las chapas onduladas de acero cubren por fuera las ventanas. Y la fachada conserva una grieta que recorre de arriba abajo el torre¨®n del edificio. En su interior, puntales por doquier afianzan la estructura, despojada de puertas, escalera y ascensor. Tras las labores de apuntalamiento para evitar el riesgo de derrumbe por parte de los t¨¦cnicos del Ayuntamiento de Madrid, el siguiente paso queda en manos de los propietarios, que esperan el informe del Consistorio sobre los defectos del inmueble. Ser¨¢n ellos los que decidan si reparar el edificio para recuperar sus viviendas o derribarlo para construir uno nuevo, despu¨¦s de encargar un estudio t¨¦cnico a un arquitecto particular.
Los propietarios llegaban a cuentagotas. Muchos desconoc¨ªan la hora exacta de la cita. Entre el alboroto por entrar al edificio, algunos aparec¨ªan indignados: ¡°?C¨®mo lo iba a saber!¡±. M¨¢s dudas: ¡°?La responsabilidad ya es nuestra, no?¡±. Tras la visita al interior, los propietarios se reun¨ªan en corrillo en la entrada, mientras uno de los t¨¦cnicos les entregaba, de manera simb¨®lica, el edificio: una llave f¨ªsica para todos los vecinos y cuatro para los propietarios de los locales. ¡°A ver si reformamos todo esto. Es una putada...¡±, rumoreaban irritados.
Hernando es partidario de la segunda opci¨®n, aunque reconoce que ponerse de acuerdo entre todos va a ser complicado. El propietario compr¨® hace dos d¨¦cadas el establecimiento a unos gallegos que ten¨ªan una tienda de ultramarinos. Antes de la explosi¨®n era una tienda de colchones. Tuvo que rescindir el contrato a los inquilinos y devolverles la fianza. El madrile?o, arquitecto desde hace 40 a?os, explica que la rehabilitaci¨®n costar¨ªa ¡°m¨¢s de 300.000 euros¡±. Posiblemente, las obras de una nueva construcci¨®n ser¨ªan m¨¢s caras. Pero, prefiere derribarlo y construir uno nuevo en una zona en la que el precio del metro cuadrado de la vivienda est¨¢ a 6.658 €, casi la mitad que la media en la capital, seg¨²n Idealista. ¡°El Ayuntamiento nos podr¨ªa haber ayudado declarando la ruina total¡±, opina.
El edificio se declar¨® en ruina parcial para iniciar las actuaciones de emergencia. ¡°Como siempre se hace en estos casos, el Ayuntamiento entregar¨¢ un informe en el que se recoge el detalle de las acciones llevadas a cabo de los defectos del edificio¡±, explica una portavoz del ?rea de Vivienda.
Una vez con el informe del Consistorio, los propietarios encargar¨¢n un estudio t¨¦cnico que determine si el edificio, de 1940, resistir¨ªa al derribo. En cualquier caso, la fachada se debe conservar, seg¨²n explica Guillermo Bekes (Argentina, 60 a?os), portavoz de los afectados: ¡°Hay que mantenerla porque es patrimonio arquitect¨®nico del barrio, pero se puede vaciar por dentro y hacer un edificio nuevo. Pero, todo eso tiene unos costes muy grandes para nosotros¡±. Seg¨²n cuenta Bekes, ¡°se buscar¨¢ hacer la obra que se pueda financiar de manera m¨¢s r¨¢pida para poder recuperar las viviendas lo antes posible¡±.
¡°?Qu¨¦ remedio!¡±, apunta Gloria Mateos, que creci¨® en el piso que hered¨® de sus padres y en el que hasta el d¨ªa de la explosi¨®n resid¨ªa su hermano Alberto, de 70 a?os, que ahora vive con ella. Mateos, que intenta contener las l¨¢grimas bajo unas gafas de sol, no se atreve ni a entrar: ¡°Es muy duro. No quiero ni verlo¡±. Entre los pocos bienes que pudieron recuperar estaba la escritura de la casa: ¡°Los muebles quedaron destrozados. Te iban sacando cosas y t¨² ibas eligiendo¡±. Su hermano, que estaba dentro cuando ¡°todas las ventanas reventaron¡± explica, nervioso, que a¨²n les queda un largo proceso para tomar una decisi¨®n: ¡°Somos muchos vecinos. Ponerse de acuerdo es muy complejo¡±. Cualquier coste correr¨¢ a cargo de los propietarios, que deber¨¢n consultar con su seguro qu¨¦ actuaciones cubre. Sea cual sea la decisi¨®n, tardar¨¢n un par de a?os en recuperar su vida normal.
Como Antonio Navarro (60 a?os, Ciudad Real), que es propietario del cuarto piso del n¨²mero 33 de la calle de General Pardi?as. Uno de los edificios aleda?os, tambi¨¦n afectado por la explosi¨®n. Navarro se queja de la actuaci¨®n del Consistorio: ¡°Han apuntalado y han dicho: ¡®Ah¨ª os qued¨¢is¡¯¡±. Los 16 vecinos de este bloque volvieron en julio a sus casas, aunque les queda mucho trabajo por hacer. Los desalojados del otro edificio colindante, el de la calle de Ayala, lo hicieron el pasado 3 de agosto. ¡°Podemos entrar, pero hay que cambiar las ventanas, el parqu¨¦ y reconstruir el comedor y los ba?os¡±, explica.
Los residentes se han mudado a casas de familiares o a segundas residencias. ¡°Cada uno est¨¢ viviendo como puede¡±, apunta Bekes. Y reclama el esclarecimiento del caso para que se determinen responsabilidades: ¡°Y el que tenga que pagar, pague. El gas no puede ser una amenaza. Es un servicio para hacer nuestra vida m¨¢s f¨¢cil. No puede convertirse en una bomba y hay sistemas para que eso no ocurra¡±.
El Consistorio ha actuado ante la emergencia, pero ahora la pelota est¨¢ en manos de los propietarios. ¡°El Ayuntamiento hace obras de afianzamiento, es decir, hace las obras para que t¨² puedas volver. Pero luego, t¨², de acuerdo con tu seguro, tienes que realizar todas las obras que correspondan. El Ayuntamiento llega hasta d¨®nde llega en el marco de sus competencias¡±, explicaba este mi¨¦rcoles Jos¨¦ Fern¨¢ndez, concejal de Salamanca y Centro, durante su visita a la zona. Este jueves el barrio volv¨ªa a la normalidad. Las balizas que precintaban la zona se retiraron el d¨ªa anterior y los viandantes ya pod¨ªan transitar por las calles que han estado cerradas durante tres meses. Pero el futuro del edificio sigue en el aire, a la espera de un estudio t¨¦cnico y la decisi¨®n de la comunidad de vecinos. ¡°Nuestras vidas quedan destrozadas. Recuperar lo que ten¨ªamos va a llevar mucho tiempo¡±, concluye Guillermo Bekes.
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