Almeida apunta a una pr¨®rroga de los presupuestos de Madrid ante el a?o electoral: ¡°Si Vox pone l¨ªneas rojas, es porque no quiere negociar¡±
El alcalde solo ve viable aprobar las cuentas de 2023 con la extrema derecha, que pone como condici¨®n que puedan entrar coches sin etiqueta medioambiental por la zona centro, la principal restricci¨®n de Madrid 360
Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano sonr¨ªe. Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida camina junto a ¨¦l a paso lento por el patio de cristales del palacio de Cibeles. El primero fue alcalde de Madrid durante 12 a?os (1991-2003), el segundo busca en mayo de 2023 revalidar por segunda vez el bast¨®n de mando. Los dos han entrado juntos en el primer pleno del Ayuntamiento tras la vuelta del verano, que se ha caracterizado por un nuevo distanciamiento entre PP y Vox. Todo apunta a una pr¨®rroga de los presupuestos para 2023. La extrema derecha ha sido tajante: habr¨¢ pacto si los coches m¨¢s antiguos ¨Dconocidos como veh¨ªculos A y que no requieren de una etiqueta medioambiental¨D vuelven a circular por el centro de Madrid, como ocurr¨ªa antes de Madrid Central y que Madrid 360 contin¨²a prohibiendo. La respuesta de Almeida ha tardado dos minutos:
¨DEso no es posible. No quieren negociar¨D.
Al paseo de los alcaldes por la entrada del Ayuntamiento, se ha sumado tambi¨¦n Borja Carabante, el edil de Movilidad, hombre fuerte de Almeida en Cibeles ¡ªcon quien corre por el Retiro entre semana¨D y tambi¨¦n yerno de ?lvarez del Manzano. Almeida, consciente de los cuchicheos que se estaban formando en el patio al ver a la familia popular tan unida, sali¨® al paso de inmediato:
¨DEl suegro ha venido para asegurar a su yerno en la lista electoral, eh¨D.
Quienes trabajan a diario con Almeida, se?alan que el actual alcalde de Madrid ve en Manzano el espejo en el que fijarse. Un hombre querido y simp¨¢tico entre los madrile?os, pero sin nada rese?able en cuanto a la gesti¨®n y, sobre todo, carente de un legado visible y palpable para la ciudadan¨ªa. Si Alberto Ruiz Gallard¨®n dise?¨® el parque de Madrid R¨ªo con una deuda millonaria, Ana Botella impuls¨® la instalaci¨®n de bicicletas el¨¦ctricas por las calles y Manuela Carmena reform¨® la Gran V¨ªa y la calle de Atocha, Almeida cree que con la simpat¨ªa y con los selfis que le piden los madrile?os le alcanza para revalidar un nuevo mandato, ayudado, eso s¨ª, de una izquierda tumultuosa, desunida, y enfangada en batallas internas. Sabedor de que quiz¨¢ no las tenga todas consigo ¨Dsu gran promesa de soterrar la A5 est¨¢ en el aire, el nuevo contrato de basuras no termina de convencer a la ciudadan¨ªa con quejas constantes y en aumento o el espionaje interno a Isabel Diaz Ayuso y la estafa millonaria de seis millones de euros en comisiones por traer mascarillas para los funcionarios¨D, ha implementado un plan de obras con un lavado de cara de la Puerta de Sol como eje central. La inauguraci¨®n est¨¢ prevista en de abril de 2023, unas semanas antes de que los madrile?os acudan a las urnas.
Es tal la ansiedad por explicar su mandato con cosas visibles que, por atribuirse, Almeida se atribuye en cada acto p¨²blico hasta la nueva plaza de Espa?a, la ¨²ltima gran transformaci¨®n de la capital que comenz¨® ¨Dy hasta fue dise?ada¨D durante el mandato de Carmena. Pero m¨¢s all¨¢ del paseo matutino entre los dos alcaldes populares por el Ayuntamiento, la realidad es que el primer pleno del palacio de Cibeles a la vuelta de vacaciones ha mirado de lleno al horizonte a las elecciones de la primavera, que viene con los presupuestos de 2023 como tel¨®n de fondo.
Sucede siempre. El calendario pol¨ªtico fija el ¨²ltimo trimestre de cada a?o como el inicio de los plazos para cuadrar las nuevas cuentas. En cuanto a las papeletas electorales, todos los movimientos se miran ya con lupa: gestos, gui?os, intervenciones, fotos. Hay inquietud en todas las casas. Los ediles populares, sabedores de que Ayuso ha tomado el control del partido en Madrid desde hace unos meses y, sobre todo, tras la guerra interna y medi¨¢tica con Pablo Casado, acuden ahora a casi todos los actos p¨²blicos de la presidenta, como si fuera la boda de una hija y como si la simpat¨ªa de Almeida con Casado hubiera sido un sue?o lejano. Una foto cerca con Ayuso o un peque?o saludo de la lideresa piensan que es, quiz¨¢, un asiento asegurado en la lista: pol¨ªtica.
Al otro lado del Gobierno, la vicealcaldesa, Bego?a Villac¨ªs, trata de reflotar a Ciudadanos, con muy pocos resultados visibles. La sensaci¨®n interna es de un des¨¢nimo generalizado, seg¨²n varios ediles consultados. Hay fuentes populares que ya hablan sin tapujos de peque?os acercamientos con algunos de ellos. En el equipo de Almeida creen que, como mucho, se fichar¨¢n a ¡°dos o tres¡±. La realidad es que tarde o temprano Villac¨ªs tendr¨¢ que lidiar con un polvor¨ªn interno. Los socialistas son conscientes de que Pedro S¨¢nchez no cuenta con ninguno de ellos para liderar la candidatura a la alcald¨ªa. La ca¨ªda de Mercedes Gonz¨¢lez, actual delegada de Gobierno, y candidata hasta hace un mes, ha implosionado de lleno en la agrupaci¨®n municipal, que espera nuevamente el dedo de un presidente de Gobierno como destino. La portavoz, Mar Espinar, trata de marcar una agenda propia, quien sabe si preparando su propia candidatura, de la que nunca se ha desligado del todo. En la misma l¨ªnea se sit¨²a Enma L¨®pez, la voz de las cuentas socialistas, que ha alcanzado una gran presencia medi¨¢tica en los ¨²ltimos d¨ªas, empujada, sobre todo, por grandes nombres socialistas. Y sobrevolando a todos, la figura de Luis Garc¨ªa Montero, que lo niega todo, pero que crece entre los mentideros. La realidad es que el PSOE tendr¨¢ que anunciar qui¨¦n ser¨¢ su candidato o candidata antes del 15 noviembre.
En cuanto a las pol¨ªticas locales, el pleno apenas ha tenido rifirrafes, una rara avis en el palacio de Cibeles. El clima pol¨ªtico, ¨¢spero y centrado casi siempre en la pol¨ªtica nacional ¨Dno hay d¨ªa sin que S¨¢nchez sea el objeto de las dianas de los populares, cualquier d¨ªa tendr¨¢ la culpa de la suciedad de las calles¨D, ha bajado a la capital con peque?os gui?os de la izquierda. M¨¢s Madrid, con la portavoz Rita Maestre, trata de aunar su proyecto pol¨ªtico con proyectos muy estudiados y elaborados, barrio a barrio. Alejada del ruido de insultos, Maestre cree que tiene serias posibilidades de ser alcaldesa con una izquierda muy movilizada: en noviembre el partido celebrar¨¢ un plenario que relanzar¨¢ su candidatura.
Los presupuestos y el estado de la ciudad
Sin cruces dial¨¦cticos, Almeida incluso evita trifulcas: ¡°?Piensa que sus medidas van a permitir reducir significativamente el consumo de energ¨ªa que hace el Ayuntamiento?¡±, pregunt¨® Maestre. ¡°S¨ª¡±, respondi¨® Almeida, que en el turno de r¨¦plica detall¨® una inversi¨®n de ocho millones de euros en luces de tipo LED. Espinar, portavoz del PSOE, destac¨® el estado de suciedad de las calles. ¡°Usted se est¨¢ dedicando a vender las nuevas aceras, pero, ?qu¨¦ le va a decir a los vecinos de Tirso de Molina que tienen ratas o a los que limpian con sus propias manos la basura?¡±. El alcalde pas¨® de largo. ¡°A m¨ª de la izquierda en Madrid me asombra. Si tiene tan claro el diagn¨®stico, ?por qu¨¦ los madrile?os no votan a la izquierda? Porque est¨¢n hartos de que les den lecciones¡±.
Al mediod¨ªa, un runr¨²n que comenz¨® a primera hora se difumin¨® de golpe. Ortega Smith hab¨ªa convocado a la prensa. ?Anunciar¨¢ que deja la portavoc¨ªa?, ?hablar¨¢ sobre la guerra interna del partido con Macarena Olona? Ni rastro. Smith activ¨® el micr¨®fono para anunciar una l¨ªnea roja y tratar de marcar agenda: ¡°Si Almeida quiere nuevos presupuestos, tendr¨¢ que retirar las restricciones a los coches sin etiqueta¡±. Almeida, cinco minutos despu¨¦s, dijo que no era posible. Solo contempla la pr¨®rroga, pese a que Villac¨ªs porf¨ªe y trate de aunar a todos los grupos con un acuerdo imposible.
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