El colegio de Rivas-Vaciamadrid que el Gobierno de Ayuso no quiere pagar

¡°Es el colmo de los agravios contra Rivas-Vaciamadrid y contra el derecho a la educaci¨®n de sus ni?os¡±, sentencia A¨ªda Castillejo (IU), la alcaldesa de esta localidad del este de la Comunidad de Madrid, de 93.000 habitantes, m¨¢s de 20.000 de ellos en edad escolar. Se le agotan los calificativos para describir lo sucedido con el colegio La Luna, desde el m¨¢s suave de ¡°sorprendente¡± a los m¨¢s duros como ¡°indignante¡± y ¡°sangrante¡±. ¡°Se niegan a cumplir el convenio, no nos pagan, no terminan la segunda fase, tienen a los ni?os en barracones y con recreos en los pasillos y, encima, nos demandan¡±, resume la cuesti¨®n. El sujeto de la frase no es una empresa incumplidora, sino la Comunidad de Madrid.

La Luna es un centro de infantil, primaria y secundaria con m¨¢s de 700 alumnos que construy¨® hace cinco a?os el Ayuntamiento en el barrio hom¨®nimo, situado en el oeste de la ciudad, con 22.000 habitantes, en su mayor¨ªa parejas en la treintena, y donde hasta entonces solo hab¨ªa un colegio concertado. Aunque las competencias en educaci¨®n son de la Comunidad, el Consistorio decidi¨® asumir ese ¡°gasto impropio¡± dadas las demandas de las familias y las carest¨ªas del municipio, con el compromiso por escrito de que estas cantidades le ser¨ªan devueltas. Tras la firma de un convenio con el Gobierno regional en noviembre de 2016, el Ayuntamiento puso la parcela y adelant¨® el dinero de la obra, que comenz¨® en marzo y acab¨® en tiempo y forma, en apenas seis meses. ¡°Fue el ¨²nico colegio construido con los medios de un municipio en 2017 y el ¨²nico que la Comunidad pudo inaugurar el curso 2017-2018, los dem¨¢s iban con retraso¡±, presume la alcaldesa, que relev¨® el pasado julio al exregidor Pedro del Cura tras cumplir este sus ocho a?os de mandato. No es el ¨²nico caso: Rivas edific¨® otros 10 centros entre 1990 y 2010 y ha pedido seguir haci¨¦ndolos, ¡°pero la respuesta es no¡±.

El acuerdo, firmado entre Del Cura y el entonces consejero de Educaci¨®n, Rafael van Grieken, establec¨ªa que Rivas asumiera la primera fase de las obras ¨Dseis aulas de infantil y nueve de primaria, espacios administrativos, aula de acogida y usos m¨²ltiples, un aula de inform¨¢tica y otra de m¨²sica, comedor, cocina, patios de infantil y una pista polideportiva exterior¨D y la dotaci¨®n de equipamientos y mobiliario. En el documento figura que el coste total ser¨ªa de un m¨¢ximo de 5.145.175,66 euros y establec¨ªa un calendario de pagos en dos plazos ¨D3.087.105,40 euros en 2017 y 2.058.070,26 euros en 2018¨D, as¨ª como que la segunda fase ¨Dnueve aulas de infantil, 18 de primaria y 12 de la ESO¨D, correr¨ªa a cargo del Gobierno regional. Finalmente, seg¨²n detalla el concejal de Hacienda, Manuel Castro, Rivas gast¨® 5.089.675,01, de los que la Comunidad pag¨® una parte, ¡°2.058.070,26 euros en 2018 y 1.206.336,59 en 2019¡å.

Una vez superados todos los plazos y como ¡°no hab¨ªa manera de que la Comunidad devolviera los 1.825.268,16 euros pendientes¡±, explica Castro, el Ayuntamiento recurri¨® a una cl¨¢usula contemplada en el convenio, que establece que ¡°en caso de que exista deuda vencida, el pago se efectuar¨¢ por compensaci¨®n¡±, en este caso a trav¨¦s de la tasa de cobertura del servicio de extinci¨®n de incendios. ¡°En diciembre del a?o pasado iniciamos el expediente de compensaci¨®n a cuenta de los dos semestres de esta tasa que Rivas paga a la Comunidad y este enero se lo notificamos¡±, relata el concejal. ¡°Pero la Comunidad no quiere pagar: no reconoci¨® la deuda y present¨® en febrero un recurso de reposici¨®n. Fue desestimado por silencio administrativo y, ahora, han ido al Contencioso-administrativo¡±, a?ade. El recurso les fue notificado, ante su ¡°sorpresa¡±, el pasado 14 de octubre.

¡°Cuando nos lleg¨® la notificaci¨®n, pens¨¢bamos hasta que hab¨ªa sido un error, no nos pod¨ªamos creer que, adem¨¢s de no pagar, nos llevaran a los tribunales. ?Si est¨¢ todo perfectamente recogido en el convenio, con el visto bueno de los interventores de las dos partes!¡±, se echa las manos a la cabeza la alcaldesa, que tilda lo sucedido de ¡°incomprensible¡±. Castillejo, que considera la demanda ¡°un acto de mala fe¡±, pide di¨¢logo a la Comunidad y que le aclare, si no le convence la v¨ªa de la compensaci¨®n, de qu¨¦ forma y cu¨¢ndo piensa pagar.

Por su parte, el Gobierno regional niega que exista deuda alguna que saldar. En un correo electr¨®nico, una portavoz de Educaci¨®n sostiene que la Comunidad ¡°ha abonado todas las anualidades correspondientes a la ejecuci¨®n de la primera fase y cumplido con el convenio¡±. En concreto, detalla que en 2018 pag¨® ¡°una primera anualidad de algo m¨¢s de dos millones correspondiente a las obras ejecutadas hasta ese momento¡±. Al a?o siguiente, 1,2 millones, ¡°el montante correspondiente a las obras ejecutadas en dicho ejercicio y con las que conclu¨ªan los trabajos de la primera fase¡±. Hasta aqu¨ª, ambas versiones coinciden.

Pero, seg¨²n el Ejecutivo regional, lo que Rivas reclama es ¡°una cantidad adicional de 1,7 millones que corresponden a unas obras de mejora que realiz¨® en el colegio, pero que no estaban contempladas en el proyecto recogido en el convenio¡±, por lo que la Comunidad ¡°no puede abonarla¡±. Sin embargo, el Ayuntamiento niega haber hecho ning¨²n tipo de mejora y asegura que edific¨® lo estipulado en el convenio. A juicio del Gobierno auton¨®mico, que insiste en las mejoras, ¡°no es jur¨ªdicamente posible la compensaci¨®n, tal y como se ha explicado ya al Ayuntamiento¡±. Aunque la corporaci¨®n local asegura no haber recibido explicaci¨®n alguna por parte del Gobierno regional, este sostiene que ¡°ya se ha comunicado¡± con ella ¡°para encontrar una soluci¨®n dialogada sin lograr llegar a un acuerdo¡±, por lo que entiende que ¡°tan solo queda la v¨ªa judicial¡±.

Adem¨¢s del pago pendiente, el Consistorio reclama que se terminen las obras de la segunda fase, que ¡°van con mucho retraso y que estuvieron dos meses paradas en primavera¡±. ¡°Si el colegio arranca en 2017, no se pueden empezar las obras en 2022. Nos ofrecimos a hacer la segunda fase, nos ofrecimos a hacer el gimnasio, que no estaba en el convenio, y a todo es que no. El a?o pasado plantaron seis barracones y este curso ya son 12¡å, explica el concejal de Educaci¨®n, Jos¨¦ Alfaro, especialmente dolido porque la presidenta, Isabel D¨ªaz Ayuso, minimiz¨® el problema en el debate sobre el estado de la regi¨®n, en el que asegur¨® que tan solo hay uno. ¡°Se le olvidaron 11 de La Luna y los cuatro m¨¢s que hay en el colegio Dulce Chac¨®n¡±, le recuerda el concejal, que tambi¨¦n critica que el consejero, Enrique Ossorio, los pint¨® como si fueran un lujo al decir ¡°que tienen aire acondicionado y todo¡±. ¡°Son declaraciones inaceptables¡±, remacha.

En las aulas prefabricadas de La Luna estudian los alumnos de 3? de primaria y 1? y 2? de la ESO. La presencia de los barracones ¡°en mitad del centro, en lugar de en el parking como se pidi¨®¡±, lo convierte en un sudoku sin espacio para jugar o hacer ejercicio f¨ªsico. En una reciente visita, a la alcaldesa se le encogi¨® el coraz¨®n cuando una ni?a le dijo ¡°mira, este es mi patio¡±, se?alando un pasillo. ¡°No hay derecho, la situaci¨®n del colegio es dram¨¢tica¡±, censura la alcaldesa.

Preguntada por la marcha de la segunda fase ¨Del acuerdo no detalla fechas de entrega, sino que ¡°se construir¨¢ cuando las necesidades de escolarizaci¨®n lo exijan¡±¨D, Educaci¨®n explica que ¡°se est¨¢ realizando la fase de terminaci¨®n¡±, que se inici¨® en marzo con un plazo de ejecuci¨®n de 12 meses. Las obras ¡°se est¨¢n desarrollando con normalidad y cumpliendo¡± los tiempos establecidos, a?ade la consejer¨ªa, para concluir que queda ¡°pendiente el inicio de las obras del gimnasio despu¨¦s de su adjudicaci¨®n y dentro de los plazos habituales¡±.

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