Ayuso se lanza a la guerra cultural contra la izquierda a la caza de una mayor¨ªa absoluta a costa de Vox en mayo de 2023
Tras absorber los votos de Ciudadanos en 2021 y fichar como estratega al inventor de la marca del partido ultra, la l¨ªder del PP asume propuestas de Roc¨ªo Monasterio como el Valle de los Ca¨ªdos o las leyes LGTBI
La disposici¨®n mostrada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid a blindar el Valle de los Ca¨ªdos del dictador Francisco Franco frente a la Ley de Memoria Democr¨¢tica supone el ¨²ltimo ejemplo de propuestas de Vox que ha acabado asumiendo el Ejecutivo de Isabel D¨ªaz Ayuso. Con las elecciones municipales y auton¨®micas de mayo de 2023 ya en el horizonte, y tras absorber a los votantes de Cs en 2021, el PP busca seducir a suficientes electores de la extrema derecha como para lograr la mayor¨ªa absoluta. Esa apuesta no se traduce solo en las intervenciones de Ayuso, alejadas de la moderaci¨®n que reclama el l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, y que han incluido que no condenara los insultos machistas que los alumnos del colegio mayor El¨ªas Ah¨²ja lanzaron a principios de curso contra sus vecinas del colegio mayor Santa M¨®nica. Tampoco se reduce a se?alar una y otra vez que Vox no tiene capacidad para decidir nada en la Asamblea. Hay decisiones concretas con las que el PP logra el apoyo de Vox en votaciones determinadas, al mismo tiempo que apela a sus votantes: proteger el Valle de Cuelgamuros; rebajar las leyes LGTBI al eliminar los informes de impacto de g¨¦nero en las obras; reforzar la especialidad de cuidados paliativos frente a la ley de eutanasia; o juguetear con una reducci¨®n del n¨²mero de diputados de la Asamblea regional.
¡°Le hago todo el trabajo [a Roc¨ªo Monasterio, portavoz de Vox] desde que empez¨® la legislatura¡±, resumi¨® Ayuso en el primer pleno de noviembre. ¡°Se les va agotando el discurso¡±, a?adi¨®, quej¨¢ndose de que el partido de extrema derecha nunca concrete, a su juicio, de d¨®nde quiere recortar gasto pol¨ªtico. Y entonces lanz¨® una acusaci¨®n que es un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n del electorado de Vox: ¡°Lo que no se puede es soplar y sorber a la vez. O est¨¢ con un bando, o con el otro [en referencia a la izquierda]¡±.
En esa competici¨®n por los votantes, Ayuso cuenta con muchas ventajas competitivas. Estar en el Gobierno le da una capacidad ejecutiva con la que subraya que su socio no decide nada en solitario: ¡°es muy f¨¢cil ser de Vox, la gran perfecci¨®n, no hacer nada y criticarlo todo¡±. En su estrategia de confrontaci¨®n constante con el gobierno de Espa?a cabe todo, tambi¨¦n muchas de las reivindicaciones de Vox, que asume como propias con naturalidad. Y las licencias que ella se puede permitir para descalificar a su socio no tienen casi nunca r¨¦plica, pese a que podr¨ªa pensarse que es Vox precisamente quien tiene la sart¨¦n por el mango en situaciones como la que se vive ahora: de sus votos dependen los Presupuestos de 2023.
?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? Hay decisiones que se entienden mejor juntas. En marzo, cuando vio en peligro el apoyo de Vox a una de sus leyes, Ayuso empez¨® a lanzarle gui?os: anunci¨® una comisi¨®n de estudio sobre la violencia de las bandas juveniles y una auditor¨ªa de subvenciones. En mayo, y para celebrar su coronaci¨®n como presidenta del PP de Madrid, nombr¨® estratega del partido a Rafael N¨²?ez Huesca, el creador de la marca Vox y un firme convencido de la necesidad de dar la batalla cultural frente a la izquierda. Un mes despu¨¦s, en junio, promocion¨® al puesto de vicepresidente al consejero de Educaci¨®n, Enrique Ossorio, con la doble tarea de coordinar el Ejecutivo y el programa electoral de 2023. Y desde entonces el PP se ha estado rearmando a trav¨¦s de un ciclo de convenciones de marcado car¨¢cter ideol¨®gico, pensadas para dar esa batalla cultural contra la izquierda que distingu¨ªa a Vox: en esos foros se afronta desde el cambio clim¨¢tico (combatirlo favorece el comunismo, dijo hace una semana Ayuso) al valor del esfuerzo.
Encuestas
La pol¨ªtica es emociones, y tambi¨¦n datos. Desde hace semanas, el equipo de Ayuso usa la encuestas para intentar que ambos conceptos vayan de la mano. ¡°Seg¨²n esta encuesta, si 0,6 puntos de Cs (de sus 2,4) se fueran a Ayuso, el PP tendr¨ªa mayor¨ªa absoluta en la Comunidad de Madrid¡±, analizaba a principios de noviembre una fuente que cuenta con la confianza de la presidenta. El mismo c¨¢lculo se hace con otro partido cuya transferencia de voto es fundamental para que la l¨ªder conservadora alcance su objetivo: Vox.
La extrema derecha ha demostrado una resistencia inesperada frente al tir¨®n del efecto Ayuso. La noche del 4 de mayo de 2021, mientras la candidata del PP celebraba su victoria en los comicios, Roc¨ªo Monasterio, su contraparte de Vox, hac¨ªa algo parecido: hab¨ªa logrado m¨¢s votos y esca?os que en 2019. Aquella sorprendente combinaci¨®n, interpretada inmediatamente por los estrategas del partido ultra como la constataci¨®n de que la convivencia de las dos marcas no solo era posible, sino necesaria para movilizar a todo el electorado de derechas, tiene ahora la llave de las elecciones de 2023.
Ayuso est¨¢ convencida de que gobernar¨¢. Pero no quiere depender de Vox, como ahora: pese a que el partido de Monasterio se ha plegado siempre al PP, sus amagos y coincidencias puntuales con la izquierda molestan tanto a la presidenta madrile?a como las cr¨ªticas que le lanza su socia en las sesiones de control. ¡±Do?a perfecta¡±, llama la presidenta regional a Monasterio. Y por eso el partido y el Gobierno regional llevan meses enfocados en lograr la mayor¨ªa absoluta.
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