Cine en sof¨¢s, fiesta en un callej¨®n secreto y decoraci¨®n cer¨¢micas: el Madrid que lo permite todo
Ocine Urban Caleido, Calle 365 y Pinta en Copas son tres planes que no pueden ser m¨¢s diferentes entre s¨ª y, a la vez, m¨¢s divertidos por igual
Siempre hay una forma m¨¢s cuqui de hacer las cosas. Por qu¨¦ ir a un cine normal, con sus butacas, sus palomitas convencionales y sus litros de refresco recorriendo decenas de pajitas cuando se puede disfrutar del s¨¦ptimo arte desde la comodidad de un sof¨¢ y la compa?¨ªa que hace siempre la barra de un bar. Por qu¨¦ salir de fiesta a una fr¨ªa discoteca cualquiera cuando se puede sentir la emoci¨®n de entrar en una que exige conocer una clave secreta y cambia de pa¨ªs cada 365 d¨ªas exactos. Por qu¨¦ conformarse con los impersonales vasos de Ikea cuando se pueden decorar estos recipientes a voluntad. Madrid siempre puede ser m¨¢s divertido.
Un cine con sof¨¢s y una barra de bar
Ir al cine siempre es un buen plan. Sin embargo, se ha vuelto tendencia en Madrid un nuevo cine ubicado en las cuatro torres llamado Ocine Urban Caleido (Paseo de la Castellana, n¨²mero 259). El recinto dispone solo de seis salas con 387 butacas en total. Hasta ah¨ª, todo normal. La magia empieza dentro. Entrar a una de esas salas equivale a verse envuelto en decorados dorados con letreros de ne¨®n, el marco ideal para las fotos de Instagram y los reels de TikTok (92,7 mil visualizaciones tiene su hashtag).
Las butacas son c¨®modas, los sof¨¢s, coloridos y para dos personas, perfectos para una cita. Cada uno tiene una mesita con puerto USB para poder cargar el m¨®vil: una excelente idea para que el smartphone no abandone a nadie en mitad de la sesi¨®n de fotos. Una de las salas del complejo dispone, adem¨¢s, de tecnolog¨ªa dolby Atmos, que permite una experiencia sonora inmersiva.
En lo que tiene que ver estrictamente con la imagen, conviene advertirlo, el cine solo emite pel¨ªculas en versi¨®n original subtitulada en castellano.
Y si uno es de los que no concibe pel¨ªcula sin comida, el local cuenta con una barra de bar en donde se venden palomitas de sabores: la favorita de las redes son las de cerezas. La entrada cuesta unos 10 euros. Como complemento al negocio, el cine permite reservar salas para eventos.
De fiesta en un callej¨®n discreto
Hay una discoteca en el centro de Madrid que cada 365 d¨ªas cambia de pa¨ªs. Concretamente, lo hace en todo lo referido a su decoraci¨®n. Inspirado en todos los pa¨ªses del mundo, el a?o pasado trat¨® de representar un rinc¨®n de M¨¦xico, y en esta ocasi¨®n le ha tocado el turno a la India.
El local queda ubicado en un callej¨®n discreto, y para acceder exige dar una clave que solo comparte a trav¨¦s de Instagram. Nada m¨¢s llegar a la puerta hay un cron¨®metro con una cuenta atr¨¢s de los 365 d¨ªas que indica el tiempo que falta hasta el siguiente viaje tem¨¢tico. Este afecta a los m¨¢s m¨ªnimos detalles, incluyendo la propia puerta de entrada: donde hace un tiempo presid¨ªa la escena la figura de un alebrije, uno de esos coloridos seres mitol¨®gicos que se suelen representar en la artesan¨ªa mexicana, hoy recibe a los visitantes una inmensa cobra.
Todas las paredes est¨¢n decoradas con grafitis, y los dioses hind¨²es aparecen representados en las mesas. Al fondo, el techo est¨¢ repleto de peque?os paraguas de varios colores.
La tem¨¢tica del lugar no se queda en las paredes. Sus c¨®cteles son vasos gigantes con la cara de los personajes de la pel¨ªcula Avatar. Para quien se pregunte qu¨¦ tiene que ver la superproducci¨®n de James Cameron con la India, hay que recordar que, en el hinduismo, la religi¨®n predominante en la regi¨®n, un avatar no es m¨¢s que la representaci¨®n humana de un dios. Por otra parte, como no pod¨ªa ser de otra manera, la comida ha pasado de basarse en los tacos a ofrecer diversos tipos de samosas y croquetas indias.
En Calle 365 (Calle de Echegaray, n¨²mero 18) no aceptan efectivo porque de sus ganancias anuales siempre donan el 1% a una ONG. El a?o pasado fue a Ayudame 3D, que se encarga de crear y entregar brazos impresos en 3D a personas con discapacidad.
Un local donde pintar tus propias copas
Se trata de uno de los locales m¨¢s famosos de Malasa?a. Nunca pasa de moda por m¨¢s de que lleve m¨¢s de veinte a?os en la misma esquina. En Pinta en copas (calle Velarde, n¨²mero 3) ofrecen m¨¢s de 100 piezas de cer¨¢mica que la gente puede comprar y pintar mientras se toman un caf¨¦ o un t¨¦.
Antes de empezar, las due?as del local explican la t¨¦cnica a los clientes para que estos puedan pintar a su ritmo. Despu¨¦s, se escogen los colores de una gran pared y las plantillas. As¨ª de f¨¢cil y, precisamente por eso, as¨ª de entretenido.
Durante dos horas y media las personas pueden dar rienda suelta a su imaginaci¨®n entre pinceles y acuarelas. Una vez acabado el motivo, se deja en el horno durante unos d¨ªas y despu¨¦s se recoge del escaparate de la tienda, donde las piezas de cer¨¢mica estar¨¢n esperando. Los precios de las figuras oscilan entre los nueve y los 35 euros.
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