El museo del dulce, salpicar un lienzo y beber en un b¨²nker: Latinoam¨¦rica, presente

Los latinoamericanos viven Madrid de una manera especial, lo que llena la ciudad de acentos y, de paso, tambi¨¦n de negocios de hombres y mujeres que, sinti¨¦ndose parte de una ciudad abierta a acogerlos, se lanzan a abrir sus propios emprendimientos. De esta manera, traen un trocito de su tierra a Espa?a y devuelven a la ciudad parte de lo que esta les da. Es su particular homenaje.

Los tres planes con los que les proponemos enredarse esta semana han sido creados y administrados por latinoamericanos que est¨¢n ofreciendo todo tipo de experiencias diferentes en la ciudad. As¨ª son Sweet Space, Salpicarte y Bunker Cocktail Bar.

Un cuadro a punta de salpicar colores contra la pared

A pocos metros de la que ahora se conoce como Estaci¨®n del Arte acaba de abrir Salpicarte (calle de M¨¦ndez ?lvaro, n¨²mero 6), un local dedicado a que cada uno pueda crear su propio cuadro. Durante 45 minutos, los clientes pueden poner su m¨²sica favorita y olvidarse de todo mientras pintan un lienzo de 40 por 50 colgado en la pared. Para ello, conviene olvidarse de lo que recomiendan los profesores de pintura que corrigen a quienes se salen de las l¨ªneas: aqu¨ª cada uno puede pintar como le nazca.

Porque en Salpicarte todo vale. Se puede tratar calmadamente de emular a Vel¨¢zquez o a Picasso u optar por salpicar la pintura, usar las manos y pasar un rodillo con pintura blanca para empezar otra vez.

Al final, los artistas se pueden llevar su cuadro a casa y seguir disfrutando de su creaci¨®n cada vez que lo vean colgado en el sal¨®n.

La due?a de Salpicarte, Sarahi Teixeira, 28 a?os, decidi¨® emprender despu¨¦s de muchas noches de insomnio viendo videos en internet sobre experiencias divertidas en otras ciudades: ¡°Vimos que este tipo de locales tienen mucha demanda y nos lanzamos a la aventura¡±, confiesa.

Durante estos primeros d¨ªas se han dado cuenta de que no es solo un espacio de ocio para vivir una experiencia diferente, sino que adem¨¢s el arte hace de terapia. ¡°Los clientes muchas veces se quedan analizando los cuadros cuando terminan¡±, reconoce Teixeira.

La entrada incluye una bebida y los precios var¨ªan seg¨²n el n¨²mero de personas. Estos van desde los 25 a los 32 euros. ¡°Hay gente que nunca ha pintado en su vida, as¨ª que vienen aqu¨ª solo porque quieren salpicar a todas partes¡±, afirma la due?a, que lleg¨® a Madrid hace tres a?os desde Venezuela.

Un b¨²nker con las copas m¨¢s militares

Fern¨¢n Morales, de 33 a?os, lleg¨® a Madrid hace cinco. Estudi¨® Administraci¨®n de empresas en Colombia, pero desde que lleg¨® se ha dedicado a la hosteler¨ªa. Le ha ido tan bien en los bares en donde ha trabajado que este a?o se decidi¨® a abrir su propio bar con su socio Yeinver Jos¨¦ Escobar.

Contrariamente a lo que se suele hacer, primero encontraron el local y despu¨¦s pensaron qu¨¦ pod¨ªan montar con el espacio que ten¨ªan. El resultado de semejante ejercicio de adaptaci¨®n es B¨²nker Cocktail Bar (calle de Antonio Flores, n¨²mero 5), un negocio ubicado en un bajo que da la sensaci¨®n de ser un b¨²nker de verdad. Como consecuencia, todos los c¨®cteles y la tem¨¢tica del bar est¨¢n inspirados en lo militar, lo que los ha diferenciado de otras muchas propuestas.

Entre estos destacan la Bengala de emergencia, una bebida que lleva dulce c¨ªtrico, ron Bacardi blanco, fruta de la pasi¨®n, curry, sirope de membrillo y perfume de eucalipto. Especialmente rese?able tambi¨¦n es La caja de municiones: ginebra Larios 12, verm¨² rosso, licor de Marrasquino y bitter naranja. Se han vuelto tendencia en redes porque adem¨¢s de servir como local para salir de copas, la experiencia dentro del b¨²nker es muy entretenida: cada bebida tiene su historia. Los c¨®cteles cuestan 10 euros.

El local ofrece adem¨¢s la posibilidad de contratar el espacio para eventos de empresas o celebraciones con diferentes men¨²s. Los mi¨¦rcoles tienen karaoke, y cada mes hacen cursos de cocteler¨ªa en el local. Estos tienen un coste de 30 euros por persona e incluyen dos bebidas alcoh¨®licas.

Un museo lleno de dulces

En el centro comercial ABC Serrano, en la segunda planta, est¨¢ el museo m¨¢s dulce de Madrid. Sweet Space (calle de Serrano, n¨²mero 61) busca apelar a los sentidos de sus visitantes, raz¨®n por la que han creado un museo lleno de nubes de algod¨®n de az¨²car y columnas de caramelo que inundan cada uno de los rincones del espacio.

El recorrido empieza con el anfitri¨®n del lugar, un astronauta llamado Astro, aterrizando en el museo. El gu¨ªa hace un recorrido multisensorial por el recinto en donde cada sala est¨¢ dise?ada por artistas como Agatha Ruiz de la Prada. En cada una, seg¨²n la tem¨¢tica, los visitantes reciben un dulce diferente. ¡°Saquen a su ni?o interior¡±, grita Astro de vez en cuando por el recorrido.

¡°H¨¢ganse muchas fotos¡±, vuelve a decir el gu¨ªa. Y s¨ª, sin duda es uno de los lugares m¨¢s instagrammeables de la ciudad: por eso se ha vuelto tendencia.

El museo tiene 10 espacios con ambientaci¨®n diferente que permiten a sus visitantes sumergirse en la experiencia. Por ejemplo, hay salas como la de Sue?o de una noche de Mr Piro, Avatar de Esther Moya y Rainbow Candy Wall de Mar¨ªa Eugenia Reyna en la que la idea es que los usuarios conecten con su infancia y se conviertan en los protagonistas de sus propias experiencias. Tanto es as¨ª que para salir hay que deslizarse por un tobog¨¢n. El precio de la entrada es de 12,65.

Las creadoras de Sweet Space, Corina Mayorca y Alexandra Uzcategui, se conocieron en el Instituto de Dise?o de Caracas (Venezuela) y se volvieron a encontrar en Madrid en 2019. En ese momento, hablando sobre oportunidades de negocios, decidieron crear Sweet Space. ¡°Es un proyecto que busca fusionar el concepto tradicional de arte y las nuevas tendencias digitales mediante una degustaci¨®n interactiva¡±, explica Uzcategui.

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