Tres oasis para perder la noci¨®n del tiempo en pleno verano
La piscina del Hard Rock Hotel Madrid, la azotea Osad¨ªa y el spa del Hotel Mandar¨ªn Oriental Ritz son tres lugares perfectos para desconectar en la capital
Pocos se podr¨¢n imaginar que, en la mitad de la selva de cemento que es el centro de Madrid, hay lugares tan paradis¨ªacos que parecen aut¨¦nticos oasis para desconectar. Estos se vuelven a¨²n m¨¢s apetecibles con las altas temperaturas: remojarse en una piscina es, en ocasiones, casi una cuesti¨®n de supervivencia para afrontar el d¨ªa a d¨ªa del verano en Madrid.
La piscina de Hard Rock Hotel Madrid, la azotea Osad¨ªa y el spa del Hotel Ritz cumplen todas las condiciones para ser venerados como lugares de peregrinaci¨®n en verano. Son el plan perfecto para cualquiera que busque sobrevivir trabajando en estos meses en la capital. ?Para cualquiera? S¨ª. Porque lo mejor es que, tras a?os cerrados a sus propios clientes, han decidido abrir sus puertas a todo aquel que quiera aprovechar sus instalaciones sin necesidad de hospedaje alguno. Forman parte de la ola de democratizaci¨®n del lujo, valga el ox¨ªmoron.
Un spa y cena en el Ritz
Aunque la ciencia no se ha pronunciado todav¨ªa al respecto, tarde o temprano alg¨²n f¨ªsico descubrir¨¢ que el tiempo pasa distinto en el spa que The Beauty Concept ha creado en las entra?as del Hotel Mandarin Oriental Ritz (en la plaza de la Libertad, n¨²mero 5). Se trata de un lugar en el que, sencillamente, los relojes funcionan de otra manera.
El spa est¨¢ abierto tanto al p¨²blico de otros hoteles como a los clientes a pie de calle que quieran cuidarse con los tratamientos que ofrecen. Los precios oscilan entre los 120 euros y los m¨¢s de 400. Seg¨²n la directora de la firma, Paz Torralba, el spa es solo una de las tres experiencias que conforman el d¨ªa perfecto. Primero, propone hacerse el tratamiento ideal para cada cliente, sea un masaje, una limpieza facial o su ¨²ltimo tratamiento, el Deep Tissue. Despu¨¦s, plantea pasar un rato en el circuito de aguas a la vez que este se va combinando con las duchas de sensaciones.
Finalmente, sugiere contemplar desde estas mismas aguas las constelaciones que, grabadas por medio de peque?as luces en el techo, tratan de reproducir el cielo de Madrid. Por ¨²ltimo, una cena ligera en el restaurante del hotel para irse a casa relajado y listo para dormir.
Para Torralba, que se encarg¨® del spa desde la reinauguraci¨®n del hotel hace dos a?os, este es un espacio verdaderamente m¨¢gico en el centro de Madrid. El spa, explica, es el plan perfecto para acudir en pareja o para entregar tiempo de calidad a un ser querido en una ocasi¨®n especial en forma de tarjeta de regalo. ¡°Es invertir en nosotros mismos¡±, asegura su directora.
Una piscina dentro de un jard¨ªn
En la piscina del Hard Rock Hotel Madrid (ronda de Atocha, n¨²mero 17) se esconde un jard¨ªn cuyos due?os han bautizado Roxy Garden. Es un lugar verde, lleno de tumbonas y con una piscina en el centro que casi obliga a desconectar. Desde el jard¨ªn se pueden ver los edificios de ladrillo del madrile?o barrio de Arganzuela que rodean el hotel. Es posible que m¨¢s de uno no se imagine que a pocos metros de su casa existe este lugar.
Ahora, cualquiera que quiera pasar un d¨ªa en la piscina lo puede hacer. El plan perfecto es ir desde la ma?ana, estar en remojo y para comer pedirse un poke de at¨²n y un smoothie de frutos rojos. La piscina abre de 11.00 a 19.00. Y para cerrar el d¨ªa, nada mejor que subir a la azotea y pedirse un gin-tonic y disfrutar de las vistas del museo Reina Sof¨ªa. Lo ¨²nico que hay que llevar es el ba?ador o el bikini.
Su director, Javier Polo, explica que su apuesta es volver el Hard Rock Hotel en el resort urbano al que acudir en esta temporada. El precio de lunes a viernes asciende a 40 euros por persona, de los cuales 20 son cr¨¦dito para consumir en comida o bebida. Los s¨¢bados y domingos, el pase del d¨ªa cuesta 60 euros, con 40 como cr¨¦dito. Incluye tumbona y una toalla.
Un c¨®ctel de Moscow mule con vistas a Chueca
El c¨®ctel del verano sin duda es el Moscow Mule, un c¨®ctel hecho con vodka, cerveza de jengibre y zumo de lima. Lo es desde que lo volvi¨® famoso Bad Bunny: ahora es la bebida deseada por todos. En la terraza Osad¨ªa lo saben, por eso nadie lo prepara como ellos.
Se trata de una azotea ubicada en la ¨²ltima planta del hotel de Gran V¨ªa, n¨²mero 14. Abrirse campo entre tantas terrazas sobre una de las principales arterias de Madrid no ha sido f¨¢cil, pero ellos han sabido hacerlo. La azotea tiene dos espacios. El primero tiene vistas a la propia Gran V¨ªa y, el segundo, donde est¨¢ la piscina, permite ver, a vista de p¨¢jaro, el popular barrio de Chueca. Un lugar perfecto para ver el sol caer sobre los tejados de Madrid y recordar el clich¨¦ ¡°de Madrid, al cielo¡±. La frase casi parece tener sentido cuando se piensa en ella al ritmo de los DJ que amenizan la tarde en la azotea.
El socio fundador, Fernando Rodr¨ªguez, asegura que Osad¨ªa es el lugar perfecto para escapar de la locura de la Gran V¨ªa durante unas horas. La recomendaci¨®n es ver el atardecer desde las alturas y despu¨¦s bajar a cenar al restaurante del hotel, a pie de calle, para volver a sentir las vibraciones de la ciudad.
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