Absueltos del delito de trata los padres de dos menores que se casaron en Espa?a

Los padres de dos menores que se casaron en Espa?a en septiembre de 2021 han sido absueltos de un delito de trata por el que se enfrentaban a una pena de siete a?os de prisi¨®n acusados de haber comerciado con la uni¨®n de sus hijos. La sentencia refleja que R. y R., las iniciales de los menores, celebraron un enlace por todo lo alto cuando ella ten¨ªa 13 a?os y ¨¦l 16 en una finca en Sevilla meses despu¨¦s de haber formalizado la uni¨®n en Ruman¨ªa y haber realizado la prueba del pa?uelo, una pr¨¢ctica para comprobar la virginidad de las mujeres. Sin embargo, el tribunal no ha considerado suficientemente acreditado que existiera un matrimonio forzado ni que existiera una transacci¨®n comercial entre las familias y afirma que la declaraci¨®n policial de la ni?a en la que, seg¨²n los agentes, asegur¨® que su padre la hab¨ªa vendido se recogi¨® ¡°sin ninguna garant¨ªa¡±.

Los investigadores de la polic¨ªa explicaron en la sala que las pesquisas comenzaron cuando recibieron una denuncia an¨®nima ciudadana que les informaba de que se hab¨ªa producido una boda de menores en la que los padres de la ni?a hab¨ªan recibido dinero de los del chico. Los progenitores de ambos sostuvieron en todo momento que eran sus hijos los que hab¨ªan comenzado una relaci¨®n por su propia voluntad a trav¨¦s de las redes sociales y que ellos solo satisficieron su deseo de estar juntos. La ni?a viv¨ªa en Alemania y ¨¦l en Espa?a cuando supuestamente empez¨® este flirteo a trav¨¦s de Facebook. Poco despu¨¦s, ambas familias viajaron a Ruman¨ªa donde formalizaron el enlace, llevaron a cabo varios ritos que retransmitieron en redes y firmaron un documento ante notario que daba a la madre del chico poderes para hacerse cargo de ella y poder viajar con la familia del chico hasta Espa?a. Desde finales de junio, la ni?a pas¨® a vivir en Madrid, en casa de la familia del chico. All¨ª encontraron los agentes el pasaporte de la menor bajo el colch¨®n de la cama de los padres y algo menos de 16.000 euros en met¨¢lico.

Los padres de ambos aseguraron en la vista oral que todo este proceso formaba parte de la cultura gitana y que si hubiesen sabido que podr¨ªa ser un delito no lo hubiesen llevado a cabo. El fallo judicial admite que no existe constancia documental ni f¨ªsica de que se produjera un intercambio econ¨®mico entre las familias por este enlace. El tribunal se?ala que la menor solo reconoci¨® haber sido vendida en sede policial, cuando se hab¨ªa detenido la grabaci¨®n y a trav¨¦s de la traducci¨®n de una int¨¦rprete. La sala puntualiza que es imposible condenar a los procesados al no disponer de la grabaci¨®n, ni del testimonio de la int¨¦rprete, ni la de las trabajadoras del centro de acogida en el que la ni?a permaneci¨® cuando detuvieron a los acusados. La menor se escap¨® de dicho centro y permanece en paradero desconocido desde entonces. ¡°Lamentablemente, la huida de la menor impidi¨® al juzgado de instrucci¨®n la pr¨¢ctica de su exploraci¨®n con las garant¨ªas legalmente previstas¡±, se lee en la sentencia.

Para los jueces, tampoco ha quedado probado que la menor estuviera incomunicada o aislada una vez que lleg¨® a Espa?a. ¡°En las conversaciones que la menor mantiene con conocidos y familiares no alega, desde luego, sufrir problema de aislamiento alguno ni que fuere obligada a la realizaci¨®n de tareas de ning¨²n tipo que fueran impropias para su edad¡±, escribe la ponente de la sentencia. En el fallo, el tribunal se lamenta en repetidas ocasiones de la falta de testimonios que hubieran podido confirmar los extremos que sosten¨ªa la polic¨ªa en su investigaci¨®n.

El fallo refleja que ha quedado probado que se llev¨® a cabo la prueba del pa?uelo, como se ve en varias publicaciones en redes sociales, en las que los invitados a la boda hacen ostentaci¨®n del pa?o con el que se realiz¨® el rito. El ponente de la sentencia define esta pr¨¢ctica como ¡°conductas ancestrales de todo punto denostadas como inaceptables en un Estado moderno como el nuestro¡±.

El tribunal da la raz¨®n a la fiscal¨ªa en que ¡°la subordinaci¨®n de la mujer destinada a ocupar un segundo plano en determinados ¨¢mbitos sigue siendo en todo caso algo desgraciadamente habitual en ciertos c¨ªrculos o sociedades¡±, e incluso el fallo va m¨¢s all¨¢ y apunta que es ¡°asumido por las autoridades de algunos pa¨ªses con criterios e ideolog¨ªas muy alejados del nuestro¡±. Sin embargo, la sentencia se?ala que en este caso no existen suficientes pruebas que acrediten la existencia de un delito de trata por el que condenar a los progenitores.

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