Caos a la salida del Mad Cool: coches que no llegan y precios desorbitados para llegar a casa
Largas colas para coger un taxi o VTC y transporte p¨²blico hasta los topes a pesar del plan de movilidad dise?ado para el evento
Un conductor de VTC llama a gritos a un tal Peter cada pocos metros. Hay decenas de coches de Uber, Bolt o Cabify aparcados en el punto de recogida de VTC para el festival Mad Cool poco despu¨¦s de la medianoche del jueves al viernes. Est¨¢ a unos 15 minutos andando desde la zona de salida del recinto, en un solar entre Villaverde y Getafe. All¨ª esperan los conductores a sus pasajeros. Los primeros en salir del festival han pedido un coche antes de llegar y ahora toca esperarles. Muchos se desesperan y cancelan varios viajes antes de conseguir salir del pol¨ªgono Marconi. Una hora y media despu¨¦s, cuando empiezan a llegar en tromba los asistentes al festival, la situaci¨®n se da la vuelta. Buscar a tu conductor es como encontrar a Wally. Los que consiguen encontrarlo tienen suerte, ya que muchos llevan 40 minutos esperando a que llegue el suyo: los cortes de tr¨¢fico dejan solo la avenida de Andaluc¨ªa y la Gran V¨ªa de Villaverde para entrar a la zona y muchos conductores tienen que dar la vuelta y nunca llegan.
Es el caso de Jaime S¨¢nchez e In¨¦s Guti¨¦rrez, que quieren ir a Legan¨¦s, pero su Uber lleva media hora de retraso. Adem¨¢s, les cobra el doble que a la ida. Durante esa noche, debido a la demanda, el precio de coger un VTC para llegar a casa hasta se cuatriplica respecto al precio de la ida: de 15 a 60 euros por un trayecto de 18 kil¨®metros. Algunos desisten y vuelven a cruzar el pol¨ªgono para unirse a la horda de festivaleros que van hacia el metro. Es una manifestaci¨®n sin pancartas, pero todos hablan de lo mismo: de lo cansados que est¨¢n.
Unos pocos se desv¨ªan en una rotonda para coger las 18 lanzaderas que ha procurado la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que les llevar¨¢n hasta Atocha entre las 1.30 y las 3.30. El resto sigue y 20 minutos despu¨¦s se meten en los trenes de un metro hasta los topes. Metro de Madrid ha ampliado el servicio de la l¨ªnea 3 desde Villaverde Alto hasta Sol con un horario hasta las 4.00. Hace dos paradas antes de Sol: Legazpi y Embajadores. Ya en la primera, donde no se baja ni una cuarta parte del convoy, vuelve a haber problemas para coger un VTC, y apenas hay taxis.
Aun as¨ª, hacer paradas es una mejora frente al a?o pasado, cuando tambi¨¦n se instal¨® un servicio de lanzaderas y metro que iba desde el recinto de Ifema, la antigua localizaci¨®n, hasta Nuevos Ministerios, pero no hac¨ªa paradas entre medias, lo que provoc¨® quejas entre los asistentes. Pero la capacidad del metro y de los autobuses no ha sido suficiente para las 70.000 personas que se esperaba que acudiesen este jueves al festival. Seg¨²n los aforos de los trenes y lanzaderas, no pod¨ªan dar servicio, siendo generosos porque iban hasta los topes, a m¨¢s de 40.000 personas. El resto ha quedado para el transporte privado, taxis y VTC.
Los dispositivos de movilidad est¨¢n a plena potencia: todas las licencias de taxi tienen permiso para circular, al igual que los VTC, el Ayuntamiento ha desplegado 18 lanzaderas, ha reforzado los servicios de EMT que pasan por la zona y el metro ha ampliado su horario hasta las 4.00 con una frecuencia de trenes de cinco minutos. Nada de esto ha sido suficiente para transportar a sus casas a las 70.000 personas que han acudido al festival Mad Cool en 2023.
En la tarde del jueves, Gema, Ainara y Lali esperaban las primeras en la cola para acceder al festival. Se han plantado all¨ª a las 6.30, de la madrugada. El resto de impacientes ¡°ha empezado a llegar a partir de las 14.00 o las 15.00¡å, informan. Una hora m¨¢s prudencial, ya que el recinto ha abierto sus puertas a las 17.00. Ellas lideraban una cola de dos kil¨®metros que pasaba por un lateral del pol¨ªgono industrial Marconi y se met¨ªa entre las urbanizaciones del distrito de Villaverde. El festival, que estrena el nuevo recinto de eventos de 185.000 metros cuadrados bajo el nombre de Iberdrola Music, atrae a unas 70.000 personas por d¨ªa. Los hoteles de la zona empezaron a notar el efecto hace un a?o, cuando se anunci¨® que se trasladaba del recinto de Ifema hasta el distrito madrile?o de Villaverde. En el hotel V¨¦rtice, a escasos metros del recinto, por ejemplo, est¨¢n hasta arriba. Este solar ser¨¢ la sede de otros tantos eventos; como el concierto de Harry Styles el pr¨®ximo 14 de julio, o el Coca Cola Music Expierence en septiembre.
Los asistentes han podido llegar al recinto durante la tarde m¨¢s o menos en buenas condiciones: Mar¨ªa y Natalia Mart¨ªn son hermanas y las han acercado en coche privado, pero las han tenido que dejar en una de las tres salidas de la M-45 que la polic¨ªa municipal ha cortado para crear accesos peatonales al festival. Esto ha creado retenciones de m¨¢s de tres kil¨®metros por los coches que se paraban a dejar a los festivaleros. El cierre de las salidas ha provocado tambi¨¦n que los veh¨ªculos se tuvieran que desviar bastantes kil¨®metros para llegar a sus casas. De hecho, algunos de los residentes de la Colonia Marconi ten¨ªan bloqueados los accesos a sus viviendas y han sido multados por cruzar el per¨ªmetro marcado por los agentes, seg¨²n denuncian desde la plataforma Stop MadCool Villaverde. Seg¨²n la polic¨ªa municipal, estos per¨ªmetros y calles cortadas iban cambiando seg¨²n las necesidades de circulaci¨®n.
Dos salidas cortadas en M45, 45 min para un trayecto de 10, gente baj¨¢ndose del cocbe andando por los arcenes y salt¨¢ndose los quitamiedos, a pie por la trocha y por los t¨²neles bajo la v¨ªa... desastre de #MadCool para los que van y para vecinos de Getafe Villaverde q lo sufren pic.twitter.com/SS9uUSPvcC
— Victoria Torres B. (@vbenayas) July 6, 2023
El plan de movilidad del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid no inclu¨ªa refuerzos para la entrada al festival. Los asistentes han llegado escalonadamente. En el metro, autobuses y Cercan¨ªas no ha habido dificultades para llegar. Naia Ostaikoetxea y Leire Bilbao han acudido en metro y afirman que ¡°se notaba que ¨ªbamos todos al festival e iba lleno, pero no ha sido un problema¡±. La l¨ªnea C3 de Cercan¨ªas, que llega a Villaverde Alto, no estaba saturada, seg¨²n Adri¨¢n y Raquel, que han cogido el tren para acudir desde Atocha al festival.
Adem¨¢s de la movilidad, la otra queja principal de los vecinos de Villaverde y del norte de Getafe es el ruido que puedan ocasionar tanto el Mad Cool como los festivales que se hagan despu¨¦s. Teresa Jim¨¦nez, que no quiere dar su nombre real porque trabaja en un centro p¨²blico, es una de las vecinas del norte de Getafe. Vive a 300 metros del recinto del Mad Cool. Sobre las 22.00 ha llegado a su casa y se ha encontrado las paredes retumbando: ¡°Por la tarde no se escuchaba tanto, creemos que porque el tr¨¢fico estaba amortiguando el sonido, pero ahora mi perro est¨¢ asustado¡±.
Es una de las personas que ha estado en las escasas reuniones que ha tenido la organizaci¨®n del Mad Cool con los vecinos del norte de Getafe y del distrito de Villaverde. ¡°En noviembre nos reunimos con ellos y nos dijeron que no iba a ser necesario poner vallas ac¨²sticas porque los escenarios m¨¢s grandes dan hacia el norte. Nos dijeron que iban a hundir el terreno para paliar el sonido y han hecho lo contrario, han puesto el suelo al nivel de la calle¡±. El Ayuntamiento de Getafe est¨¢ haciendo mediciones durante los d¨ªas que dure el festival del sonido y las vibraciones. Jim¨¦nez afirma que ¡°no se f¨ªan del mapa de sonido que ha presentado el promotor a la Delegaci¨®n del Gobierno porque justo cuando llega a las casas todo se cumple¡±. ¡°Es demasiado perfecto¡±, repite.
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