Caen los Trinitarios de Arganzuela por un intento de asesinato en un parque al grito de ¡°?baja patria!¡±

Fue premeditado, en manada y por sorpresa. El 14 de enero, cuando faltaban 10 minutos para las once de la noche, tres j¨®venes se encontraban en un parque del distrito madrile?o de Arganzuela, una zona residencial c¨¦ntrica en la que hay canchas de baloncesto y parques infantiles. Los chicos fueron sorprendidos por una jaur¨ªa de personas que los atacaron con armas blancas al grito de ¡°?baja patria!¡±, una orden que, en el mundo de los pandilleros, sirve para humillar al contrario. Las v¨ªctimas intentaron huir, pero los atacantes alcanzaron a dos y los dejaron heridos de gravedad, a uno en la mano y a otro en la cara. Ese grupo de atacantes era, seg¨²n las investigaciones, los Trinitarios del distrito de Arganzuela y a finales de junio fueron detenidos por la Polic¨ªa Nacional por este intento de asesinato, incluido uno de los cabecillas, que ya hab¨ªa sido detenido en una macrooperaci¨®n en la que se le acusaba de decenas de estafas para financiar a la banda.

El juez ha considerado de tal gravedad los hechos y el n¨²mero de pruebas tan abundante que ha ordenado el ingreso en prisi¨®n para los siete mayores de edad y en centros de reforma para los cinco menores detenidos. En esta decisi¨®n ha pesado el informe del forense elaborado semanas despu¨¦s, quien advirti¨® de que una de las heridas, ¡°muy profunda y cerca del cuello¡±, podr¨ªa haber causado ¡°un gran compromiso vital¡±. Es decir, que sin la intervenci¨®n del Samur y su traslado a un centro hospitalario, podr¨ªa haber perdido la vida. Tras estabilizarlos en el lugar, los heridos tuvieron que ser ingresados en el Cl¨ªnico y en La Paz.

Por las caracter¨ªsticas del ataque y la zona en la que se produjo, los investigadores de la Brigada Provincial de Informaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional trabajaron desde un primer momento con la hip¨®tesis de una agresi¨®n de bandas, algo que en su argot se denomina una ca¨ªda. Se trata de una cacer¨ªa premeditada en busca de enemigos a los que atacar. En esta ocasi¨®n creyeron encontrarlos en el parque de la Cu?a Verde del Ferrocarril, que ellos hab¨ªan identificado previamente como lugar de reuni¨®n de sus enemigos, los Dominican Don¡¯t Play. Todos los agresores iban vestidos de negro, con sudaderas, capuchas y mascarillas, para evitar que las c¨¢maras de seguridad de la zona y del metro captaran su rostro. Estas medidas de seguridad que tomaron hicieron m¨¢s compleja la investigaci¨®n, aunque las pruebas recopiladas por la polic¨ªa han sido determinantes para el ingreso en prisi¨®n de todos.

Despu¨¦s de agredirlos, todos escaparon en diferentes direcciones. La sucesi¨®n de hechos indic¨® a los investigadores que la acci¨®n estaba coordinada y planificada, por ello el juez consider¨® que todos, autores materiales y participantes en la reyerta, mayores y menores, ide¨®logos y soldados, deb¨ªan responder de la agresi¨®n por igual. Esta preparaci¨®n es la que ha llevado al juez a imputarles un delito de asesinato en grado de tentativa y de pertenencia a organizaci¨®n criminal en el caso de seis de ellos. Entre los mayores de edad hay cinco j¨®venes espa?oles, uno de Cabo Verde y otro de Rep¨²blica Dominicana. Los siete tienen entre 18 y 21 a?os y seis de ellos cuentan con antecedentes policiales, detallan fuentes policiales.

Entre los detenidos se encontraba uno de los cabecillas de la banda, de apodo Gretty, que ya fue arrestado hace unos meses por su participaci¨®n en una macroestafa para financiar a la organizaci¨®n. Seg¨²n las investigaciones policiales, el grupo ha dado un paso m¨¢s a la hora de ganar dinero y ha pasado a las estafas bancarias para aumentar sus ingresos. Este implicado tuvo un papel importante en los timos a usuarios de entidades bancarias a los que vaciaban las cuentas.

Las detenciones se realizaron la ¨²ltima semana de junio y la operaci¨®n concluy¨® con la entrada y registro de 12 inmuebles en los que los polic¨ªas confirmaron los indicios que les hab¨ªan llevado hasta ellos. En las casas encontraron machetes, munici¨®n para armas de fuego, los collares t¨ªpicos de los miembros de las bandas, bandanas y la ropa que llevaban ese d¨ªa.

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