Conseguir hueco en un ¡®coliving¡¯ en Madrid con 57 a?os: misi¨®n casi imposible
Las empresas reconocen que venden ¡°crear comunidad¡± y eso deja fuera a gente que supera los 50 a?os. Es el caso de Ana Lillo, que se muda a la capital para trabajar y le han dicho que no nada m¨¢s conocer su edad
La primera vez que le dijeron que no, se sorprendi¨®. A la segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta, ya esperaba la negativa. Ana Lillo tiene 57 a?os y en septiembre deja Alicante, donde reside ahora, para vivir durante cuatro meses en Madrid. Lo hace por trabajo, es realizadora de televisi¨®n y este oto?o tiene un rodaje m¨¢s largo de lo habitual. Hasta ahora, iba y ven¨ªa en tren o dorm¨ªa en casa de un amigo. Esta vez se queda m¨¢s tiempo y pens¨® en alquilar un apartamento, pero en la mayor¨ªa piden entre seis meses y un a?o de estancia como m¨ªnimo. Opt¨® por el coliving, uno de esos espacios ¨Da caballo entre el piso compartido y la residencia universitaria¨D donde el inquilino paga una renta mensual por una habitaci¨®n y comparte las zonas comunes (cocina, sal¨®n, despacho, terraza y hasta gimnasio o sala de juegos) con otros inquilinos. Lleva desde junio buscando y la mayor¨ªa de las empresas con las que ha contactado han parado el proceso o dejado de responder nada m¨¢s saber su edad.
¡°Por ahora, solo me han dado el s¨ª en uno¡±, cuenta por tel¨¦fono. En el primero donde solicit¨® plaza, todo iba bien al principio. Escogi¨® la habitaci¨®n y las fechas, hizo un tour virtual ¨Dhabituales en estas empresas¨D e incluso envi¨® sus datos y n¨²mero de cuenta para gestionar los pagos mensuales. Pero casi al final del proceso y acompa?ada de un tono de extra?eza, lleg¨® la pregunta:
¨D Ah, pero, ?es para ti?
¨D S¨ª, es para m¨ª.
¨D Es que nosotros solemos tener gente m¨¢s joven, con formas de vida similares y compatibles.
¡°?Acaso les han preguntado a los que ya est¨¢n si yo soy o no compatible? Trabajo cuatro d¨ªas a la semana y los tres restantes seguramente me vaya a Alicante con mis padres. El coliving, por lo que entiendo, no es para estar de fiesta¡±, se queja. En otra de las empresas le ped¨ªan rellenar una ficha para iniciar el proceso y en la fecha de nacimiento no le dejaron seleccionar su a?o: ¡°Empec¨¦ a darme cuenta de que la mayor¨ªa de veces la negativa era por la edad. Habr¨¦ buscado en unos siete sitios diferentes¡±. Con algunos ni siquiera contact¨® porque en la p¨¢gina web ya marcaban un l¨ªmite o inclu¨ªan frases como ¡°dise?ado exclusivamente para j¨®venes profesionales¡±.
Este peri¨®dico ha contactado con cinco empresas para alquilar una habitaci¨®n para una persona de entre 56 y 59 a?os. Solo en una han respondido que ¡°no hay problema por la edad¡±, aunque pide una estancia de m¨ªnimo seis meses. En tres de ellas dijeron directamente que no. ¡°Nuestros coliving tienen inquilinos de edad media entre los 22 y 24 a?os que prefieren vivir con coet¨¢neos¡±, fue la respuesta de una. Otra solo contest¨®: ¡°No, lo lamento¡±. Y en la quinta, explicaron que ¡°por poder¡±, si se puede aplicar para un dormitorio con 59 a?os, pero que el ambiente es para personas m¨¢s j¨®venes y que solo han tenido un inquilino de esa edad hasta ahora.
Impulsar la ¡°comunidad¡±
Lillo empez¨® por lo m¨¢s sencillo: un exploraci¨®n r¨¢pida en internet. Si uno teclea ¡°coliving¡± o ¡°habitaciones coliving¡± en el buscador, aparecen de golpe entre 11 y 15 empresas dedicadas a ello en Madrid, la mayor¨ªa con el nombre en ingl¨¦s. Las p¨¢ginas web de todas ellas se parecen: dise?o moderno, colores vivos, letras grandes y fotos de gente joven y guapa riendo, charlando o tomando una copa de vino. Y una palabra que se repite en todas: comunidad. ¡°Nuestra comunidad ser¨¢ tu motor¡±, se presenta una. ¡°S¨¦ parte de la Comunidad¡±, dicen en otra. ¡°Creamos comunidad¡±, promete una tercera. En algunas se dirigen al futuro inquilino directamente en ingl¨¦s ¨D¡°enter as strangers, live as friends (entrad como desconocidos, vivid como amigos)¡±¨D, porque muchas de las empresas son extranjeras.
La comunidad es, precisamente, uno de los motivos del ¨¦xito del coliving. Todos prometen ser un espacio donde los inquilinos no solo comparten desayuno, comida y cena, sino tambi¨¦n intereses, experiencias y hasta trabajo. Una de las compa?¨ªas se presenta as¨ª: ¡°Accede a una red de gente talentosa a trav¨¦s de nuestros hogares y expande tus conexiones o incluso conoce a tu pr¨®ximo socio¡±. Muchas ofertan tambi¨¦n zonas comunes para trabajar, los llamados coworking.
¡°Funciona con gente que comparte un estilo de vida. No quiere decir que tengan los mismos gustos o empleo, pueden ser personas muy diferentes, pero con ritmos similares. Es importante que no haya incongruencias entre personas¡±, explica Claudia Russo, directora en Madrid de Cohabs, un grupo belga que abri¨® el primer coliving en la capital en enero y tiene varios en ciudades como Par¨ªs, Nueva York, Bruselas y Luxemburgo.
El coliving de Cohabs en Madrid est¨¢ en Tetu¨¢n. Es un edificio de 432 metros cuadrados y tres plantas en la zona de Azca, totalmente reformado y con 16 dormitorios. El precio de las habitaciones va de los 810 euros la m¨¢s barata ¨D10 metros cuadrados, ba?o compartido y wifi incluida¨D a los 940 euros la m¨¢s cara, donde solo cambia el tama?o del cuarto, en este caso de 15 metros cuadrados. Por ese precio, los inquilinos tambi¨¦n tienen acceso a 14 ba?os, gimnasio, sala de cine, lavander¨ªa, cocina y ¨¢rea de trabajo. Y les suministran los productos b¨¢sicos, como aceite, sal, bolsas de basura o detergente. ¡°Todo aquello que pueda generar tensiones¡±, para que no se resienta la convivencia, cuenta Russo. La demanda es tan alta ¨Dentre 30 y 40 solicitudes a la semana¨D que ya est¨¢n reformando dos edificios m¨¢s en la ciudad y esperando la licencia para otros seis.
En Cohabs no discriminan por edad, asegura Russo: ¡°Tenemos una persona de 21 y dos de 40¡å. Aun as¨ª, los inquilinos tienen 28 a?os de media. La empresa maneja dos tipos de edificios: aquellos donde el perfil tipo son j¨®venes procedentes de otras comunidades aut¨®nomas u otros pa¨ªses que se mudan a la capital para trabajar (as¨ª es el coliving que han inaugurado en Madrid); y los pensados para gente de entre 40 y 50 a?os. Por ahora, de este segundo estilo solo hay uno y est¨¢ en Bruselas. ¡°Hablamos con todos los interesados y somos totalmente transparentes. Les decimos que si son conscientes de que van a tener que compartir espacio con m¨¢s personas y si creen que en ese ambiente se sentir¨ªan c¨®modos. Pero son m¨¢s importantes los perfiles con un mismo estilo de vida, aunque tengan edades diferentes¡±, a?ade.
Lillo cuenta que en alguna de las empresas no mencionaron de forma expl¨ªcita la edad. ¡°Pero al hablar conmigo, parte de la conversaci¨®n iba encaminada a ello. Me preguntaban hace cu¨¢nto empec¨¦ a trabajar o cu¨¢ntos a?os de experiencia tengo. Luego no volv¨ªan a ponerse en contacto conmigo, aunque ya me hab¨ªan dicho que hab¨ªa hueco en septiembre¡±, recuerda.
¡°Fuga¡± de propietarios
Jos¨¦ Mar¨ªa Alfaro, presidente de la Federaci¨®n Nacional de Asociaciones Inmobiliarias, comenta que ¡°las agencias est¨¢n notando una fuga de propietarios hacia el alquiler vacacional, el coliving y otras modalidades¡±, sobre todo en las grandes ciudades. La tendencia, explica, es que los arrendadores con m¨¢s experiencia y los peque?os inversores opten por este tipo de servicios ¡°en pisos amplios convertidos en espacios privados con zona com¨²n, una evoluci¨®n del alquiler por habitaciones¡±. ¡°Incluso venden sus pisos en alquiler y optan por comprar locales u oficinas para alquilar o destinan el dinero a otras inversiones inmobiliarias menos tradicionales, como la compra de terrenos r¨²sticos para huertos urbanos o solares¡±, a?ade.
Hasta ahora, en Madrid solo estaban regulados dos tipos de vivienda: la colectiva y la unifamiliar. Pero la modificaci¨®n de las normas urban¨ªsticas ¨Daprobada este julio con los votos en contra del PSOE y M¨¢s Madrid y la abstenci¨®n de Vox¨D introduce como novedad los dos modelos residenciales emergentes del cohousing y el coliving. En el primero, las viviendas deber¨¢n ser como m¨ªnimo de 30 metros cuadrados y con las zonas comunes llegar a los 40; en el segundo, las habitaciones no podr¨¢n ser inferiores a 15 metros cuadrados para una persona, ni a 10 metros por persona cuando est¨¦n previstas para m¨¢s de una.
Lillo todav¨ªa no tiene claro donde pasar¨¢ los pr¨®ximos cuatro meses y ha acabado agotada de las negativas y de que le hagan sentir que es demasiado mayor. ¡°Si hablan de profesionales, entiendo que esto no es una residencia de estudiantes y buscan trabajadores. Como yo. No me explico que le digas que no a alguien por la edad¡±.
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