Las cocinas fantasma se quedan: las claves de las nuevas normas urban¨ªsticas de Madrid
El Gobierno de Almeida saca adelante la modificaci¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n urbana con el voto en contra del PSOE y M¨¢s Madrid
El Gobierno popular de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida ha pasado el primer rodillo gracias a la confianza que le otorgaron las urnas. Y este lunes el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Madrid ha sacado adelante la modificaci¨®n de las normas urban¨ªsticas en una sesi¨®n extraordinaria del Pleno con los votos en contra del PSOE y M¨¢s Madrid y la abstenci¨®n de Vox. Los cambios en el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana, que se hab¨ªan mantenido bloqueados por la ultraderecha en la anterior legislatura y datan de 1997, entrar¨¢n en vigor una vez d¨¦ el visto bueno la Comunidad de Madrid, que tiene un plazo de cuatro meses. Las nuevas normas buscan regular negocios que hace 26 a?os ni se pensaban: como los pisos tur¨ªsticos, las cocinas fantasma, o la construcci¨®n de viviendas de menos de 40 metros cuadrados.
En una sesi¨®n expr¨¦s que ha permitido la mayor¨ªa absoluta del PP, antes de cerrar por vacaciones y de que el presidente del Pleno, Borja Fanjul, les deseara a todos que ¡°sobrevivan a la campa?a¡±, los concejales de la oposici¨®n han criticado unas medidas que han calificado como un ¡°atropello¡±. El portavoz adjunto de M¨¢s Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, Eduardo Fern¨¢ndez Rubi?o, ha ido m¨¢s all¨¢: ¡°Las nuevas normas solo generar¨¢n la ley de la selva con las cocinas industriales, no dan soluci¨®n a la proliferaci¨®n de locales de apuestas en barrios como Usera y no dan respuesta al problema de la vivienda¡±. Y ha a?adido: ¡°Ustedes [al PP], que est¨¢n tan preocupados por la natalidad, deber¨ªan saber que para formar una familia primero hay que tener un techo¡±.
La l¨ªder del PSOE en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, ha querido insistir en la cara oscura del texto: ¡°Estas normas tienen una firma, la del antiguo concejal, Mariano Fuentes, y no hemos escuchado ninguna explicaci¨®n sobre esa puerta giratoria que hemos denunciado. Una clara incompatibilidad entre ese concejal y esa empresa [V¨ªa ?gora]. Han perdido una gran oportunidad de dar explicaciones. Esta modificaci¨®n favorece a los promotores y especuladores frente al inter¨¦s general de los madrile?os¡±. Fuentes, exdelegado de Urbanismo en Madrid en la anterior legislatura de Almeida, se convirti¨® en directivo de V¨ªa ?gora apenas unos d¨ªas despu¨¦s de cederle cinco parcelas municipales.
Pero la votaci¨®n de este lunes era un mero tr¨¢mite para el PP, con los 26 votos a favor de su bancada no necesitaba negociar, pactar, ni escuchar ninguna alegaci¨®n. Mucho menos dar explicaciones sobre el nuevo cargo de su anterior concejal de Urbanismo y, por tanto, cuestionar la legitimidad de las normas que ¨¦l mismo redact¨® y se han aprobado. La concejala socialista Sonia L¨®pez advert¨ªa de que esta din¨¢mica ser¨¢ la t¨®nica general en los pr¨®ximos cuatro a?os.
Cocinas fantasma
Una de las cuestiones que aborda el nuevo texto son las pol¨¦micas cocinas industriales o fantasma, cuya concesi¨®n de licencias se encuentra paralizada por la moratoria que impuso el Ejecutivo municipal de PP y Ciudadanos y que finaliza el pr¨®ximo 16 de agosto. Los vecinos afectados critican que no se haya prohibido que se instalen estos negocios en zonas residenciales, como ha sucedido en Barcelona, ni que se haya fijado un l¨ªmite en los horarios. La nueva regulaci¨®n permite cocinas fantasma de hasta 350 metros cuadrados en zonas residenciales y un n¨²mero m¨¢ximo de ocho cocinas.
Estipula que todos los locales dispondr¨¢n en su interior de una zona de espera para motocicletas y bicicletas de reparto, as¨ª como una estancia de repartidores, con superficie m¨ªnima de cinco metros cuadrados por cocina, y dispondr¨¢n de un cuarto para la recepci¨®n de residuos con dimensiones adecuadas a las condiciones que establezcan las ordenanzas sobre la materia.
Patios de manzana
La modificaci¨®n de las normas urban¨ªsticas proponen fomentar la recuperaci¨®n de los patios de manzana mediante la ¡°mejora¡± de sus condiciones medioambientales porque, seg¨²n sostiene el ¨¢rea de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) de 1997 ¡°no ha logrado dotarles de vida ¨²til¡± y, es m¨¢s, ¡°se han degradado y deteriorado afectando a sus condiciones ambientales e higi¨¦nicas¡±.
Seg¨²n c¨¢lculos municipales, casi el 35% de estos suelos carece de edificaci¨®n y aproximadamente el 40% la ocupan edificaciones de tres o m¨¢s alturas. En ellos se desarrollan usos con o sin licencia. ¡°La dif¨ªcil implantaci¨®n de nuevos usos en las edificaciones que ocupan los patios de manzana y espacios libres en el ¨¢mbito de la Norma Zonal 1 ha provocado el desuso y abandono de edificaciones existentes o su infrautilizaci¨®n como espacios residuales, almacenes o cuartos de instalaciones¡±, han indicado.
Entre las alternativas ahora se apunta al mantenimiento de la obligaci¨®n de recuperaci¨®n de los patios en caso de obras de reestructuraci¨®n general o de nueva edificaci¨®n. Si no se realizan obras se incorporan condiciones para flexibilizar el r¨¦gimen de usos permitidos en los patios.
Pisos tur¨ªsticos, sin cambios
Las nuevas normas urban¨ªsticas integran el Plan Especial de Hospedaje, por lo que las viviendas de uso tur¨ªstico no experimentar¨¢n ning¨²n cambio y quedan, por tanto, sujetas al mismo, que exige acceso independiente, un aspecto que la Comunidad de Madrid pide mantener.
Sobre este punto se ha manifestado el alcalde a su salida del Pleno ante un encuentro con la prensa. Ha prometido establecer una nueva normativa relativa a las viviendas de uso tur¨ªstico que ¡°sea clara y d¨¦ seguridad¡± y aumentar las inspecciones, llegando a clausurar aquellas que no cumplan con los par¨¢metros vigentes.
Prohibidas las viviendas de menos de 40 metros
El texto introduce la regulaci¨®n de dos modelos residenciales, el cohousing y el coliving y proh¨ªbe la construcci¨®n de viviendas de menos de 40 metros cuadrados, mientras que se regulan los tendederos, trasteros y zonas comunitarias.
Hasta el momento, Madrid solo regulaba dos tipos de vivienda, la colectiva y la unifamiliar. Los modelos residenciales emergentes se integran en la nueva categor¨ªa de la clase de residencia compartida o coliving, caracterizado por la dotaci¨®n de espacios comunes, con la correlativa reducci¨®n de las unidades de alojamiento privativas de las viviendas. Estas no podr¨¢n ser inferiores a 15 metros cuadrados para una persona, ni a 10 metros por persona cuando est¨¦ prevista para m¨¢s de una.
Tambi¨¦n se regulan las viviendas colectivas tipo cohousing, donde los espacios comunes aumentan hasta abarcar todas las zonas de estancia y ocio, mientras que las viviendas dispondr¨¢n de las piezas que considere cumpliendo el programa m¨ªnimo de vivienda, salvo la estancia comedor, que ser¨¢ libre. La superficie m¨ªnima de la vivienda ser¨¢ en este caso de 30 metros cuadrados, compensando el resto hasta los 40 con las zonas comunitarias.
Las nuevas normas incluyen la regulaci¨®n de los tendederos, trasteros y zonas comunitarias. Desde este momento no ser¨¢ necesaria la separaci¨®n f¨ªsica entre cocina y tendedero y se admite la planta baja para los trasteros sin computar edificabilidad.
De local a vivienda
Otra de las cuestiones que regulan las nuevas normas urban¨ªsticas y que no se contemplaba de manera expresa en las actuales es la transformaci¨®n de local a vivienda, garantizando que se respetan las condiciones de habitabilidad, confort, seguridad, accesibilidad y salubridad exigibles a las viviendas de nueva construcci¨®n.
Uno de los cambios que se han introducido es que se excluye del c¨®mputo de edificabilidad elementos que mejoren la eficiencia energ¨¦tica del edificio, como galer¨ªas bioclim¨¢ticas, locales de generaci¨®n, almacenamiento y distribuci¨®n de energ¨ªas renovables, chimeneas solares y el incremento del espesor de cerramientos para aislamiento ac¨²stico y t¨¦rmico. Afectar¨ªa adem¨¢s a escaleras adicionales y a las zonas de refugio que se deban disponer por adaptaci¨®n a la normativa de seguridad en caso de incendio.
Tambi¨¦n ser¨¢ posible el sobredimensionado de elementos comunes como escaleras y pasillos para favorecer la accesibilidad y el confort. Tampoco computar¨¢n los espacios en un edificio para alojar bicicletas o patinetes el¨¦ctricos, ni los de recepci¨®n de paqueter¨ªa, conserjer¨ªa o similares.
Balcones y factor verde
Se potencia la incorporaci¨®n de balcones y balconadas, incrementando su saliente (hasta 0,75 metros frente a los 0,45 de antes) y se admite la posibilidad de disponer terrazas sobre el espacio libre de parcela sin computar edificabilidad cuando est¨¦n descubiertas en al menos dos plantas.
Tambi¨¦n se mantiene la exclusi¨®n del c¨®mputo de los miradores, pero modificando sus condiciones para mejorar su comportamiento bioclim¨¢tico con la incorporaci¨®n de persianas y otros elementos de protecci¨®n solar. Adem¨¢s, se abren a cornisas a nivel de todas las plantas como elementos de protecci¨®n solar.
Las normas urban¨ªsticas introducen un nuevo par¨¢metro urban¨ªstico, el factor verde, que busca reducir las islas de calor y mejorar la calidad del aire. Se trata de aumentar la superficie verde total en la edificaci¨®n mediante cubiertas y fachadas verdes, y en el espacio libre de parcela mediante su arbolado y ajardinamiento. Se aplicar¨¢ a las obras de nueva planta, sustituci¨®n, ampliaci¨®n y en las de reestructuraci¨®n y acondicionamiento generales.
Solares para distintos usos
Las normas urban¨ªsticas buscan ¡°aprovechar¡± solares vacantes para distintos usos, un destino provisional mientras no se utilicen. En la mayor¨ªa de los casos, los usos que se permitan responder¨¢n a intereses generales para los ciudadanos, tanto de recreo y esparcimiento, como dotacionales. Esta propuesta est¨¢ alineada con los objetivos establecidos en el Plan de 1997, que establec¨ªa esta necesidad de uso temporal, pero que no determinaba un plazo. Ahora s¨ª lo define, cuatro a?os.
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