Los comerciantes del Metro de Madrid ganan la primera batalla de un desahucio en Aluche
El cierre de las tiendas ha fulminado a 125 pymes y 700 puestos de trabajo, seg¨²n la asociaci¨®n de vendedores de la empresa transportadora
El olor a caf¨¦ fresco que inundaba la cafeter¨ªa Aqu¨ª Te Espero, en el barrio Aluche, al sur de Madrid, fue reemplazado en segundos por un penetrante hedor a aerosol: un grupo de comerciantes escrib¨ªa sobre un cartel ¡°Stop desahucios¡±. A pocos metros all¨ª, Marcelo Garc¨ªa, de 69 a?os, tem¨ªa que este mi¨¦rcoles fuera el ¨²ltimo d¨ªa en que abriera las puertas de El Pip¨®n, su tienda de frutos secos de la que dependen tres familias. El contrato que ten¨ªa con la empresa Metro de Madrid S.A. por el alquiler del local venci¨® en 2018. La compa?¨ªa declin¨® la renovaci¨®n y comenz¨® un litigio que ha concluido con una orden de desahucio. El 27 de septiembre estaba previsto el cierre del comercio, pero una negociaci¨®n en caliente con el equipo jur¨ªdico de Metro ha aplazado dos meses la ejecuci¨®n. Los desahucios de otras dos tiendas en el mismo sector est¨¢n previstos para las pr¨®ximas semanas. Francisco Ferrera, presidente de la Asociaci¨®n de Aut¨®nomos y Comerciantes del Metro de Madrid (AACMM), denuncia ¡°una persecuci¨®n y maltrato a los comerciantes¡± y calcula que el cierre de estos locales ha acabado con 125 pymes y 700 puestos de trabajo.
Garc¨ªa regenta El Pip¨®n desde hace 30 a?os. Asegura que en este tiempo han sobrado los embates de la Administraci¨®n. ¡°Primero fue el Ayuntamiento, porque no ten¨ªa licencia¡±, recuerda este hombre que gast¨® ¡°bastante dinero en arquitectos¡± para reformar el local, de tal forma que cumpliera con la normativa. Una vez recuperada la licencia para operar, fue la empresa Metro la que se opuso a que su negocio siguiera abierto, a pesar del gasto en el que hab¨ªa incurrido para renovar el establecimiento.
Cinco a?os ha resistido Garc¨ªa tras el mostrador colmado de dulces, cacahuates y refrescos, hasta que hace una semana recibi¨® una orden de desalojo que le daba solo ocho d¨ªas para abandonar el local. ¡°Si debo cerrar, es un problema para los trabajadores porque ir¨¢n al paro y para m¨ª porque tendr¨ªa que indemnizarles¡±, afirma el comerciante que se gana la vida con su tienda de frutos secos hace 30 a?os.
Sobre las 9.30 de la ma?ana de este mi¨¦rcoles, llegaba la comisi¨®n judicial acompa?ada del equipo jur¨ªdico de Metro y un par de oficiales de la polic¨ªa. Los vecinos se acomodaron instintivamente delante de la entrada de El Pip¨®n. ¡°Cierren todo¡±, grit¨® alguien. Cerraron todo. Uno de los voceros de la empresa se acerc¨® a Garc¨ªa para explicarle el proceso y convencerle de permitir el desalojo. Fue una negociaci¨®n acalorada, colmada de peticiones, concesiones, desacuerdos y pactos.
Los interlocutores fueron rodeados por una multitud de vecinos y curiosos que reaccionaban con aplausos a las palabras de Garc¨ªa. ¡°Esto es un maltrato a los comerciantes. Nosotros solo damos curro¡±, se?alaba exaltado el due?o de El Pip¨®n, que apuntaba con el dedo al portavoz de Metro. El momento se tensaba a¨²n m¨¢s con la llegada paulatina de agentes de la Polic¨ªa y ocho coches patrulla.
Hubo al menos 15 minutos de di¨¢logo hasta que el equipo judicial de la empresa Metro otorg¨® una pr¨®rroga de dos meses a Zapata, un lapso que, seg¨²n ¨¦l, le da tiempo para vender la mercanc¨ªa, desmantelar el local, oficializar el despido de los trabajadores y prepararse ¡°psicol¨®gicamente¡± para cerrar, aunque confiesa que a¨²n no se imagina saliendo de su negocio ese 1 de diciembre.
Otros de los presentes que acompa?¨® a Garc¨ªa en la intervenci¨®n fue Javier Zapata, de 54 a?os, quien tendr¨¢ la misma faena la pr¨®xima semana. Este comerciante ha sufrido el desalojo por partida doble: no solo le preocupa el desahucio de su panader¨ªa ¨Ddonde trabajan nueve empleados¨D el pr¨®ximo 4 de octubre, sino que desde hace 8 a?os espera la reubicaci¨®n de otro local que tuvo que cerrar en 2016 porque no cumpl¨ªa los criterios que exig¨ªa la nueva reglamentaci¨®n. Firm¨® un convenio con Metro que lo favorec¨ªa con un realojo que nunca lleg¨®. ¡°Me hablaron de tres sitios diferentes, pero nunca se concret¨®¡±, denuncia. El contrato venci¨® en 2018 sin la asignaci¨®n de ning¨²n espacio y ahora la empresa justifica que, como el convenio ha caducado, ¡°no se puede proceder a ning¨²n realojo¡±, afirma Francisco Olaya, portavoz de Metro.
La entrada en vigor en 2016 de una nueva normativa de usos asociados para el Metro caus¨® el cierre de la mayor¨ªa de los negocios, ya que no contaban con una salida independiente al exterior. De los 150 comercios que hab¨ªa en 2005, seg¨²n c¨¢lculos de AACMM, solo sobreviven cinco. Metro ha indicado por correo que la situaci¨®n de estos locales activos est¨¢ judicializada. Entre tanto, algunos como Zapata contin¨²an a la espera de un nuevo local, mientras otros se han conformado con las indemnizaciones por el cierre total que rondan los 40.000 euros.
En la plaza de Aluche, donde este mi¨¦rcoles se adelantaba el intento de desahucio, hay tres comercios de la empresa Metro vac¨ªos y en desuso. ¡°Uno lleva 12 a?os cerrado y el otro 15¡å, afirmaba Zapata. La compa?¨ªa ha informado a EL PA?S de que ¡°esos locales se sacaron a licitaci¨®n (por separado) y quedaron desiertos¡±. Nadie aspir¨® a ellos. Los comerciantes ni se enteraron de que pod¨ªan aplicar. La empresa, que no ha encontrado quien llene los establecimientos vac¨ªos hace m¨¢s de una d¨¦cada, insiste en desalojar a los comerciantes que llevan all¨ª m¨¢s de 30 a?os.
El gremio de comerciantes tambi¨¦n se pregunta qu¨¦ ha pasado con los m¨¢s de 30 establecimientos que construy¨® Metro en 2010 en las estaciones Plaza de Castilla, ?pera, Pac¨ªfico, Legazpi y Sol. AACMM denuncia que solo cuatro est¨¢n operando. La empresa de metro no ha precisado cu¨¢nto han costado las obras, pero confirma que los espacios no podr¨¢n utilizarse porque ¡°solo se pueden licitar los locales que est¨¦n sobre rasante¡±, es decir, a nivel de la calle, seg¨²n la nueva normativa.
Los tenderos de Aluche resaltan los beneficios de mantener abiertos sus negocios para el entorno social. Zapata afirma que estos establecimientos generan seguridad: ¡°Aportamos presencia desde las seis de la ma?ana hasta las 11 de la noche en una zona donde no todas las farolas funcionan¡±, dice con iron¨ªa el empresario.
Por el momento, vecinos y comerciantes han evitado el desalojo de El Pip¨®n. La pr¨®xima semana ser¨¢ el turno para la panader¨ªa La Estaci¨®n y, al comienzo de noviembre, la cafeter¨ªa Aqu¨ª Te Espero se enfrentar¨¢ a su desahucio. Las probabilidades est¨¢n en su contra, pero quieren dar la pelea. Algunos comparan esa lucha con la de David contra Goliat, solo que en este caso ¡°la pedrada siempre se la lleva David¡±, como dice Zapata, el pr¨®ximo en la lista del equipo jur¨ªdico de Metro.
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