Cinco v¨ªctimas de acoso escolar conviven con sus agresores en un colegio de Retiro
Un grupo de alumnos del centro educativo Santa Mar¨ªa del Pilar denuncia a otros estudiantes por desnudarlos sin su consentimiento
David, de 13 a?os, fue apresado de manera imprevista por unos compa?eros del campamento de verano. La carpa era estrecha y l¨²gubre, d¨¦bilmente iluminada por la bombilla que sujetaba uno de los seis menores que se abalanzaron sobre ¨¦l. Eran m¨¢s corpulentos, pero intent¨® resistirse. Lo rodearon en corro. David, cuyo nombre es ficticio para proteger su identidad, es uno de los menores maltratados el pasado verano en la provincia de Soria, donde los ni?os estaban de colonias.
Las declaraciones de los padres de las v¨ªctimas ante la Guardia Civil coinciden en los supuestos abusos descritos: los chavales, entre 14 y 16 a?os, intentaban desnudar a los otros menores y les tocaban los genitales. Algunos de los adolescentes fueron violentados en m¨¢s de una ocasi¨®n. El padre de David lamenta que su hijo tenga que cruzarse habitualmente con los presuntos agresores, pese a que la direcci¨®n del colegio Santa Mar¨ªa del Pilar ¨Ddel que depende el campamento¨D asegura haber tomado medidas para separarlos.
La noche del 19 de julio, una monitora del campamento descubri¨® que algunos menores estaban violentando a otros. Al notar un movimiento inusual en el interior de una de las tiendas de campa?a, se acerc¨® para abrirla. Dentro se encontr¨® con un ni?o que estaba siendo abusado de la forma descrita, una de las escenas que est¨¢ siendo investigada como un supuesto abuso sexual. La monitora llam¨® a la Guardia Civil ¡ªque posteriormente le aconsej¨® a los padres de las v¨ªctimas que fueran a testificar¡ª. Los abusadores fueron expulsados del campamento y el resto de ni?os permaneci¨® all¨ª por lo menos una semana m¨¢s. Entre tanto, los padres de los menores abusados comenzaron a buscar respuestas. Escribieron al grupo scout de Santa Mar¨ªa del Pilar ¡ªorganizadores del campamento¡ª, a la Fiscal¨ªa y a la Guardia Civil, pero al final quedaron m¨¢s dudas que certezas. ¡°Los scout han actuado de manera desastrosa. Algunos de los agresores eran reincidentes¡±, afirma el padre de David, quien confiesa sentirse solo en su intento porque ¡°los agredidos no convivan con los agresores¡±.
Leoncio Fern¨¢ndez, director de la instituci¨®n educativa, asegura que al inicio del curso se tomaron medidas para que los presuntos atacantes no se cruzaran con los menores violentados. Sin embargo, el padre de David ha expresado que habitualmente su hijo tiene que compartir con quienes, en contra de su voluntad, lo introdujeron en aquella carpa. ¡°Eso era lo que yo no quer¨ªa que pasara¡±, recalca el hombre, que insiste en una ¡°intenci¨®n de encubrimiento¡± por parte de la instituci¨®n educativa. Javier Miglino, fundador de Bullying Sin Fronteras ¨Dorganizaci¨®n que aboga por la abolici¨®n del acoso escolar¨D, censura que ¡°es il¨®gico que este menor tenga que estar sometido al miedo de saber que tiene que estar con sus agresores¡±.
Miglino aclara que, ante la sospecha de una situaci¨®n de acoso escolar, ¡°el instituto tiene que alejar a los agresores y salvaguardar a las v¨ªctimas, siempre de forma inmediata y cautelar, es decir, por un tiempo determinado hasta que la situaci¨®n se aclare¡±. El rector alega que no puede hacer ¡°que los alumnos (presuntos abusadores) vuelen desde la entrada hasta el sal¨®n de clases¡± para evitar que se crucen con los atacados y prefiere esperar la resoluci¨®n del proceso judicial en curso, antes de expulsar a alg¨²n estudiante. Miglino tacha de ¡°facilista¡± esta respuesta: ¡°Es irracional que protejamos a los mayores de edad, como por ejemplo en el caso de Jennifer Hermoso y Luis Rubiales (donde se dict¨® orden de alejamiento), pero que no se haga lo mismo con los menores¡±, sentencia el especialista en protecci¨®n de la infancia.
El colegio Santa Mar¨ªa del Pilar es una instituci¨®n biling¨¹e, ubicada en el distrito de Retiro y con una infraestructura envidiable: rico en zonas verdes, jardines y campos deportivos (atletismo, tenis, p¨¢del, f¨²tbol, hockey). Tiene una iglesia y sala pastoral, ambas de gran importancia en la comunidad de vocaci¨®n marianista. Uno de los buques insignia del centro educativo es el grupo scout, fundado en 1960. Fue en este grupo donde varios ni?os sufrieron abusos sexuales por parte de Manuel Bri?as, pederasta confeso, que lider¨® la patrulla de los lobatos, compuesta por los scouts m¨¢s peque?os de Santa Mar¨ªa. Los testimonios de las v¨ªctimas han revelado las agresiones que sufr¨ªan en los campamentos de veranos organizados por este grupo en la d¨¦cada de los sesenta y setenta.
El director Fern¨¢ndez dice tajante que el grupo de scouts Santa Mar¨ªa del Pilar es un organismo independiente del centro educativo, a pesar de los v¨ªnculos evidentes. El grupo no solo comparte el nombre con el colegio, tambi¨¦n usa las instalaciones para sus reuniones, toma la mayor¨ªa de sus miembros del alumnado de Santa Mar¨ªa y se define en su p¨¢gina web como una asociaci¨®n que ¡°pertenece al Colegio Santa Mar¨ªa del Pilar y a la Pastoral del mismo¡±.
El padre de David sostiene que el centro educativo tiene ¡°inter¨¦s en proteger a los suyos¡±, en referencia a familiares de los agresores y sus presuntas vinculaciones con el colegio.
Fern¨¢ndez insiste en que s¨ª ha tomado decisiones para asegurar la integridad de los menores, aunque prefiere no juzgar si estas son suficientes. Al ser preguntado por las medidas implementadas, el director del centro rechaz¨® aclararlas. ¡°A usted no se lo voy a decir¡±, espet¨® tras impedir grabar la conversaci¨®n y advertir de que cualquier informaci¨®n sobre el tema podr¨ªa devenir en una acusaci¨®n judicial contra este peri¨®dico.
Espa?a es el tercer pa¨ªs del mundo con mayor n¨²mero de casos de acoso escolar: 69.554, seg¨²n el recuento m¨¢s reciente de Bullying Sin Fronteras. Este acoso a los ni?os es la causa principal de suicidio infantil y juvenil. Migilino estima que ¡°uno de cada cuatro casos de acoso escolar es silenciado por las directivas de los centros, en muchos casos para cuidar la reputaci¨®n del instituto o de los profesores¡±.
A finales de octubre testificar¨¢n los menores ante un juzgado de Soria ¨Ddonde sucedieron los hechos¨D. La Fiscal¨ªa ha declarado inimputables a los menores implicados que no han cumplido los 14 a?os. Al margen del proceso judicial, los padres afectados observan con preocupaci¨®n la interacci¨®n constante a la que se someten los ni?os agredidos con los presuntos agresores. El rector a?ade que es ¡°imposible tomar medidas ahora mismo¡±, ya que prefiere ce?irse estrictamente al desarrollo del litigio. El padre de David se niega a pensar que para proteger a su hijo tenga que sacarlo del colegio: ¡°Si vuelve a ser agredido, me voy a sentir mal porque no habr¨¦ cumplido mi obligaci¨®n de protegerle¡±.
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