In memoriam de Tom¨¢s Gom¨¦z Gasc¨®n
Puede que sin su trabajo, la especialidad de m¨¦dico de familia no existir¨ªa hoy ni tendr¨ªa el reconocimiento que se merece
Que la vida iba en serio ya lo empezamos a comprender hace a?os, como el poeta Gil de Biedma, a fuerza de llevarnos la vida por delante. Que la muerte no hace distingos, lo aprendemos cada d¨ªa entre el quebranto y la impotencia. Tom¨¢s G¨®mez Gasc¨®n, que falleci¨® en Madrid el mi¨¦rcoles, era una de esas personas que la muerte deber¨ªa haber respetado.
Tienen las revoluciones sus ¡°tempos¡± y Tom¨¢s, como tantos, la inici¨® en los ochenta con la fe y el compromiso durante la hist¨®rica Conferencia Internacional de la Organizaci¨®n Mundial de la salud de Alma Ata: Salud Para todos en el a?o 2000, celebrada en la actual Kazajist¨¢n. Se hizo m¨¦dico de familia con un n¨²mero de MIR que le hubiese posibilitado coger cualquier especialidad de moda, y con la sombra alargada de un ¡°Alma Ata¡± ut¨®pica en sus objetivos y realista en sus estrategias: potenciar la atenci¨®n primaria. De su beligerancia en el empe?o de dignificar la funci¨®n del m¨¦dico de familia frente a otras especialidades hospitalarias, dan cuenta sus numerosas publicaciones y su labor cotidiana.
Gracias a personas como Tom¨¢s, la atenci¨®n primaria ha conseguido el reconocimiento que se merece, aunque a veces los pol¨ªticos no acierten a entenderlo. De su reconocido magisterio dan cuenta los residentes que form¨® y que ahora demuestran su competencia. Ejerci¨®, adem¨¢s, la presidencia de la Comisi¨®n Nacional de la especialidad con el objetivo de dotarla de las herramientas para realizar el abordaje biopsicosocial necesario para atender a los pacientes. De su compromiso con la medicina de familia nos habla su adscripci¨®n a una incipiente Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Puede ser que sin Tom¨¢s y sin semFYC no existiese nuestra especialidad. Como dec¨ªa la doctora Barbara Starfield, la atenci¨®n primaria no solo es un nivel asistencial, sino una estrategia para lograr un mayor nivel de salud de la poblaci¨®n y una menor inequidad.
Fue vicepresidente de semFYC desde 1987 a 1993 en unos momentos en los que, como en la novela de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, el mundo de la primaria era tan nuevo que los objetos hab¨ªa que se?alarlos con el dedo porque no ten¨ªan nombre. Su papel ha sido tan relevante que en esa sociedad, cuando alguien comenta ¡°Tom¨¢s dice que¡¡±, no hace falta preguntar qu¨¦ Tom¨¢s. Hemos compartido con ¨¦l la presidencia de la Sociedad Madrile?a de Medicina de Familia y Comunitaria. ?l fue el primer presidente en 1987, en una sociedad muy balbuceante, pero que desde el principio apunt¨® maneras con muchas luchas en despachos y en la calle. Tom¨¢s ha sido un referente, no solo para los m¨¦dicos de familia, sino tambi¨¦n para gestores y economistas en ciencias de la salud, por su defensa de la sanidad p¨²blica y su encendido af¨¢n de situar al paciente en el centro.
-S¨ª, Tom¨¢s, si hubiese una tecnolog¨ªa que demostrase una disminuci¨®n de la mortalidad de un 30%, como ha demostrado el tener al mismo m¨¦dico de familia durante al menos 15 a?os, ser¨ªa titular en todos los medios de comunicaci¨®n.
-S¨ª, Tom¨¢s, ya sabemos que lo nuestro no es de grandes titulares, pero sin nosotros el Sistema Nacional de Salud se quebrar¨ªa.
Ahora nos toca no quebrarnos ante tu ausencia. Nos toca seguir defendiendo la atenci¨®n primaria, algo m¨¢s solos, rotos por una pena que nos atenaza que solo es superada por nuestra gratitud.
Alberto L¨®pez Garc¨ªa-Franco y Jose Luis Quintana G¨®mez. M¨¦dicos de Familia y expresidentes de la Sociedad Madrile?a de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFyC)
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