Caen dos atracadores con pistola que hicieron rehenes a clientes y trabajadores de dos sucursales en Madrid

Gafas de sol, gorra, mascarilla y un chaleco antirreflectante. El uniforme de un atracador profesional. De dos, en concreto. Los que asaltaron las sucursales bancarias de los municipios madrile?os de Legan¨¦s y Torrej¨®n de la Calzada. En las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad del robo en Torrej¨®n de la Calzada, ocurrido en agosto, se ve c¨®mo entran con paso firme, se abren paso entre la decena de clientes que hac¨ªa cola y van directos a su objetivo. Mientras uno de ellos lleva a un empleado a la caja de seguridad para hacerse con el bot¨ªn, el otro mantiene maniatados y apoyados contra la pared al resto de personas que se encontraban en ese momento en la sucursal. Se balancea como por pasar el rato mientras espera a su compinche. Despu¨¦s, abandonan el lugar, con el dinero en una mochila negra. Un atraco a un banco de manual.

La Guardia Civil comenz¨® a tomar muestras para descubrir qui¨¦n se ocultaba tras esas mascarillas. Las c¨¢maras de seguridad del entorno del banco les dieron las primeras pistas, observaron que se hab¨ªan marchado del lugar en un coche aparcado en las inmediaciones. Los atracadores ten¨ªan que tener experiencia en este tipo de golpes. Hab¨ªan atado a los clientes y a los trabajadores con bridas tanto en las manos como en los pies mientras met¨ªan el dinero en la mochila. No se mostraban nerviosos a pesar de tener una decena de rehenes frente a ellos. Eran peligrosos porque hab¨ªan utilizado una pistola en el golpe y no hab¨ªan dudado en amenazar con ella a sus v¨ªctimas. De aquella sucursal salieron con 183.000 euros.

Meses despu¨¦s, este noviembre, repitieron la operaci¨®n en Legan¨¦s. Fue entonces cuando la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional comenz¨® a trabajar codo con codo. Un equipo conjunto del grupo de Robos Violentos de la Guardia Civil, el Grupo XIII de la Brigada Provincial de la Polic¨ªa Nacional y la Comisar¨ªa Local de Polic¨ªa Nacional de Parla se pusieron manos a la obra y no tardaron en obtener resultados.

De este segundo asalto se llevaron 350.000 euros. Dos trabajos muy provechosos que les acabar¨ªan saliendo caros. Ambos cuerpos de seguridad cruzaron informaciones y pusieron el nombre de dos principales sospechosos sobre la mesa. Durante todo ese tiempo hab¨ªan tomado todas las medidas posibles de precauci¨®n, pero no fueron suficientes. Cambiaron de domicilio, utilizaron identidades falsas e incluso viajaron algunas temporadas a Marruecos para tratar de borrar su rastro.

Pero lo cierto es que sus huellas eran muy dif¨ªcil de borrar. Una nutrida carrera delictiva les coloc¨® en el punto de mira de los agentes. Entre los dos, sumaban m¨¢s de 103 antecedentes y detenciones por delitos relacionados contra el patrimonio y la seguridad vial. El m¨¢s joven tiene 29 a?os y el mayor 57. Cuando la operaci¨®n dio sus frutos y se detuvo a los implicados, a uno de ellos se le notific¨® este arresto en prisi¨®n, donde se encontraba por otras causas pendientes con la justicia.

La investigaci¨®n tambi¨¦n llev¨® a los agentes hasta un taller ilegal ubicado en Parla, que los dos detenidos frecuentaban y donde les prestaban apoyo para sus atracos. De hecho, el encargado de este negocio il¨ªcito tambi¨¦n fue detenido como cooperador por facilitarles los veh¨ªculos para escapar de las sucursales despu¨¦s de dar los golpes.

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