Cenar fuera de casa en Nochebuena: ¡°Nosotras nos vamos al McDonald¡¯s¡±

Hay cenas de Nochebuena, y luego est¨¢ la de la periodista Ainhoa Iriberri y su madre. ¡°Nosotras nos vamos al McDonald¡¯s¡±, suelta Iriberri por tel¨¦fono. Todo comenz¨® hace 13 a?os, cuando una tarde, la reportera pill¨® por sorpresa a la reina de la familia y le dijo que esto de cocinar en casa en el d¨ªa m¨¢s tradicional y navide?o se iba a terminar. Elena, la madre, jubilada tras pasar d¨¦cadas en el hospital Gregorio Mara?¨®n, escuch¨® atentamente la propuesta de su hija. De sopet¨®n, recibi¨® dos opciones: o bien cenar en un Burger King, o bien en un McDonald¡¯s. La idea, eso s¨ª, ven¨ªa acompa?ada de un viaje de dos o tres d¨ªas a una ciudad que, desde Madrid, no tendr¨ªa que superar las tres o cuatro horas de vuelo. Todo muy r¨¢pido, vaya. El pacto del McDonald¡¯s acababa de firmarse. Madre e hija deber¨ªan cenar en los a?os venideros hamburguesas con patatas fritas fuera de casa. El primer a?o se fueron a Malta, luego a Barcelona, a Sevilla, a Chipre, a Atenas... Y este, seg¨²n cuenta la periodista, a Niza. Su historia se public¨® en un reportaje en El Espa?ol hace ya cinco a?os bajo el t¨ªtulo La felicidad de una d¨¦cada cenando en Nochebuena en McDonald¡¯s por todo el mundo. Tuvo tanto ¨¦xito, que hasta la cadena de comida r¨¢pida les hizo un anuncio de Navidad el pasado a?o.

¡°En aquel entonces yo no ten¨ªa Facebook¡±, escrib¨ªa Elena, la madre, ¡°pero mi hija colg¨® una foto m¨ªa [cenando hamburguesas] y la subi¨® al suyo. Desde que yo tambi¨¦n me apunt¨¦ a la famosa red social tambi¨¦n la comparto, pero creo que genero menos comentarios que cuando la sube mi hija. Muchas veces, cuando volvemos al hotel los leemos juntas y la verdad es que son todos muy amables. Con el tiempo, he llegado a pensar que a muchos de los que realmente comen manjares en Nochebuena les da un poquito de envidia nuestro plan¡±. Solo hay que preguntar.

?Hay madrile?os que pasan de cocinar en casa y se van a cenar en Nochebuena a restaurantes? ?Hay madrile?os firmando por doquier pactos de comida r¨¢pida? Por partes. La realidad, seg¨²n fuentes del sector, es que no son muchos. La noche del 24 las calles siguen desiertas, la basura sin recogerse y las persianas de los negocios, casi todas bajadas antes del discurso del Rey. No hay ning¨²n estudio oficial que lo confirme, pero s¨ª ciertas tendencias, que benditas sean ante la falta de informes. La noche del 24 de diciembre en Madrid contin¨²a siendo una cena familiar, tradicional y en casa, aunque ¨²ltimamente se ha optado por no encender el horno y s¨ª encargar los platos. La Nochevieja es otra historia. Una cosa es la familia y otra las uvas. Cada vez m¨¢s madrile?os pasan de ver las campanadas en la televisi¨®n del hogar y optan por reservar en restaurantes e incluso se marchan de viaje para brindar con champ¨¢n en otros rincones.

¡°Lo que hemos detectado en estos ¨²ltimos a?os¡±, cuenta por tel¨¦fono la portavoz de la Asociaci¨®n de Hosteleros de Madrid, Margarita M¨ªguez, ¡°es que ahora se est¨¢ comprando m¨¢s comida para llevar y que, sobre todo, se alquilan m¨¢s casas rurales¡±. M¨ªguez dice que los j¨®venes ya no se molestan tanto en cocinar y que la mayor¨ªa opta por encargar platos elaborados, como un cochinillo, pero con varios d¨ªas de antelaci¨®n. ¡°Antes esto no era habitual y, ahora, cada vez m¨¢s. El papel de una madre mayor en casa que ya no cocina es m¨¢s reciente, y se opta por esto. O bien, que cada hijo lleve una cosa cocinada a la cena. Forma parte de un cambio social. Eso de irte a cenar a un restaurante en Nochebuena es menos habitual. No se puede considerar que la cena de Nochebuena haya salido de casa¡±. M¨ªguez, que representa a m¨¢s de 2.000 restaurantes asociados, dice que la fiesta navide?a que se ha externalizado de verdad es la Nochevieja.

Una opini¨®n que tambi¨¦n comparte Jose Carlos Ram¨®n, secretario ejecutivo de la Asociaci¨®n Madrile?a de Empresas de Restauraci¨®n. ¡°La comida del d¨ªa 25 fuera de casa s¨ª que est¨¢ expandida, al igual que la cena de Nochevieja, pero el d¨ªa de Nochebuena se sigue cenando en casa. No es una costumbre, de momento¡±. Una de las razones es obvia: la mayor¨ªa de los restaurantes baja la persiana tras la comida del 24. Sin embargo, algunos s¨ª que ofrecen cenas. Son, b¨¢sicamente, hoteles de cuatro o cinco estrellas que tienen un restaurante en su interior. Uno de ellos es el restaurante Patio de Atocha, ubicado en la calle de Atocha y con un espacio para 50 comensales.

¡°No se han agotado a¨²n las reservas. A¨²n nos queda un 10%¡±, contaba el jueves por tel¨¦fono Lydia P¨¦rez, directora de marketing del hotel. ¡°Nos van mejor las reservas de Nochevieja, que se acaban m¨¢s pronto. En Nochebuena tardan m¨¢s porque tenemos gente que suele reservar en el ¨²ltimo momento¡±. El precio de la cena son 139 euros por cabeza.

Otro de los hoteles que ofrece cena en Nochebuena es el InterContinental, en la Castellana. La cena cuesta 295 euros por adulto y 125 por ni?o. El sal¨®n principal tiene una capacidad para 350 comensales y, el jueves todav¨ªa quedaban plazas. Si, adem¨¢s de cenar, se opta por pasar la noche, el precio asciende a 410 euros. ¡°Desde hace cuatro a?os la gente se anima m¨¢s a salir en Nochebuena¡±, cuenta por tel¨¦fono Mariluz Antol¨ªn, responsable de marketing del hotel. ¡°Es cierto que era una gala que se sol¨ªa pasar m¨¢s en casa; pero desde hace un tiempo tenemos una media de 200 comensales esa noche¡±. El cliente es de un perfil internacional y tambi¨¦n local y las previsiones, muy buenas. ¡°Hay mucho optimismo y muchas ganas de celebrar. Es cierto que cuando cae Navidad en fin de semana, la gente suele preferir marcharse fuera, de viaje. Pese a eso, tenemos cifras similares a las del a?o pasado e, incluso, esperamos superarlas¡±.

El hotel tambi¨¦n ofrece un servicio de banquete a la carta, con m¨²sica en vivo, discoteca y hasta una barra libre que se acaba a la una de la madrugada, a lo que hay que sumar tambi¨¦n una sala de juegos infantiles. ¡°Toda la campa?a de Navidad es en homenaje a Madrid. La Comunidad conmemora el 40? aniversario del estatuto de su autonom¨ªa¡±, explica. ¡°El men¨² se llama Paseando por Madrid y es un recorrido por la ciudad¡±. Otra opci¨®n, m¨¢s econ¨®mica, es recorrer la capital dando un paseo y acabar en un restaurante de comida r¨¢pida, como la periodista Iriberri y su madre. Algunos, recordaba este domingo una trabajadora de uno que hace esquina en el paseo del Prado, abren, incluso, las 24 horas:

¨DAqu¨ª no se cierra.

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