La Comunidad de Madrid exige vivir en la regi¨®n para sacarse el carn¨¦ de biblioteca, en contra de las normas internacionales
Durante un mes se ha pedido a los solicitantes estar empadronados y, tras alertar este diario de una posible ilegalidad, ahora no requiere este documento pero s¨ª residir aqu¨ª ¡°permanente o temporalmente¡±
Los trabajadores y directores de las bibliotecas de la Comunidad de Madrid llevan un mes ech¨¢ndose las manos a la cabeza cada vez que reciben una solicitud de carnet gestionada online y se preguntan c¨®mo es posible que nadie se queje ni nadie diga nada. La raz¨®n es que el Gobierno regional ha introducido un cambio en el formulario para obtener el carnet ¨D¨²nico, gratuito, sin fecha de caducidad y v¨¢lido para todos los centros de titularidad regional y municipal¨D, que ¡°incumple las normas regionales, nacionales e internacionales y atenta contra la universalidad del servicio de bibliotecas p¨²blicas¡±, seg¨²n denuncia este martes a este diario una responsable de turno de una biblioteca municipal de la capital, que pide el anonimato por temor a represalias.
¡°Han a?adido sin dar explicaciones un nuevo requisito, estar empadronado en la Comunidad de Madrid, lo que supone una aut¨¦ntica barbaridad, ya que implica borrar de un plumazo a los sin papeles, a los que viven en Guadalajara o Toledo, pero trabajan en Madrid, a los estudiantes que vienen por unos meses...¡±, contextualiza esta bibliotecaria.
A ra¨ªz de esta modificaci¨®n en las condiciones, cualquier nuevo usuario de biblioteca ¡°tiene que hacer una declaraci¨®n responsable de que est¨¢ empadronado y luego podr¨¢ verificarlo la Comunidad y negar el carn¨¦ a quien no lo est¨¦. En definitiva, es necesario residir aqu¨ª para poder disfrutar de las bibliotecas p¨²blicas, algo que es ilegal y que no ocurre en ning¨²n lugar del mundo¡±.
Este requisito solo se exige a quienes tramiten el documento online desde el Portal del Lector, ya que las bibliotecas no han recibido, de momento, ninguna orden. Seg¨²n cuenta la bibliotecaria, el grueso de las peticiones se siguen gestionando en ventanilla f¨ªsica en las propias bibliotecas. En la suya, ¡°de las grandes, pero en el extrarradio¡±, entregan a la semana unos siete carn¨¦s v¨ªa virtual ¨Del solicitante elige en qu¨¦ centro recoger la tarjeta¨D mientras que f¨ªsicamente hacen ¡°cuatro veces m¨¢s¡± en el mismo periodo. En las bibliotecas, el carn¨¦ se obtiene en el momento y solo se requiere acreditar la identidad con el DNI, el pasaporte, el Libro de Familia o el carn¨¦ de conducir.
Este mismo martes, apenas unas horas despu¨¦s de preguntar este diario a la Consejer¨ªa de Cultura por la fecha exacta de la instrucci¨®n del nuevo requisito, por los motivos y por su legalidad, ha sido modificado. Ahora, en el mismo apartado 1 b, reza que el solicitante declara ¡°residir permanente o temporalmente en una direcci¨®n postal de un municipio de la Comunidad de Madrid¡±.
¡°Ha sido un fallo a la hora de volcar la informaci¨®n del tr¨¢mite, que antes era por correo electr¨®nico y que se ha cambiado a un formulario debido a la nueva normativa europea de protecci¨®n de datos. Ya se ha corregido, el requisito es lo que aparece ahora, tener una direcci¨®n en la comunidad, no se pide el empadronamiento¡±, se limita a responder una portavoz de la consejer¨ªa por toda explicaci¨®n. Preguntada si, incluso con esta matizaci¨®n, no se sigue limitando el acceso a las bibliotecas, la portavoz lo niega: ¡°El acceso est¨¢ abierto a todos y no hay restricci¨®n. Es solo para el pr¨¦stamo de libros o audiovisuales¡±.
¡°Siempre ha sido necesario tener una direcci¨®n para realizar el carn¨¦, no as¨ª un tel¨¦fono, para demostrar que esa persona existe. Y al decir una direcci¨®n postal incluso temporal puede ser una fundaci¨®n, iglesia, universidad, centro de acogida, albergue u hotel¡±, explica al conocer la rectificaci¨®n la bibliotecaria, que se declara ¡°muy feliz¡± porque, gracias a su denuncia, ¡°la Comunidad ha dado marcha atr¨¢s, pero solo en parte¡±. En todo caso, ¡°aunque ya no sea tan doloso como pedir empadronamiento, los residentes en las provincias lim¨ªtrofes se siguen quedando fuera, lo que sigue siendo ilegal¡±.
La bibliotecaria afirma que pedir el requisito de la residencia en la regi¨®n, tenga que estar o no justificado mediante empadronamiento, ¡°atenta contra el pilar del concepto de biblioteca p¨²blica, la igualdad de acceso¡±. Esta funcionaria recuerda que la Ley 7/2023, de 30 de marzo, del Libro, la Lectura y el Patrimonio Bibliogr¨¢fico de la Comunidad de Madrid define a una biblioteca p¨²blica como un ¡°centro que presta servicios y materiales sobre la base de igualdad de acceso a todas las personas independientemente de su formaci¨®n o procedencia y contribuye al desarrollo y mantenimiento de la libertad de expresi¨®n, salvaguarda de los valores democr¨¢ticos y los derechos de los ciudadanos¡±.
¡°La Comunidad va contra sus propias leyes, contra la Ley de Bibliotecas del Estado y contra los dictados del gran referente, la International Federation of Library Associations and Institutions. Una biblioteca p¨²blica es una biblioteca p¨²blica, universal y abierta a todos, desde que nacieron en el siglo XVII en Inglaterra, y la Comunidad no puede cambiar su definici¨®n ni su funci¨®n¡±, defiende con u?as y dientes. Esta funcionaria teme que este movimiento, ¡°cuanto menos extra?o¡±, pueda perjudicar a los indocumentados, ¡°que a veces usan los carn¨¦s de bibliotecas para justificar que llevan en Espa?a desde tal fecha a la hora de empadronarse o pedir papeles¡±.
Tambi¨¦n considera que se ¡°restringen derechos y dejan de tratar al lector como ciudadano para hacerlo como cliente¡±. La bibliotecaria cuenta el caso de un indigente que vive en la puerta de su biblioteca: ¡°Duerme en la puerta y todas las ma?anas retira los cartones cuando lo despierta el guarda de seguridad, pasa parte del d¨ªa dentro, leyendo, y tiene carn¨¦ porque tiene una direcci¨®n, pero si esta hubiera sido por ejemplo de Illescas (Toledo), no tendr¨ªa derecho¡±.
1,8 millones de carn¨¦s
En la Comunidad de Madrid hay 1,8 millones de carnés, que dan acceso a una red de más de 200 bibliotecas con cerca de nueve millones de fondos en papel, audiovisuales y música. De ellas, 15 son de titularidad regional, todas en la capital. Además, 133 municipios madrileños tienen al menos una biblioteca municipal y para todas sirve el mismo carné salvo en las cuatro de Pozuelo de Alarcón, que no forman parte del catálogo único.
El Ayuntamiento de la capital gestiona 32, la última inaugurada en San Fermín (Usera) en marzo de 2022. Para suplir las carencias, está el bibliobus, un autobús sin pasajeros pero cargado con 3.500-4.000 libros. Hay nueve bibliorutas. También funciona un servicio de bibliometro en 12 estaciones de Metro de Madrid. A lo largo del pasado año se prestaron 5.330.000 fondos en soporte físico y 1.208.900 en soporte digital.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.