152 especialistas para que las personas con discapacidad entiendan a los jueces: ¡°No es cuesti¨®n de hablar m¨¢s despacio¡±
La Comunidad de Madrid regula por primera vez en Espa?a la figura de los facilitadores, que acompa?an a personas con trastornos mentales en los procesos judiciales
Un cuadro con tonos grises y negros ensombrece el luminoso despacho de Mar¨ªa Jes¨²s Ju¨¢rez, una de las figuras amigas que acompa?aron a la autora de la pintura y a su hija en el peor trance de sus vidas. Jeane Freitas explica que ese cuadro representa lo que ella vio en una sala de un juzgado de instrucci¨®n mientras tomaban declaraci¨®n a su hija de 11 a?os por un caso de agresi¨®n sexual. Una temible oscuridad que rodea a una min¨²scula figura en la parte inferior. Sobre ella, a su vez, se cierne una gran mancha negra, que representa la culpa y el miedo. Todo eso cambi¨® con la llegada del grupo de facilitadoras que las acompa?aron en la segunda parte del proceso, el juicio, celebrado este a?o. Estas profesionales fueron clave para Jean y su hija, que tiene s¨ªndrome de Asperger y padece estr¨¦s postraum¨¢tico. Y tambi¨¦n Yaris, la galga que acompa?¨® a la ni?a cuando declar¨® en la vista oral.
Facilitadores. Ese es el nombre de una figura profesional designada para acompa?ar a todas aquellas personas con discapacidad o trastornos mentales y ps¨ªquicos en un proceso judicial. No importa que sean las v¨ªctimas o los acusados. Deben garantizar que todos los involucrados entiendan qu¨¦ quiere decir un juez, que comprendan los tiempos de la justicia, por qu¨¦ tienen que ser interrogados varias veces o qu¨¦ implica reconocer unos hechos.
Para Jeane hubo un antes y un despu¨¦s desde la intervenci¨®n de Ju¨¢rez y el resto de facilitadores. Recuerda con especial agitaci¨®n el d¨ªa que tuvo que llevar a la ni?a a declarar en instrucci¨®n, en los juzgados. No la hab¨ªan advertido con antelaci¨®n, as¨ª que tuvo que sacar a la ni?a de clase y acudir ante el juez a la carrera. Adem¨¢s, la peque?a hab¨ªa ofrecido ya su testimonio ante la Guardia Civil y no entend¨ªa por qu¨¦ ten¨ªa que repetirlo y por qu¨¦ la interrogaban unos se?ores que no conoc¨ªa. Era el fiscal y el abogado de la defensa. ¡°Se bloqueaba, entraba en crisis y no hablaba¡±, se?ala su madre. Para completar ese d¨ªa nefasto, la ni?a se cruz¨® con su agresor, hoy condenado, en los pasillos del juzgado.
Cuando intervinieron las facilitadoras, planearon una estrategia para que la declaraci¨®n de la peque?a se produjera en las condiciones adecuadas para que ella pudiera expresarse. Una condici¨®n sine qua non fue que ella diera su testimonio por videoconferencia y desde un edificio distinto al que se encontraba el acusado. ¡°Nos cost¨® much¨ªsimo convencer a los jueces de esa necesidad en concreto, pero al final aceptaron y la ni?a dio much¨ªsimos detalles de lo sucedido. Sab¨ªamos que si ella estaba tranquila, lo iba a contar todo sin filtro¡±, resume Ju¨¢rez. Ella pertenece a la oficina de asistencia a v¨ªctimas de la Comunidad de Madrid, pero tambi¨¦n cuenta con el t¨ªtulo espec¨ªfico de facilitadora expedido por la UNED para desarrollar este acompa?amiento. ¡°Esta figura no aparece solo en un momento, es todo un proceso y no solo con la v¨ªctima, sino con toda la familia si es necesario¡±, asegura.
La figura existe desde la aprobaci¨®n del Real Decreto Ley 6/2023 en el que se contempla la ¡°participaci¨®n de un profesional experto que a modo de facilitador realice tareas de adaptaci¨®n y ajuste necesarias para que la persona con discapacidad pueda entender y ser entendida¡±. Tradicionalmente y gracias a un acuerdo entre el Consejo General del Poder Judicial y la Fundaci¨®n A la par los operadores jur¨ªdicos pod¨ªan solicitar la intervenci¨®n de un apoyo cuando fuera necesario. Aunque lo cierto es que es algo que se ha hecho puntualmente porque no todos los participantes en el proceso judicial conocen esta posibilidad. Ha sido la Comunidad de Madrid la primera en Espa?a en regular esta figura e incluirlos en la base de peritos a los que pueden recurrir los juzgados. En estos momentos ya hay 152 profesionales.
?Qui¨¦n puede ejercer esta profesi¨®n? El decreto 52/2024 aprobado el pasado 8 de mayo establece que podr¨¢n ejercer esta funci¨®n ¡°los licenciados o graduados en psicolog¨ªa, derecho, logopedia, criminolog¨ªa, trabajo social, educaci¨®n social o terapia ocupacional¡± y que adem¨¢s hayan recibido una ¡°formaci¨®n espec¨ªfica para apoyar a personas con discapacidad en procesos judiciales¡±. El decreto tambi¨¦n establece que estos cursos deber¨¢n tener una duraci¨®n m¨ªnima de 100 horas y ser ¡°impartidos por universidades, colegios profesionales y entidades representativas de los intereses de las personas con discapacidad¡±.
Una de las instituciones que ofrece esta formaci¨®n es el Colegio de la Abogac¨ªa de Madrid. Uno de los codirectores, junto a Carlos Fern¨¢ndez Pascual y Amparo Rib¨®n, es ?ngel Bravo del Valle. Su carrera profesional siempre ha estado ligada a la asesor¨ªa jur¨ªdica en asuntos en los que estuvieran involucrados mayores y personas con discapacidad. Es hijo de una mujer con cojera, un padre con sordera, y nieto de una abuela invidente. ¡°Nunca fui consciente de crecer en un ambiente de discapacidad, las etiquetas me molestan enormemente¡±, admite. Los profesores del curso son magistrados, catedr¨¢ticos, polic¨ªas, abogados, psic¨®logos y tambi¨¦n personas con discapacidad pertenecientes a asociaciones. La primera edici¨®n comenz¨® el 20 de septiembre con un pleno total de las plazas.
Bravo del Valle cuenta que la primera vez que visit¨® el m¨®dulo para presos con discapacidad intelectual de la c¨¢rcel de Estremera (Madrid) y conoci¨® a los 16 internos, descubri¨® que todos hab¨ªan sido diagnosticados ya dentro de prisi¨®n. ¡°Nadie, durante todo el proceso judicial advirti¨® que el acusado no estaba siendo plenamente consciente de lo que suced¨ªa. Esos hombres no entend¨ªan qu¨¦ hab¨ªa pasado¡±, relata el letrado. ¡°Tenemos que conseguir que la intervenci¨®n del facilitador sea de oficio, como lo es la de los abogados. Esto no es cuesti¨®n de hablar despacio o hablar claro, como me ha dicho alg¨²n juez, va mucho m¨¢s all¨¢¡±, apunta el abogado.
Recientemente, en el caso del ni?o de Mocej¨®n (Toledo) presuntamente asesinado por otro joven del pueblo con una discapacidad reconocida, el instructor de la causa solicit¨® que el detenido contara desde el principio con un facilitador. ¡°Est¨¢ muy bien, pero el objetivo es que exista uno en todas las causas, no solo en las delicadas e importantes. En un simple hurto tambi¨¦n¡±, apunta Bravo del Valle.
Jose ?ngel L¨®pez es uno de los profesores del curso, tambi¨¦n abogado especializado en temas laborales y de discapacidad. ¡°Una sala de juicios es un sitio en el que cualquier ciudadano se entera de poco porque nos ponemos a hablar con t¨¦rminos y giros jur¨ªdicos que nadie entiende. Imagina alguien con discapacidad, al que tendemos a dejar aislado y a decidir por esa persona¡±, asevera.
El profesor de la Universitat Oberta de Catalunya Juan Endara elabor¨® una investigaci¨®n en 2021 para Plena Inclusi¨®n, una red de organizaciones de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. Para la misma entrevist¨® a una decena de operadores jur¨ªdicos y facilitadores que relataron diferentes experiencias en procesos que involucraban a personas con discapacidad. El profesor concluy¨® que ¡°la responsabilidad de eliminar las barreras que hacen necesarios los apoyos no deber¨ªa delegarse y convertirse en un asunto privado, una responsabilidad que recae solamente en las familias o en la voluntariedad de las entidades o condicionarse a una disponibilidad presupuestaria que siempre resulta insuficiente¡±.
En el informe, varios facilitadores relatan escenas a veces delirantes. ¡°En un procedimiento que estuvimos, le dimos el informe al juez y ¨¦l, delante de la persona con discapacidad intelectual, dijo: ¡®no, no hace falta, ya entrevisto yo a la subnormal¡±, cuenta Bruno, uno de estos profesionales. Teresa, una fiscal entrevistada para el estudio relata que particip¨® en un juicio que inclu¨ªa a un acusado con discapacidad. ¡°En apariencia no era algo evidente, es decir, no ten¨ªa unos rasgos caracter¨ªsticos como puede tener una persona con s¨ªndrome de Down. Cuando respond¨ªa a las preguntas, ¨¦l no entend¨ªa y el juez le dijo: ¡®No vas a ganar nada haci¨¦ndote el tonto conmigo¡±.
Jeane Freitas tiene ya preparado el segundo cuadro que va a regalar a sus ¡°¨¢ngeles de la guarda¡±. Es uno muy colorido, que representa la salida de un proceso aterrador y dif¨ªcil de entender para los ajenos al mundo judicial.
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