El imperio navide?o contra los rebeldes melanc¨®licos
Es la ¨¦poca m¨¢s triste del a?o: d¨ªas cortos, bajas temperaturas, estr¨¦s, ausencia de seres queridos... el peso del paso del tiempo. Pero, a pesar de predicar el amor, la Navidad es muy cruel con sus disidentes entristecidos, a los que se suele retratar como aguafiestas o malvados
A m¨ª la Navidad me pone triste porque me acuerdo de mam¨¢. Mam¨¢ muri¨® hace dos a?os. Lo m¨¢s terrible es que son solo los dos primeros a?os de la eternidad que va a pasar muerta.
La Navidad, sin embargo, tambi¨¦n me pon¨ªa triste antes, porque ¨¦ramos solo dos celebrando, ella y yo, y no nos parec¨ªamos en nada a las familias can¨®nicas que salen en los anuncios: las familias como Dios manda.
Mam¨¢ coc¨ªa langostinos y, con el fumet, yo preparaba sopa de marisco, y luego cen¨¢bamos mirando los especiales de la tele. Tras el brindis, a falta de familia extensa, nos tumb¨¢bamos a ver series, y eso estaba bien.
En la ¨²ltima Navidad de mam¨¢, mam¨¢ estaba enfadada, porque intu¨ªa que era su ¨²ltima Navidad: reci¨¦n hab¨ªamos sabido que su p¨¢ncreas se hab¨ªa vuelto loco y que la iba a matar. Yo ten¨ªa esa certeza, que no iba a cumplir un a?o m¨¢s. Ella tambi¨¦n, pero se hac¨ªa la despistada.
As¨ª que se fue pronto a la cama, y no hubo ni Breaking Bad ni Juego de Tronos. Yo me qued¨¦ en el sal¨®n, bebi¨¦ndome solo la botella de sidra El Gaitero, mientras en la tele cantaba Raphael con Ana Torroja. Todo el mundo parec¨ªa muy contento en aquel programa grabado que simulaba una fiesta.
Pens¨¢ndolo bien, estas son las fechas m¨¢s tristes del a?o, por mucho que luego se hable del Blue Monday: quiz¨¢s no sea casualidad que en estos d¨ªas se desee obsesivamente la felicidad por doquier y que la ciudad se llene de luces, tardeos y regalos. Hay que levantar la moral de la tropa.
La gente est¨¢ triste en Navidad porque el fin del a?o evidencia que el tiempo pasa sin compasi¨®n. Y porque son los d¨ªas m¨¢s cortos y reina la oscuridad: no me quiero imaginar el terror de los humanos pret¨¦ritos, cuando se ignoraba el sistema helioc¨¦ntrico y la inclinaci¨®n del eje del planeta, y parec¨ªa que los d¨ªas se iban a acabar para siempre, hasta que, uf, una vez pasado el solsticio volv¨ªa el sol invicto a prometer la primavera.
La gente est¨¢ triste en Navidad porque su familia no se parece a las familias que comparten en la tele Ferrero Rocher y Codorni¨², o porque, si se parece, con muchos t¨ªos, y primos, y abuelos, resulta que el abuelo se est¨¢ muriendo, los t¨ªos no se soportan y hay un primo en busca y captura. ?Por qu¨¦ no podremos ser normales?
La gente est¨¢ triste en Navidad porque hay ajetreo, y estr¨¦s, y compromisos, y no ha cumplido sus objetivos, establecidos un a?o atr¨¢s, de petarlo y alcanzar la libertad financiera y unos abdominales de infarto. Y porque hay gente que es t¨ªmida, o melanc¨®lica, o ha perdido a seres queridos y su ausencia pesa mucho en estas fechas tan entra?ables, cuando hacemos balance vital y recuento de afectos.
No creo que la felicidad hipertrofiada que se intenta transmitir se base en la suma felicidades individuales, sino que, m¨¢s bien, es un artificio sostenido sobre muchas y diversas penas peque?as. Son felices en Navidad los ni?os, a los que mesmerizamos con est¨ªmulos coloridos y regalos, y los veintea?eros, que pueden salir de fiesta todo el rato. La alegr¨ªa navide?a es inversamente proporcional a la edad. Y muchos somos presa de una disonancia cognitiva: ?por qu¨¦ no soy feliz cuando todo indica que hay que serlo?
A pesar del pretendido clima de amabilidad y empat¨ªa, las personas que viven la Navidad con tristeza no son acogidas y validadas, sino que son vistas como gafes o aguafiestas. Y los personajes esc¨¦pticos en las obras de ficci¨®n son retratados como avaros, rancios, secos o, directamente, malvados. A las v¨ªctimas de la Navidad, m¨¢s que acogerlas, se las se?ala.
La Navidad imperial, a pesar de predicar la solidaridad y el amor, ya sin Cristo de por medio, a base de corbatas, perfumes, langostinos y coca¨ªna, quiere ser tierna con sus fieles, pero es muy cruel con sus disidentes m¨¢s tristes.
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