Las residencias que quedaron a su suerte ante el colapso hospitalario
El sistema p¨²blico de salud desatendi¨® muchos centros de mayores. Cuando el ej¨¦rcito acudi¨® a desinfectarlos se encontr¨® con una grave falta de personal, formaci¨®n y medios para combatir la epidemia
El teniente coronel de infanter¨ªa al frente del batall¨®n de emergencias entr¨® por primera vez en las residencias de ancianos una semana despu¨¦s de que comenzara el confinamiento contra la epidemia y se encontr¨® desesperaci¨®n, angustia y caos. Para entonces, los muertos por la covid-19 empezaban a contarse por miles en Espa?a aunque en esas cuentas oficiales no estaban todav¨ªa los fallecidos en los centros de mayores.
El mando militar al frente del batall¨®n que hab¨ªa desinfectado seis geri¨¢tricos en tres d¨ªas redact¨® informes escuetos y dolorosos sobre lo que hab¨ªa visto en esos centros atacados por el coronavirus. En los partes del teniente coronel se resumen algunos de los problemas que han causado tanto dolor en las residencias: descontrol, recursos insuficientes, ausencia de asistencia sanitaria p¨²blica, falta de personal y escasa formaci¨®n para combatir el brote.
Extractos de los partes del teniente coronel tras revisar residencias
- ¡°Trabajadores, angustiados; limpiadores, llorando; la directora, infectada¡±. ¡°Los trabajadores se encuentran con angustia a la entrada de la residencia. El personal de limpieza se encuentra llorando en las escaleras. La directora no se encuentra en la residencia porque est¨¢ infectada¡±.
- ¡°Positivos compartiendo habitaci¨®n doble¡±. ¡°165 residentes, 24 positivos (compartiendo habitaci¨®n doble, dando como resultado 48 casos posibles positivos), tres muertos en la residencia (posteriormente se inform¨® de que ya hab¨ªan sido trasladados al tanatorio aunque el personal de esta unidad no pudo comprobar esto ¨²ltimo al no tener acceso a todas las partes de la residencia), 20 miembros de la plantilla de baja¡±.
- ¡°Falta de control real del personal que est¨¢ infectado¡±. ¡°Dentro de la residencia se nota bastante falta de control de la situaci¨®n por parte del personal auxiliar, con alto grado de nerviosismo, transform¨¢ndose en caos a la hora de gestionar las diversas situaciones (¡) No tienen el control real del personal que realmente estaba infectado o estaba sano (¡) Trasladaron personal que estaba infectado junto con personal sano, que a su vez se acumulaba en la zona de entrada¡±.
- ¡°No cuenta con medios de desinfecci¨®n¡±. ¡°El centro no cuenta con medios de desinfecci¨®n y el servicio de limpieza ha suspendido sus trabajos. La limpieza la realizan los trabajadores del centro¡±.
- ¡°Cinco aislados, ninguno con s¨ªntomas¡±. ¡±140 residentes, de los cuales dos hab¨ªan sido ingresados y dieron positivo por coronavirus, eran pacientes asintom¨¢ticos ambos. Ten¨ªan a otros cinco aislados, ninguno con s¨ªntomas¡±.
- ¡°Medios muy limitados, muy poca formaci¨®n para proceder ante esta situaci¨®n¡±. ¡°La residencia cuenta con medios muy limitados y muy poca formaci¨®n/informaci¨®n de c¨®mo proceder ante esta situaci¨®n. Los trabajadores contaban todos con mascarilla y guantes, pero se los quitaban, se tocaban la cara, cog¨ªan comida¡¡±.
- ¡°Ning¨²n control respecto al aislamiento de los residentes¡±. ¡°Con respecto al aislamiento de los residentes, no llevaban pr¨¢cticamente ning¨²n control, los pacientes deambulaban libremente, incluso los aislados (¡) En varias ocasiones aparec¨ªan residentes en lugares donde te¨®ricamente no deber¨ªan estar (hall principal, por fuera de la residencia, en pasillos interiores donde se estaba desinfectando)¡±.
- ¡°Violencia verbal contra los trabajadores¡±. ¡°Gran parte de los residentes tiene su capacidad racional desgastada, por lo que a los trabajadores se les hace muy complicado su control¡ Se presenci¨® alguna situaci¨®n de violencia verbal contra los trabajadores¡±.
- ¡°Siete positivos, pero por los s¨ªntomas, se presuponen mucho m¨¢s¡±. ¡°Siete positivos confirmados, pero por los s¨ªntomas, se presuponen muchos m¨¢s. 15 fallecidos por covid hasta ese momento¡±.
- ¡°Tienen 18 posibles casos, pero faltan test¡±. ¡°104 residentes, dos fallecidos, los dos con s¨ªntomas compatibles con coronavirus. Tienen 18 posibles casos m¨¢s entre los residentes (presentan s¨ªntomas). No est¨¢n confirmados por falta de test¡±.
- ¡°Para entrar a las habitaciones usan una funda de pl¨¢stico¡±. ¡°No tienen un protocolo de aislamiento adecuado ya que para entrar a las habitaciones usan una funda de pl¨¢stico, que dejan en el pasamanos al salir y usan indistintamente entre todos los trabajadores¡±.
- ¡°El m¨¦dico de baja, la m¨¢xima autoridad, una enfermera¡±. ¡°La plantilla es de 42 trabajadores, de los que 20 est¨¢n de baja, todos con s¨ªntomas. Contaban con un m¨¦dico que actualmente est¨¢ de baja. La mayor autoridad sanitaria en el interior es una enfermera¡±.
- ¡°Disponen de medios muy b¨¢sicos¡±. ¡°Disponen de medios muy b¨¢sicos, y una informaci¨®n y formaci¨®n tambi¨¦n muy b¨¢sica. Se ha percibido bastante nerviosismo entre el personal debido a esto¡±.
Cap¨ªtulo 1
Una investigaci¨®n judicial sobre la desatenci¨®n m¨¦dica de las comunidades
El coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad covid-19, se col¨® a finales de febrero en cientos de residencias de toda Espa?a y acab¨® con la vida de casi 20.000 personas, la mayor¨ªa ancianos, seg¨²n los ¨²ltimos datos de las 17 comunidades aut¨®nomas, que tienen la competencia sobre estos centros.
La Fiscal¨ªa investiga ahora la supuesta desatenci¨®n m¨¦dica a numerosas residencias por parte de las autoridades auton¨®micas entre el 14 de marzo y el 14 de abril, un periodo cr¨ªtico en el que decenas de hospitales de toda Espa?a estuvieron desbordados por la asistencia a enfermos de la covid-19. Fiscales de distintas provincias han preguntado a los directores de residencias si pidieron ayuda a los servicios p¨²blicos de salud de cada comunidad y qu¨¦ respuesta les dieron. Tambi¨¦n han reclamado las comunicaciones, si existen, entre las residencias y los hospitales o centros de salud de cada zona. Adem¨¢s, quieren saber si las residencias contaban con el personal y los medios obligatorios seg¨²n las distintas normativas auton¨®micas.
El presidente de la Federaci¨®n Empresarial de la Dependencia (FED), Ignacio Fern¨¢ndez, sostiene que la investigaci¨®n judicial probar¨¢ que las residencias llamaron ¡°por activa y por pasiva¡± a los servicios de salud de las comunidades y les ¡°negaron los ingresos¡± en hospitales. Y que esas ¡°llamadas est¨¢n grabadas¡±.
Cinta Pascual, presidenta del C¨ªrculo Empresarial de Atenci¨®n a las Personas (CEAPS), lleg¨® al Congreso cargada de documentaci¨®n que demostraba supuestamente todas las peticiones de auxilio que hicieron las residencias y la falta de respuesta de las autoridades. ¡°Cuando nos dicen que nuestros mayores tienen que estar en las residencias, nosotros esper¨¢bamos que nos mandaran EPI (equipos de protecci¨®n individual), m¨¦dicos, enfermeras, y test diagn¨®sticos, y que se hiciera una valoraci¨®n de las personas y si alguno pod¨ªa salvar la vida habr¨ªa que trasladarle al hospital¡±, afirm¨®. Pero eso no ocurri¨® en muchos casos.
La polic¨ªa municipal de Madrid, los bomberos de Alcorc¨®n, directores de residencias repartidas por las comunidades m¨¢s pobladas, cientos de familiares de fallecidos en muchas partes de Espa?a y mandos al frente de la Unidad Militar de Emergencias han denunciado el abandono que sufrieron numerosos centros de mayores durante, al menos, los 30 d¨ªas que pasaron desde el decreto que pon¨ªa a Espa?a en estado de alarma hasta mediados de abril, cuando los hospitales comenzaron a vaciarse de enfermos de la covid-19.
Hay cientos de denuncias de particulares relacionadas con el deficiente funcionamiento de residencias (trato degradante, falta de medidas de prevenci¨®n, nula informaci¨®n¡) y con el abandono de sus familiares por parte de los servicios p¨²blicos de salud.
Cap¨ªtulo 2
Hospitales desbordados = residencias abandonadas
Espa?a sufri¨® los mayores da?os de la epidemia entre mediados de marzo y mediados de abril, con cientos de muertes y miles de contagios cada d¨ªa. Al menos una tercera parte de los fallecimientos qued¨® fuera de la estad¨ªstica oficial del Ministerio de Sanidad porque ocurri¨® en geri¨¢tricos o en domicilios y no se hicieron pruebas diagn¨®sticas para conocer el motivo de la enfermedad que caus¨® la muerte.
A muchos de estos centros no llegaban en las primeras semanas de la pandemia ni los m¨¦dicos, ni las ambulancias, ni los medicamentos, ni las pruebas diagn¨®sticas, ni los equipos de protecci¨®n individual. Aquellos d¨ªas, ni siquiera llegaron los servicios funerarios, pese a que hab¨ªa cad¨¢veres dentro de las residencias. ¡°Llamamos a las funerarias y les dijimos: ?No nos pod¨¦is hacer esto! Y nos contestaron que no pod¨ªan venir porque no ten¨ªan EPI para sus trabajadores¡±, explica Cinta Pascual, presidenta de la patronal CEAPS.
El pasado 2 de abril, Espa?a ya era el pa¨ªs del mundo con m¨¢s contagios diarios por coronavirus (8.000) y con m¨¢s muertos cada 24 horas (950, la mayor¨ªa en hospitales). Madrid, el territorio m¨¢s golpeado por la epidemia, registr¨® ese d¨ªa m¨¢s de 500 fallecimientos, casi la mitad en residencias de ancianos. Los hospitales madrile?os atend¨ªan muy por encima de su capacidad m¨¢xima. Hab¨ªan pasado de tener 640 camas en las zonas de cuidados intensivos a m¨¢s de 1.500 para hacer frente a la crisis sanitaria. ¡°Si no tomamos m¨¢s medidas¡±, dijo entonces el ministro de Sanidad, Salvador Illa, para justificar el endurecimiento de la cuarentena, ¡°las UCI estar¨¢n saturadas en dos o tres semanas¡±.
Las UCI de toda Espa?a apenas pod¨ªan atender la emergencia causada por el virus. El 2 de abril hab¨ªa 6.092 camas ocupadas en estas ¨¢reas de cuidados intensivos, mientras que antes de la crisis la capacidad total era de solo 4.400 plazas. De los 100.000 enfermos diagnosticados con covid a primeros de abril, la mitad estaban hospitalizados. Muchos centros hab¨ªan reconvertido sus plantas para dedicarlas casi en exclusiva a la atenci¨®n de infectados por el SARS-CoV-2.
Los protocolos de la Consejer¨ªa madrile?a de Sanidad aprobados para ese periodo cr¨ªtico impon¨ªan restricciones a los traslados a hospitales de ancianos de residencias en funci¨®n del grado de discapacidad o dependencia del enfermo. Los requisitos dejaban fuera a la inmensa mayor¨ªa de los mayores aquejados de algunas de las dolencias que imped¨ªan su ingreso en un centro sanitario.
¡°Nos pareci¨® una barbaridad [la discriminaci¨®n de Madrid]¡±, se queja Cinta Pascual. ¡°Pero protocolos con limitaci¨®n de acceso a hospitales hay muchos en m¨¢s sitios y con palabras cient¨ªficas muy bonitas¡±. ¡°Pese a ello¡±, contin¨²a, ¡°est¨¢bamos convencidos de que se iban a llevar a nuestros enfermos a hospitales, pero a mediados de marzo se produjo el cierre. No ha pasado en todos los sitios, sino en aquellas comunidades que ten¨ªan sus sistemas p¨²blicos de salud colapsados. Ha ocurrido en Madrid, en Barcelona, en alguna provincia de Castilla y Le¨®n. He sentido rabia y pena. No entend¨ªa qu¨¦ estaba pasando y por qu¨¦. Emocionalmente no lo vamos a superar¡±.
El consejero madrile?o de Pol¨ªticas Sociales, Alberto Reyero (Ciudadanos), sostiene que en las residencias de ancianos ¡°se cuida pero no se cura¡±, por lo que si el ¡°residente no va al hospital, el hospital tiene que ir a la residencia¡±, algo que no ocurri¨® en muchos casos en la Comunidad de Madrid durante el primer mes de la pandemia.
Las normativas auton¨®micas sobre centros de mayores se?alan que se trata de establecimientos de servicios sociales no sanitarios, de ¡°alojamiento, convivencia y atenci¨®n social¡±, donde la atenci¨®n sanitaria y farmacol¨®gica que se le presta al residente ¡°es complementaria a la p¨²blica que le pudiera corresponder¡±, garantizando ¡°el acceso de los usuarios a los recursos sanitarios p¨²blicos¡±.
El protocolo de la Consejer¨ªa de Sanidad fechado el 26 de marzo era ¡°discriminatorio¡±, seg¨²n Reyero. ¡°La derivaci¨®n a hospitales debe basarse en criterios cl¨ªnicos, no se puede excluir a nadie por discapacidad o niveles de dependencia. No es ¨¦tico ni legal¡±. Reyero escribi¨® en tres ocasiones al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero (PP), para quejarse del trato indigno que se le estaba dando a los ancianos de las residencias de la Comunidad de Madrid.
El consejero Ruiz Escudero niega que el sistema de salud abandonara a las residencias y para demostrarlo facilit¨® a finales de mayo en la Asamblea de Madrid una relaci¨®n de servicios sanitarios prestados a las residencias, sin especificar las fechas: ¡°Se han acometido 633 actuaciones en residencias, 232 han sido medicalizadas, se han ordenado 9.235 traslados de residencias a hospitales y tambi¨¦n de hospitales a residencias, y se han distribuido 30.500 test en centros sociosanitarios, se ha comunicado el resultado de 18.000 test siendo positivos 6.271. Hay 28 equipos de atenci¨®n primaria y 38 equipos formados por personal sanitario de hospitales que est¨¢n atendiendo a las residencias, y tambi¨¦n 26 equipos de geriatras que atienden a las residencias y coordinan con los hospitales de referencia. Se han entregado m¨¢s de 12 millones de unidades de protecci¨®n para las residencias y se han dispensado ya 2.960 concentradores de oxigenoterapia y 175.000 dosis de medicamentos¡±.
Expertos en geriatr¨ªa y en medicina interna se?alan que el traslado al hospital no siempre es lo mejor para pacientes muy fr¨¢giles con una enfermedad infecciosa grave, como la covid-19. Su organismo no aguantar¨ªa los procedimientos invasivos de los hospitales. Pero advierten de que, para decidir, hay que hacer una valoraci¨®n individual con criterios cl¨ªnicos, nunca con restricciones como la edad o la discapacidad. Y subrayan que tiene que garantizarse que en el geri¨¢tico tendr¨¢n el cuidado m¨¦dico necesario. Muchas no lo ten¨ªan. Ni ten¨ªan personal entrenado ¨Del fijo est¨¢ formado por auxiliares de enfermer¨ªa o gerocultores¡ªni medicaci¨®n adecuada como sedantes ni ox¨ªgeno. Las residencias arguyen que son centros sociales, no sanitarios.
¡°En cuanto necesitas medicaci¨®n por v¨ªa intravenosa o que enfermer¨ªa est¨¦ 24 horas, tienes que medicalizar la residencia. Hay comunidades que lo han hecho y otras que no. Y todas lo han hecho tarde porque llegaron tarde los EPI y los test¡±, asegura el presidente de la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa (SEGG), Jos¨¦ Augusto Garc¨ªa Navarro. A muchas residencias no fueron las ambulancias para los traslados pero tampoco los m¨¦dicos de los centros de salud o los equipos de cuidados paliativos. ¡°Durante la crisis hemos atendido a los pacientes donde se nos ha requerido pero lleg¨® un punto en el que no ¨¦ramos suficientes¡±, denuncia Clara Abad, presidenta de la Sociedad Madrile?a de Medicina de Familia, que atribuye la falta de medios en Madrid a la infradotaci¨®n de la atenci¨®n primaria y a que dos terceras partes de la plantilla del hospital de campa?a de Ifema se cubrieron con m¨¦dicos de familia que tuvieron que dejar sus puestos en los centros de salud.
Cap¨ªtulo 3
La lucha contra el virus en hogares de cuidados a los mayores
La pandemia ha devastado numerosas residencias de ancianos de muchos pa¨ªses europeos. Espa?a, Italia, el Reino Unido o Francia tienen cifras muy altas de fallecimientos en hogares de cuidados a los mayores. Son casas grandes con mucha gente que convive junta muchas horas al d¨ªa. Si entra el coronavirus, su propagaci¨®n es r¨¢pida y el da?o que causa, enorme, al atacar en un lugar cerrado donde convive el grupo de poblaci¨®n m¨¢s vulnerable ante un brote infeccioso.
Los primeros protocolos del Ministerio de Sanidad y de las comunidades, previos a la declaraci¨®n del estado de alarma en Espa?a, plantearon medidas preventivas que pasaban por el aislamiento de los casos sospechosos en las residencias. Pero esos protocolos no sirvieron de mucho para atajar el brote porque llegaron cuando el coronavirus ya estaba dentro de los centros.
¡°El problema¡±, explica Cinta Pascual, presidenta de la patronal CEAPS, ¡°es que el 30% de los casos de coronavirus que ten¨ªamos era asintom¨¢tico y, por tanto, aunque nosotros aisl¨¢ramos en una planta a los sospechosos, en otra planta pod¨ªan quedar residentes asintom¨¢ticos que segu¨ªan contagiando al resto¡±.
La lucha contra un virus tan invisible y tan mort¨ªfero que se cuela en recintos cerrados donde convive gente mayor con m¨²ltiples enfermedades cr¨®nicas se complica si, adem¨¢s, no es posible acudir a un sistema p¨²blico de salud desbordado por la demanda de decenas de miles de enfermos.
Cinta Pascual denuncia as¨ª el abandono: ¡°A finales de marzo nos reunimos en un comit¨¦ de crisis con expertos epidemi¨®logos y nos dijeron: ¡®Esto es la guerra y est¨¢is solos¡±. En esa guerra, las residencias de ancianos intentaron comprar material para proteger a sus trabajadores, pero en alg¨²n caso les fue confiscado porque no eran un sector prioritario. En esa guerra, las residencias sufrieron numerosas bajas por enfermedad y, adem¨¢s, algunos de sus trabajadores fueron fichados por hospitales que necesitaban manos para atender a sus enfermos. En esa guerra, los directores de los centros tuvieron que mantener durante m¨¢s horas de las razonables a cad¨¢veres en habitaciones porque las funerarias no iban a recogerlos.
El Ministerio de Sanidad hizo p¨²blico el 2 de abril un c¨®digo ¨¦tico que fijaba las pautas para gestionar una emergencia sanitaria donde hab¨ªa m¨¢s necesidades que recursos. El ministerio admit¨ªa que la r¨¢pida expansi¨®n del brote infeccioso estaba poniendo a prueba los sistemas sanitarios de las comunidades, que ten¨ªan dificultades para conseguir los medios necesarios, tanto materiales como humanos, para atender la emergencia. Por esa raz¨®n, Sanidad hac¨ªa recomendaciones para tomar decisiones cuando los recursos son finitos y las necesidades infinitas.
El c¨®digo ¨¦tico de Sanidad
1. ¡°No se puede discriminar a nadie por ning¨²n motivo ajeno a la situaci¨®n cl¨ªnica del paciente y a las expectativas objetivas de supervivencia, basadas en la evidencia¡±.
2. Solo se podr¨¢ acudir a los criterios de priorizaci¨®n cuando se hayan agotado las posibilidades existentes para disponer de los recursos asistenciales necesarios y para optimizar el uso de los disponibles.
3.Excluir a pacientes del acceso a determinados recursos asistenciales o a determinados tratamientos resulta contrario, por discriminatorio, a los fundamentos mismos del Estado de derecho (art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n).
4. Los pacientes de mayor edad en caso de escasez extrema de recursos asistenciales deber¨¢n ser tratados en las mismas condiciones que el resto de la poblaci¨®n, es decir, atendiendo a criterios cl¨ªnicos de cada caso en particular.
Este c¨®digo ¨¦tico se incumpli¨® en algunos casos. Los tribunales deber¨¢n resolver si esas conductas tienen un reproche penal o no, y si acarrean una indemnizaci¨®n a los perjudicados por la responsabilidad patrimonial de la Administraci¨®n ante un da?o ocasionado por el an¨®malo funcionamiento de sus servicios p¨²blicos.
Cap¨ªtulo 4
El negocio del cuidado de mayores
En Espa?a hay 5.457 residencias de ancianos con casi 382.000 plazas, seg¨²n datos del Imserso. Ninguna normativa auton¨®mica obliga a tener enfermeras las 24 horas del d¨ªa en estos establecimientos.
El ¨²ltimo informe del Defensor del Pueblo sobre ¡°atenci¨®n a mayores en centros residenciales¡±, previo a la declaraci¨®n de la pandemia, reclamaba m¨¢s recursos para aplicar la ley de dependencia, se quejaba por una lista de espera de 50.000 personas y ped¨ªa una ¡°revisi¨®n al alza de las ratios de personal de atenci¨®n directa para mejorar la calidad asistencial¡±. ¡°Las ratios de personal est¨¢n desfasadas. Ahora los usuarios con dependencia son m¨¢s y su dependencia es mayor¡±, se?alaba. El informe consideraba necesario ¡°mejorar la cualificaci¨®n del personal¡± y promover un ¡°modelo de residencia con atenci¨®n m¨¦dica y de enfermer¨ªa m¨¢s amplia y extensa¡±.
En los ¨²ltimos a?os, el perfil de los ancianos que viven en residencias ha cambiado y requieren mayores cuidados m¨¦dicos. En promedio, se trata de personas de m¨¢s de 85 a?os, con tres enfermedades activas, que consumen m¨¢s de siete medicamentos diarios, padecen insuficiencia respiratoria (17%) y alg¨²n tipo de incontinencia en tres de cada cuatro casos, seg¨²n los informes de CEAPS.
¡°La ley de dependencia [vigente desde 2006] cambi¨® las residencias de forma dr¨¢stica. Ahora atienden a personas m¨¢s dependientes. A partir de esta ley muchas personas en situaci¨®n de dependencia que hasta entonces no pod¨ªan pagarse una plaza pudieron acceder a ella, a trav¨¦s de plazas p¨²blicas o concertadas, o de prestaciones vinculadas al servicio [por las cuales se da un dinero a la persona, que debe aportar de su bolsillo lo que quede hasta cubrir el precio de la plaza]¡±, afirma Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez, presidente de la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.
Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, vincul¨® lo ocurrido en las residencias de ancianos a los fuertes recortes en gasto social que ha sufrido Espa?a en los ¨²ltimos a?os: ¡°Han sido 7.000 millones de euros en sanidad y 5.000 millones en el sistema de la dependencia. Esos recortes han aumentado la vulnerabilidad de los mayores¡±. Adem¨¢s, Iglesias encontr¨® otras razones para justificar la tragedia de los ¨²ltimos cuatro meses: ¡°?Que las residencias est¨¦n en manos de conocidos corruptos y fondos buitre no tiene nada que ver?¡±, se pregunt¨®.
Las patronales que representan a la mayor¨ªa del sector niegan las acusaciones de Iglesias y explican que tan solo el 15% de las residencias en Espa?a est¨¢n en manos de grandes grupos, alguno de los cuales es propiedad de empresarios imputados en casos de corrupci¨®n. El 67% de los centros est¨¢ gestionado por peque?as y medianas empresas.
Cap¨ªtulo 5
Las cifras de la tragedia
Los registros civiles han contado un exceso de mortalidad de 43.936 personas respecto al a?o pasado en el periodo comprendido entre el 14 de marzo y el 1 de junio. El Ministerio de Sanidad ha notificado en ese mismo periodo 26.991 fallecidos diagnosticados de covid-19. La diferencia de 16.945 fallecidos est¨¢ relacionada tambi¨¦n con la epidemia de coronavirus SARS-CoV-2 aunque no puede ser atribuida completamente a esta circunstancia, seg¨²n los expertos. La mayor¨ªa de esos 16.945 muertos corresponde a ancianos que fallecieron en residencias o en sus viviendas sin haberse hecho la prueba del coronavirus.
Los datos facilitados por los Gobiernos de Madrid y Catalu?a suman casi 2.000 muertos en domicilios y m¨¢s de 10.000 en residencias, la mayor¨ªa con coronavirus o sospecha de padecer covid-19.
Cuando la Polic¨ªa Municipal de Madrid levant¨® acta de la inspecci¨®n realizada a una residencia en mayo, el mando al frente de la operaci¨®n escribi¨®: ¡°Nos dicen que si se hubieran podido derivar al hospital a los enfermos, habr¨ªa habido menos fallecimientos¡±. Los expertos sostienen que es imposible saberlo.
Oficialmente, m¨¢s de 28.300 personas han muerto en Espa?a por la covid-19, seg¨²n la estad¨ªstica del Ministerio de Sanidad, de los que el 86% ten¨ªa m¨¢s de 70 a?os.
Conclusiones
La atenci¨®n no fue adecuada
La tragedia que desencaden¨® la entrada del coronavirus en el 20% de las 5.400 residencias de ancianos de toda Espa?a, seg¨²n datos de CEAPS, se vio agravada por la saturaci¨®n de los servicios p¨²blicos sanitarios como consecuencia del contagio de decenas de miles de personas por el coronavirus SARS-CoV-2. El colapso hospitalario en muchas zonas impidi¨® la atenci¨®n adecuada a residencias. La aprobaci¨®n de protocolos restrictivos por algunas comunidades, como Madrid, apuntalaron el abandono de residencias situadas en zonas con hospitales colapsados. Las cifras del drama, que no son homog¨¦neas, tampoco entraron en la estad¨ªstica del Ministerio de Sanidad sobre muertos por el coronavirus. De las cerca de 20.000 personas fallecidas en residencias, con test positivo o sospecha, m¨¢s de 10.000 (de Madrid, Catalu?a y Castilla y Le¨®n, principalmente) no figuran en las cifras oficiales.
Recomendaciones
Refuerzo de la atenci¨®n y coordinaci¨®n
El debate respecto al modelo de las residencias de ancianos en Espa?a lleva a?os sobre la mesa. Un sector defiende reforzar su dotaci¨®n m¨¦dica y sanitaria. El Defensor del Pueblo tambi¨¦n reclama para estos centros una atenci¨®n m¨¦dica y de enfermer¨ªa ¡°m¨¢s amplia y extensa¡± que la existente en la actualidad. Expertos en servicios sociales advierten, sin embargo, de los peligros de convertir estos centros en una especie de hospitales peque?os y abogan por aproximar m¨¢s las residencias a un concepto de hogar, con unidades de convivencia y donde se respete el proyecto vital de cada residente. Los expertos defienden tambi¨¦n que la atenci¨®n m¨¦dica necesaria provenga de los servicios p¨²blicos de atenci¨®n primaria y de una buena coordinaci¨®n con la red hospitalaria.
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