Los 30 d¨ªas m¨¢s cr¨ªticos de la historia de las UCI: as¨ª se reconvirtieron para sobrevivir al colapso
Estas ¨¢reas, donde se trata a los pacientes m¨¢s graves, han sufrido una transformaci¨®n que las mantiene a¨²n en estado de alerta, con plantillas exhaustas y sobrecarga asistencial

El jueves 12 de marzo, ?ngel Serrano estaba en la operaci¨®n de un juanete y un t¨²nel tarsiano. Dos d¨ªas despu¨¦s, el caos. Al hospital Infanta Sof¨ªa de San Sebasti¨¢n de los Reyes, donde es anestesista, la ola de coronavirus lleg¨® un poco m¨¢s tarde que al resto de centros madrile?os, pero como en cualquiera, lo invadi¨® todo. Ese s¨¢bado, mientras Pedro S¨¢nchez preparaba una comparecencia para decretar el estado de alarma, Serrano estaba de guardia, como tantos otros fines de semana, junto a otro compa?ero y una facultativa de UCI.
¡°A partir de las seis de la tarde, nos quedamos vendidos¡±, rememora. Con un solo celador y sin refuerzo de personal ni de servicios como la esterilizaci¨®n de equipos, comenzaron a subir pacientes desde la planta uno, donde est¨¢ la unidad de cuidados intensivos, a la segunda, donde est¨¢ la URPA, la unidad para la recuperaci¨®n tras a la anestesia. Recuerda n¨ªtidas aquellas horas: ¡°La intensivista lloraba abajo. Esa noche se llen¨® su unidad, con ocho puestos, y empez¨® el tsunami¡±.
En ese hospital de 280 camas, pasaron de ocho plazas de cr¨ªticos a 40: quintuplicaron su capacidad. Como ah¨ª, la gran mayor¨ªa de los centros madrile?os, que entraron a la pandemia con 641 camas para graves, seg¨²n cifras oficiales. Han llegado a crecer hasta seis veces su tama?o para hacer frente a la expansi¨®n de un virus hasta entonces desconocido que empez¨® saturando las urgencias de los hospitales, luego las plantas y por ¨²ltimo las UCI. Ahora, despu¨¦s de una semana de tendencia a la baja en los datos, la regi¨®n registra 48.048 casos positivos de Covid-19, de los que 10.753 est¨¢n hospitalizados; tiene 6.568 fallecidos, 26.247 curados y 1.299 pacientes graves, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Ministerio de Sanidad.
El mensaje a veces triunfalista de que ya ha pasado todo no lo entiendoAnestesista del Hospital Infanta Sof¨ªa
Ante esas cifras en descenso, quienes trabajan en estas ¨¢reas avisan de que para ellos el alivio ha sido m¨ªnimo. ¡°El mensaje a veces triunfalista de que ya ha pasado todo no lo entiendo¡±, espeta otro anestesista de ese mismo hospital. ¡°Y es peligroso, el problema de este enfoque es que lleva a enga?o. En vez de estar al 300% de nuestra capacidad estamos al 200%, sigue siendo una sobrecarga de trabajo brutal¡±, explica. ?l recuerda c¨®mo comenzaron a ¡°fagocitarlo todo¡±, porque, insiste, ¡°una cama de UCI no es solo una cama sino todo lo necesario para que funcione¡±.
La semana del 14 al 21 de marzo
Las ¨¢reas de cr¨ªticos empezaron a absorber: monitores, respiradores, cables, bombas, camas, rincones¡ Y personal. Los intensivistas comenzaron a tener ayuda de los anestesistas, que se unieron en la reorganizaci¨®n a la que se vieron abocados. Pero para tratar a estos pacientes hacen falta m¨¢s que m¨¦dicos, y la bolsa de enfermer¨ªa con esta especialidad, como ocurre con intensivos, es m¨¢s peque?a que otras.

Una de esas profesionales, del Ram¨®n y Cajal, recuerda que el s¨¢bado que comenz¨® el confinamiento, de los 274 pacientes graves que hab¨ªa en las unidades madrile?as, su centro ya ten¨ªa 13 de los 14 puestos habituales con coronavirus, en pocos d¨ªas superaron la media centena y lleg¨® a tener, en su pico, 103 infectados graves, el 30 de marzo. ¡°La primera vez que entramos con el EPI [equipo de protecci¨®n individual] no nos reconoc¨ªamos bajo tanto gorro y gafas y mascarillas. Y gracias que ten¨ªamos. Ahora miro atr¨¢s y lo que me pareci¨® el horror se ha convertido en normalidad¡±.
Hubo varios d¨ªas en los que la situaci¨®n te superaba, el descontrol, la ansiedad, la frustraci¨®nEnfermera de UCI del Ram¨®n y Cajal
Esa semana comenz¨® la expansi¨®n: ¡°Hubo varios d¨ªas en los que la situaci¨®n te superaba, el descontrol, la ansiedad, la frustraci¨®n. Sobre todo cuando comenzaron a reconvertir unidades para hacer UCI¡±. Quir¨®fanos, quir¨®fanos ambulatorios, unidades de reanimaci¨®n y de despertar tras la anestesia. Cualquier espacio que fuese susceptible de transformarse. ¡°Ese momento en el que empezaron a llegar profesionales de otras ¨¢reas sin experiencia en cr¨ªticos. Fue horrible, para quien llegaba m¨¢s, se enfrentaban a algo que desconoc¨ªan¡±, cuenta.
La semana del 21 al 28 de marzo
La magnitud de lo que ocurri¨® unos d¨ªas despu¨¦s, dice uno de los intensivistas del Infanta Sof¨ªa, ¡°no la pod¨ªa prever nadie¡±. Sin embargo, a?ade, ellos llevaban dos semanas pidiendo que se perge?ase un plan seg¨²n lo que ve¨ªan en otros hospitales. En casi todos, ese plan se hizo en tiempo r¨¦cord cuando el brote se les vino encima. El 21 de marzo, Madrid ya registraba 767 pacientes graves, 126 por encima de la capacidad habitual de estas unidades. Un d¨ªa despu¨¦s, todos los jefes de las UCI p¨²blicas y privadas de Madrid enviaron una carta a la consejer¨ªa para informar de la ¡°realidad¡± a la que estaban ¡°plantando cara¡±, como defini¨® en aquel momento uno de esos jefes.
El 22 de marzo, todos los jefes de las UCI p¨²blicas y privadas de Madrid enviaron una carta a la Consejer¨ªa de Sanidad, ¡°un grito de socorro claro¡±
A 22 de marzo, seg¨²n sus datos ¡ªque en ning¨²n momento a lo largo de esta crisis han coincidido con los oficiales¡ª, los hospitales de la regi¨®n ten¨ªan 1.009 cr¨ªticos, 952 de ellos con ventilaci¨®n mec¨¢nica invasiva. ¡°Saturaci¨®n absoluta¡±, ¡°pacientes ubicados en espacios que no disponen de recursos m¨ªnimos¡±, ¡°ventilados con respiradores de transporte y sin un m¨ªnimo de personal especializado¡±, rezaba aquella carta. Era ¡°un grito de socorro claro, clar¨ªsimo¡±, a?adi¨® aquel jefe de intensivos.
Contaban en aquella misiva que ten¨ªan infectados ¡°en planta de hospitalizacio?n y Urgencias jo?venes" que no pod¨ªan ¡°ser atendidos de forma adecuada, en los que se esta? retrasando su ingreso en la UCI para ventilacio?n meca?nica¡± y que estaban ¡°en riesgo elevado de fallecer¡±. Explicaban que con ese panorama hab¨ªa sido necesario establecer ¡°medidas de triaje con limitaci¨®n de soporte vital y limitaci¨®n de pacientes con mala evoluci¨®n cl¨ªnica¡±, porque los recursos disponibles superaban las necesidades reales. ¡°Todo ello, con la consecuente carga emocional y moral derivada de la toma de decisiones¡±.
De ¡°forma reiterada y diaria¡± aseguraban que hab¨ªan informado a las autoridades pertinentes por todos los canales posibles de la situaci¨®n, que ya no permit¨ªa ¡°optimizar m¨¢s¡± los recursos en muchos de sus servicios. Esa respuesta institucional nunca lleg¨®. En aquel momento, por primera vez de forma p¨²blica, los profesionales, desesperados, hablaron de ¡°medicina de guerra¡±. Priorizar pacientes con la esperanza de vida m¨¢s alta, una decisi¨®n que, aunque habitual en estas unidades ¡ªhay pacientes que no soportan el proceso de pasar por una UCI¡ª, jam¨¢s con el nivel de ¡°noes¡± que tuvieron que pronunciar aquellos d¨ªas.
La semana del 28 de marzo al 4 de abril
El s¨¢bado 28 de marzo hab¨ªa 1.404 cr¨ªticos en las UCI. En Getafe, sus 18 camas en un contexto normal se llegaron a convertir en m¨¢s de 60. Demetrio Carriedo, otro facultativo de ese centro, narra el momento de la saturaci¨®n total: ¡°Literalmente, nos quedamos sin espacio f¨ªsico. Ya no ten¨ªamos d¨®nde ingresarlos a no ser que hubiese un alta o un exitus¡±.
Literalmente, nos quedamos sin espacio f¨ªsico. No ten¨ªamos d¨®nde ingresarlosDemetrio Carriedo, intensivista
Los n¨²meros siguieron creciendo hasta el 2 de abril, cuando se registr¨® el pico en esta crisis: 1.528 cr¨ªticos. La noche siguiente, uno de los anestesistas del Infanta Sof¨ªa recuerda acabar ¡°absolutamente machacado¡±. ¡°Todo colapsado, las 40 camas llenas, intentando traslados a otros hospitales. Fue imposible¡±.
Cada hospital acab¨® librando una batalla propia dentro de la misma guerra. Con recursos que no llegaban, con compa?eros que ca¨ªan contagiados o aislados por sospecha. ¡°Sobreviviendo, cuando se pod¨ªa, cada d¨ªa¡±, ilustra este facultativo. ¡°Despu¨¦s de tantos d¨ªas, piensas mucho que has llegado a tu m¨¢ximo nivel de exigencia profesional, que no vamos a poder aguantar mucho m¨¢s¡±, cuenta.
La semana del 4 al 11 de abril
En ese momento de m¨¢xima tensi¨®n en las UCI, y tras casi un mes de confinamiento, las urgencias de los hospitales empezaron a verse aliviadas del colapso que las hab¨ªa sometido durante semanas. Esa bajada de ingresos hospitalarios permiti¨® a las unidades de cr¨ªticos, al menos, un freno a las cifras desbocadas que hab¨ªan alcanzado. El 4 de abril fue el segundo d¨ªa consecutivo que los n¨²meros no subieron y, exceptuando un repunte hasta los 1.510 un par de jornadas despu¨¦s, no han vuelto a hacerlo. Este 13 de abril, seg¨²n datos internos de los hospitales, tienen 1.325 cr¨ªticos. Solo este martes fallecieron en los hospitales madrile?os, por coronavirus, 164 personas, y el registro total es de 6.498 exitus desde el comienzo de la crisis.
¡°Vamos a seguir pas¨¢ndolo mal y esto nos va a pasar factura a todos los niveles, tambi¨¦n en el emocional. Hay gente que se cura, s¨ª, pero este es un bicho muy cabr¨®n y en toda mi carrera he visto las complicaciones que genera este¡±, arguye el anestesista del Infanta Sof¨ªa. Durante este tiempo, explica Carriedo, el intensivista de Getafe, ¡°ha llegado material, la enfermer¨ªa ha hecho un esfuerzo enorme y est¨¢ aprendiendo, y los anestesistas, que han dado todo el apoyo, en equipo¡±. Pero, aunque la situaci¨®n t¨¦cnica se ha adaptado, ¡°no es cierto que las UCI est¨¦n aliviadas¡±: ¡°Seguimos absolutamente sobredimensionados¡±.
Vamos a seguir pas¨¢ndolo mal y esto nos va a pasar facturaAnestesista del Infanta Sof¨ªa
En varios hospitales, como en La Paz o el Ram¨®n y Cajal, ya hay zonas que se est¨¢n limpiando y cerrando, aquellas que se convirtieron en UCI provisional. Y ahora, apunta Carriedo, ¡°un repunte ser¨ªa volver al caos m¨¢s absoluto, partir¨ªamos de unidades que est¨¢n de entrada saturadas. Y a eso se le tiene miedo¡±. Facultativos y enfermeras temen que la vuelta al trabajo de algunos sectores este lunes produzca una nueva oleada de contagios para la que no est¨¢n preparados. ¡°Sin haber tutelado la enfermedad m¨¢s all¨¢ de los hospitales, sin saber qui¨¦nes est¨¢n infectados o no¡ Puede haber repuntes y son pacientes de larga estancia¡±, a?ade Serrano, del Infanta Sof¨ªa.
El compa?ero de Serrano se pregunta qu¨¦ ocurrir¨¢ si hay otro pico: ¡°Esto es como un combate de boxeo, hemos salido del primer round a duras penas, ?pero qu¨¦ pasa si hay otro?¡±. Y antes de colgar dice: ¡°Ojal¨¢, ojal¨¢ no llegue otra s¨²per ola. Que la gente no crea que esto ha pasado, que no se relajen. No s¨¦ si en estas circunstancias resistiremos¡±.
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