El arbusto sauzgatillo, anafrodisiaco en la Antigua Grecia y regulador hormonal en la actualidad
Esta planta, presente en las zonas costeras de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, ha tenido una gran variedad de usos para el ser humano, muchos de ellos asociados a la sexualidad
La flora mediterr¨¢nea es pr¨®diga en bellezas, como la que nos ocupa en estas l¨ªneas sobre el sauzgatillo (Vitex agnus-castus). Este arbusto aut¨®ctono est¨¢ presente de forma espont¨¢nea en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en el este y en el sur, cerca de las costas. Es su h¨¢bitat natural el que le permite sobrevivir a condiciones de cultivo muy duras, como la sequedad y las altas temperaturas, ya que vegeta a la perfecci¨®n en suelos pobres ligados a los arroyos y ramblas, con aguas a veces estacionales. Si bien es cierto que en esos lugares el nivel del agua en el subsuelo suele estar alto, una vez que la planta se establece en un jard¨ªn puede subsistir sin pr¨¢cticamente riego alguno.
¡°En la Alhambra se est¨¢ utilizando mucho como planta para generar setos no formales que delimiten distintas zonas, como en los alrededores p¨²blicos del conjunto monumental. Eso incluye los aparcamientos¡±, comenta Fran Villegas, jardinero de los entornos naturales del monumento granadino. All¨ª, el sauzgatillo vegeta al lado de las adelfas (Nerium oleander), una vecindad que tambi¨¦n ocurre en la naturaleza, ya que ambas especies comparten su ¨¢rea de distribuci¨®n en muchos puntos, as¨ª como la querencia por esas riberas de agua dulce m¨¢s o menos temporales. Villegas recalca que ¡°los lugares en los que crece son las zonas m¨¢s duras para cultivar plantas¡±, con una tierra bastante ¨¢rida, ¡°y con un mantenimiento y un riego m¨ªnimos. Aunque no se hayan podado pr¨¢cticamente nada desde hace unos 25 a?os que se plantaron, contin¨²an floreciendo muy bien¡±.
Justo en estas semanas de verano se puede ver al sauzgatillo en plena floraci¨®n, con penachos de inflorescencias coronando casi cada rama. Su color m¨¢s habitual es el azulado, con tonos cercanos a la flor del lilo (Syringa vulgaris), si bien tambi¨¦n hay variedades en jardiner¨ªa de colores blancos y rosados claros. Su aroma le aproxima al de sus hojas compuestas y palmeadas, como la forma de una mano; basta con frotar muy ligeramente una de esas hojas tan atractivas para que la piel se impregne de un perfume muy caracter¨ªstico. En un jard¨ªn ser¨¢ un punto focal de atracci¨®n para la vista y para una mir¨ªada de insectos polinizadores, mariposas incluidas, por lo que se convierte en un espect¨¢culo para todos los amantes de estos bichillos alados.
El vigor de la planta se ve reflejado tanto en su tama?o, de unos cinco metros de altura, si no m¨¢s, como en su resistencia a enfermedades causadas por hongos que fulminan a otras especies, como la seta de la miel (Armillaria mellea). A pesar de la dulzura de su nombre, este hongo es un mal end¨¦mico de ciertos jardines y parques hist¨®ricos, y que tiene muy mal tratamiento.
Este arbusto tiene una serie de usos que han favorecido su cultivo. Uno es que se utilizan sus ramas flexibles para tejer cestos, al igual que se hace con los sauces (Salix spp.), de ah¨ª la ra¨ªz com¨²n de sus nombres populares (sauce ¨C sauzgatillo). Pero el otro tiene que ver con la qu¨ªmica de la especie, ya que desde la Antigua Grecia se alude a su uso para mantenerse alejado del deseo sexual, tanto en las mujeres como en los hombres.
¡°Las matronas que guardaban castidad en los sacrificios a Ceres se acostaban sobre sus hojas¡±, comenta el bot¨¢nico Gin¨¦s L¨®pez Gonz¨¢lez. Otro de sus nombres populares, el de pimienta de monjes, refleja tambi¨¦n la anafrodisia que supuestamente causaba en aquellos hombres que inger¨ªan sus semillas, de gusto similar a la pimienta (Piper nigrum). Por cierto, es a trav¨¦s de las semillas del sauzgatillo por las que se puede reproducir muy f¨¢cilmente esta especie, sin necesidad de ning¨²n tratamiento especial.
Pero a pesar de ese apellido tan claro que hace referencia a la castidad, agnus-castus, en realidad hay un uso actual que hace de esta planta una aliada de la mujer. As¨ª lo asegura Natalia de Ancos, sex¨®loga cl¨ªnica: ¡°Hay un falso mito sobre el sauzgatillo, en parte debido a su nombre cient¨ªfico, ya que se ha cre¨ªdo que reduc¨ªa la libido, cuando en realidad es un regulador hormonal. Lo que sucede es que se administraba a ej¨¦rcitos para regular a la baja el deseo sexual de los soldados cuando estaban demasiado exaltados¡±.
Clarificado ese punto, De Ancos contin¨²a: ¡°En la actualidad se utiliza para todo lo contrario, ya que el sauzgatillo imita la acci¨®n de la dopamina, lo que ayuda a normalizar la producci¨®n de las hormonas que estimulan los ¨®rganos sexuales y que, por tanto, ejercen un efecto ben¨¦fico sobre la libido de la mujer, aument¨¢ndola¡±. Sobre si este es un tratamiento que se est¨¦ aplicando, explica: ¡°Conozco ginec¨®logas, como Miriam Al Adib Mendiri o Juani Lafaja Mazuecos, que la recomiendan encarecidamente, en especial a mujeres con un desequilibrio hormonal que est¨¢ afectando a su deseo sexual¡±.
Con las palabras de Juani Lafaja nos despedimos del sauzgatillo: ¡°Es una planta mediterr¨¢nea que verdaderamente es muy ¨²til para regular aquello que est¨¢ alterado, y ayudar a encontrar un equilibrio para que la mujer est¨¦ mejor y tenga m¨¢s calidad de vida¡±.
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