Adelfa, vinca y jazm¨ªn estrella: todo queda en familia
Se podr¨ªa tener medio jard¨ªn o terraza ¨²nicamente con las plantas apocin¨¢ceas, tan resistentes al cultivo en maceta
Las plantas tambi¨¦n tienen familias. Eso es lo que nos dicen los tax¨®nomos bot¨¢nicos, que son los encargados de clasificar las especies vegetales por su proximidad gen¨¦tica. Al comienzo, esta organizaci¨®n estaba fundamentada exclusivamente en la semejanza morfol¨®gica, en el parecido entre las estructuras reproductivas entre unas plantas y otras. Pero la ciencia avanza, as¨ª como las herramientas de las que se sirve, lo que ha posibilitado analizar el ADN de cada especie y a?adir m¨¢s exactitud a ese parentesco. De esta forma, podemos encontrar que la planta del tabaco (Nicotiana tabacum), la petunia (Petunia x hybrida), la del pimiento (Capsicum annuum), el tomate (Solanum lycopersicum), la patata (Solanum tuberosum) o la berenjena (Solanum melongena) pertenecen a la familia de las solan¨¢ceas (Solanaceae). En los casos de estas ¨²ltimas verduras mencionadas, si se observan detenidamente sus flores veremos c¨®mo guardan un parecido m¨¢s que razonable.
Esa similitud a veces se ve tambi¨¦n reflejada en m¨¢s partes de cada especie, o incluso en su qu¨ªmica. As¨ª lo resalta Ram¨®n Morales, cient¨ªfico titular del Real Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid: ¡°La familia de las labiadas (Lamiaceae) se llama as¨ª porque morfol¨®gicamente tienen los p¨¦talos con una forma de labio muy caracter¨ªstico. Casi todas ellas poseen, adem¨¢s, el tallo cuadrangular¡±. Pero ah¨ª no terminan las coincidencias, como contin¨²a relatando Morales: ¡°Una gran mayor¨ªa de ellas tienen propiedades arom¨¢ticas, ya que disponen de unos aceites esenciales vol¨¢tiles dentro de unas gl¨¢ndulas. Una vez que se rompen liberan unos aromas muy agradables, como en el caso de las mentas (Mentha spp.), los tomillos (Thymus spp.) o del romero (Salvia rosmarinus)¡±.
No siempre tiene que darse este parecido. Baste citar como ejemplo el caso de las malvas (Malva sylvestris) de los descampados de cualquier ciudad y el de los baobabs de Senegal (Adansonia digitata). Al comparar sus flores ser¨ªa dif¨ªcil pensar que ambas especies pertenecen a la misma familia bot¨¢nica, la de las malv¨¢ceas (Malvaceae).
Y ya que estamos hablando de parentescos, intern¨¦monos en una familia de plantas con un amplio uso jardinero: las apocin¨¢ceas (Apocynaceae). Bajo este peculiar nombre se engloban especies tan utilizadas en nuestros jardines como las adelfas (Nerium oleander), las vincapervincas (Vinca minor) y el jazm¨ªn estrella (Trachelospermum jasminoides). Todas ellas comparten una estructura pent¨¢mera en su flor, es decir, con cinco p¨¦talos. Adem¨¢s, cada uno de ellos tiene una forma ligeramente trapezoidal, y con una disposici¨®n y un giro que recuerda a las h¨¦lices del motor de un barco.
Otra de las caracter¨ªsticas de esta familia es que tiene principios t¨®xicos, aunque no son un peligro para las personas. Su sabor es extremadamente amargo, como corresponde a una buena planta ponzo?osa, por lo que es altamente improbable que nadie, ni siquiera un ni?o, tenga mayor problema con ellas.
En general es una familia amante del sol, algo f¨¢cil de entender cuando vemos vegetar a las adelfas en las medianas de las carreteras, recibiendo toda la fuerza e intensidad del astro rey desde que amanece hasta que atardece. Esta exposici¨®n tan luminosa es algo que agradece tambi¨¦n el jazm¨ªn estrella, aunque puede vivir estupendamente con solo unas pocas horas de sol directo, sin necesidad de tostarse tanto como las adelfas. En cambio, la peque?a vincapervinca prefiere situaciones m¨¢s sombreadas, aunque no le asusta el sol a cambio de contar con humedad en el terreno sobre el que crece.
Bien mirado, casi que podr¨ªamos tener medio jard¨ªn, o terraza, ¨²nicamente con plantas de esta familia tan resistente al cultivo en maceta. Un alf¨¦izar que mire al norte o al este puede ser un buen lugar para cultivar una vincapervinca. Si complementamos esa misma maceta con una heuchera (Heuchera spp.) o con una esparraguera (Asparagus densiflorus ¡®Myersii¡¯) tendremos una composici¨®n de lo m¨¢s agradable para la vista.
Dentro de las apocin¨¢ceas hay una variedad tan grande de formas como las que pueden ofrecer otras dos especies completamente diferentes a las que acabamos de ver. La primera se trata de una planta suculenta, ya que acumula agua y nutrientes de reserva en sus tejidos, engrosando sus tallos, como hace la gran familia de los cactus (Cactaceae). Es la llamada flor lagarto (Orbea variegata), una especie de lo m¨¢s pintoresca, especialmente por sus grandes flores que recuerdan a la piel de alg¨²n reptil. Asimismo, se adereza de un aroma a carne putrefacta, lo que hace las delicias de los amantes de lo extra?o. Pero si preferimos otra apocin¨¢cea con unas flores m¨¢s delicadas encontraremos la flor de cera (Hoya carnosa), una trepadora perfecta para crecer en el interior m¨¢s luminoso de las casas. Sus flores son perfumadas, como las de la adelfa o el jazm¨ªn estrella. Todo queda en familia.
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