Machismo, dinero y cancelaci¨®n: as¨ª ha sido la ca¨ªda en desgracia de Ocelote, el capo espa?ol de los eSports

Carlos Rodr¨ªguez, alias Ocelote, necesit¨® muchos a?os para convertirse en el amo espa?ol de los eSports, un negocio que en 2020 roz¨® los mil millones de d¨®lares en ingresos en todo el mundo. Pero le han bastado poco m¨¢s de una semana y unos cuantos tuits para acabar con su imperio y cortar lazos con su equipo, el G2. Si G2 fuera el Real Madrid de su sector (una comparaci¨®n no del todo disparatada), Ocelote ser¨ªa Santiago Bernab¨¦u. Este madrile?o de 32 a?os lo fund¨® en 2014 y le dio forma, convirti¨¦ndolo no solo en uno de los equipos m¨¢s relevantes de Europa, sino en una extensi¨®n de s¨ª mismo. Hasta que un v¨ªdeo, un troleo y la presi¨®n social contra el machismo han acabado con todo.

El principio del fin se gest¨® en una fiesta. El pasado 17 de septiembre, Ocelote estaba descorchando botellas de champ¨¢n alegremente junto al gur¨² de los incels Andrew Tate, quien dice que las mujeres deber¨ªan estar en casa y que son propiedad del hombre. Se jacta de pegarlas y asfixiarlas. Cree que las v¨ªctimas de violaci¨®n deben ¡°asumir la responsabilidad¡± de sus ataques y sale con mujeres de 18 a 19 a?os porque as¨ª puede ¡°dejar una huella¡± en ellas, seg¨²n explica en sus v¨ªdeos. Estos han sido retirados de Facebook, Instagram, YouTube, TikTok y Twitter por fomentar la violencia contra las mujeres.

As¨ª que cuando Ocelote public¨® en su cuenta de Twitter un v¨ªdeo de fiesta con Tate no a todo el mundo le pareci¨® una gran idea. La fina lluvia de cr¨ªticas acab¨® convirti¨¦ndose en una tormenta viral, pero lejos de recular, Ocelote sac¨® el paraguas y tir¨® para adelante. ¡°Nadie podr¨¢ vigilar mis amistades. Trazo mi l¨ªnea aqu¨ª. Salgo de fiesta con quien cojones me d¨¦ la gana¡±, tuite¨® el emprendedor. Seis d¨ªas m¨¢s tarde cortaba lazos con su empresa: ¡°No me creo lo que voy a decir, pero mi tiempo en G2 ha llegado a su fin¡±, explicaba en un v¨ªdeo en el que hac¨ªa esfuerzos por no llorar. ¡°Asumo toda la responsabilidad por lo que ha pasado en los ¨²ltimos d¨ªas y estoy destrozado¡±. Para entender qu¨¦ pas¨® entre unas declaraciones y otras, hay que explicar qui¨¦n es Ocelote y en qu¨¦ momento se encontraba la industria cuando estall¨® esta pol¨¦mica.

Ana Rosa Quintana estaba alucinando. ¡°?En un estadio de verdad?¡±, preguntaba la presentadora cuando un joven Ocelote le aseguraba que se hab¨ªa llenado el de Los Angeles Lakers (con capacidad para 20.000 espectadores) para ver una competici¨®n de eSports. Era 2014, la industria de los deportes electr¨®nicos estaba despegando y ¨¦l, que ya hab¨ªa destacado como un jugador medio pero con carisma, hab¨ªa creado su primer equipo. Y fue al programa de Ana Rosa a contarlo. ¡°Aquello fue inaudito en la ¨¦poca¡±, explica en un intercambio de audios Bruno Ouvi?a, soci¨®logo y especialista en eSports en el portal MGG. Aunque m¨¢s por llegar a conquistar ese espacio que por la entrevista en s¨ª. Ana Terradillos, Eduardo Inda y la propia Ana Rosa le lanzaron preguntas absurdas como si aquello era un trabajo de verdad, si pod¨ªa tener novia estando todo el rato ¡°con la maquinita y tal¡±, o si esa hipot¨¦tica novia era real o virtual. ¡°Es muy interesante y me impacta un poco que gente de a pie, como vosotros, no conozc¨¢is este fen¨®meno¡±, resum¨ªa hacia el final de la entrevista el empresario. Sus palabras de entonces tienen la misma vigencia en la actualidad.

¡°Ocelote no consigui¨® que los periodistas le trataran con mucha seriedad¡±, reconoce Ouvi?a. ¡°Pero demostr¨® que se desenvolv¨ªa muy bien en las entrevistas, que ten¨ªa un punto de showman. Y supo intuir que por ah¨ª iban los tiros¡±. En 2014 los deportes virtuales despuntaban, pero el mundo del streaming y los creadores de contenidos no eran tan importantes como hoy.

Quiz¨¢ la figura que mejor representa c¨®mo ha crecido este mundillo es Ibai Llanos, uno de los creadores de contenido m¨¢s queridos y seguidos del mundo (suma 11 millones de seguidores en Twitch, otros tantos en TikTok y m¨¢s o menos los mismos en Twitter). Fue Ocelote quien convirti¨® a Ibai en lo que es, o al menos le ayud¨® en el camino. En 2019 el vasco era comentarista de la Liga Profesional de Videojuegos (LVP). Pon¨ªa la voz a los partidos en los que jugaba el equipo de Ocelote. Y fue al final de uno de estos encuentros, en los Mundiales de 2019, cuando en vivo y en directo el empresario hinc¨® rodilla y le pidi¨® a Llanos que abandonara su trabajo para convertirse en creador de contenido para G2. La asociaci¨®n solo dur¨® un a?o, pero fue suficientemente productiva para reforzar la imagen del presentador reconvertido en streamer y del equipo m¨¢s medi¨¢tico de la LVP.

De esta forma, Ocelote se fue creando una imagen p¨²blica cercana, alejada del empresario gris cuyas palabras pasan por el tamiz de un equipo de comunicaci¨®n y asemej¨¢ndose m¨¢s al estilo de comunicaci¨®n irreverente y pol¨ªticamente incorrecto de los streamers. ¡°No tiene nada que ver con el resto de consejeros delegados del mundillo¡±, explica Ouvi?a. ¡°Es el chico malo, pero tambi¨¦n el chico divertido, el que se disfraza de payaso, se r¨ªe de s¨ª mismo. Se ha construido un personaje duro, que se mete con la gente, no tiene problemas en decir lo que piensa y sabe manejar al p¨²blico¡±.

Hasta ahora. La verborrea diarreica que lo encumbr¨® ha sido la que ha acabado precipitando su salida de G2. Cuando empez¨® a despotricar contra quienes criticaban sus amistades no era consciente de las implicaciones que esas palabras podr¨ªan tener. ¡°No supo diferenciar bien los l¨ªmites entre la vida privada y su marca personal¡±, se?ala Lara Smirnova, streamer y periodista especializada en eSports. ¡°Cuando eres un personaje p¨²blico, estas l¨ªneas son muy difusas y m¨¢s si eres t¨² mismo el que comparte ese contenido. Ocelote crey¨® que esto ser¨ªa una pol¨¦mica m¨¢s y subestim¨® lo que implicaba su comportamiento¡±, analiza. Su empresa no lo hizo. No esper¨® ni 24 horas a hacer control de da?os. Le suspendi¨® de empleo y sueldo durante dos meses y esper¨® por su parte un gesto de contrici¨®n que lleg¨® a medias. El 18 de septiembre, Ocelote pidi¨® perd¨®n en un comunicado en tono fr¨ªo y administrativo y fue dejando pistas en sus redes sociales de su verdadero parecer. Se cambi¨® su avatar poni¨¦ndose una imagen de un ave f¨¦nix. A?adi¨® a su nombre un emoticono que sonre¨ªa con autosuficiencia. Y fue regando de likes a todos los mensajes de apoyo, ri¨¦ndose en la cara de sus detractores con un troleo de manual.

Puede que en otro contexto su actitud hubiese pasado desapercibida. Pero no lo hizo el pasado fin de semana. ¡°El timing ha sido complicado¡±, concede Smirnova, ¡°G2 optaba a una plaza en la VCT, la competici¨®n del videojuego Valorant¡±. Todos los equipos seleccionados iban a tener una plaza asegurada en esta competici¨®n para los pr¨®ximos cinco a?os, ganaran o perdieran (algo as¨ª como Espa?a en Eurovisi¨®n, pero con disparos), garantizando una seguridad que en los eSports apenas existe y unos cuantos millones en ingresos en un juego con mucha proyecci¨®n de futuro.

La creadora de este videojuego, la desarrolladora californiana Riot Games, tambi¨¦n tiene su pasado. Es una empresa que viene de pagar 100 millones de d¨®lares en da?os a sus empleadas por discriminaci¨®n de sexo y comportamientos machistas. No pod¨ªa permitirse un titular que mezclara su nombre con el de Andrew Tate. As¨ª que no cedi¨® ninguna plaza a G2 en un movimiento que muchos en el sector, conceden los entrevistados, relacionan con la pol¨¦mica de Ocelote. Seis d¨ªas despu¨¦s de que publicara el controvertido v¨ªdeo, el empresario se desvinculaba de su empresa. Pero el eco de la pol¨¦mica ha seguido resonando.

¡°El mundo de los eSports y el gaming tiene en el machismo una lacra muy grande que combatir¡±, expone Smirnova. ¡°No solo te encuentras comportamientos muy mis¨®ginos en el servidor cuando juegas, sino en redes sociales, en los chats de las competiciones femeninas, es algo preocupante siendo la fanbase un p¨²blico tan joven¡±. Por eso, opina la periodista, las decisiones que se toman desde arriba son importantes. ¡°Hay que se?alar los comportamientos machistas como algo serio. Ya no es una bromita m¨¢s de la bro culture en la que vivimos¡±, a?ade. No se trata tanto de establecer una cultura de la cancelaci¨®n como de una cultura de las consecuencias: ¡°Porque las conductas tienen sus consecuencias. Tenemos que dejar atr¨¢s la idea de que todo vale, y todo se olvida r¨¢pido¡±.