La generaci¨®n Z se pasa a la ropa de segunda mano: de una camisa de Ralph Lauren en el Rastro a unos Levi¡¯s en una tienda ¡®vintage¡¯
Cada vez son m¨¢s los j¨®venes que deciden cambiar sus h¨¢bitos de consumo y apuestan por comprar prendas usadas, bien sea por motivos econ¨®micos, sostenibles o para recuperar modas pasadas. Solo en la plataforma Vinted hay seis millones de usuarios registrados en Espa?a
Abrigos de vis¨®n, jers¨¦is de marca, pantalones vaqueros, chaquetas de pana¡ todo tiene cabida en los puestos de ropa de segunda mano del Rastro de Madrid. Todos los domingos, centenares de personas acuden a este emblem¨¢tico mercadillo de la capital en busca de gangas o para comprar productos ¨²nicos que son dif¨ªciles de encontrar en las tiendas habituales. Pero, desde hace unos meses, los m¨¢s j¨®venes lo visitan con dinero suficiente como para renovar por completo su armario.
¡°Todo a 10€¡±, se?ala un cartel en uno de los puestos que se ve nada m¨¢s salir del metro de La Latina. Decenas de j¨®venes rebuscan entre las perchas de un burro en el que hay ropa muy variada: chaquetas deportivas, polos y camisas. ¡°?Te gusta este polo?¡±, se escucha, ¡°?O mejor este otro?¡±, pregunta una joven que va acompa?ada de un amigo. Al final se lleva las dos prendas, por menor precio, tras regatear al encargado. Unos metros m¨¢s adelante, un grupo se amontona alrededor de un puesto de vaqueros Levi¡¯s. ¡°Aqu¨ª vienes con 100 euros y haces la compra del mes, o incluso del a?o¡±, explica Rub¨¦n Gasc¨®n (Le¨®n, 19 a?os). Acaba de llegar a Madrid y es su primera vez en el Rastro. Sorprendido, rebusca entre ropa que, si fuese nueva, no podr¨ªa permitirse. ¡°?Una camisa de Ralph Lauren por 15 euros? Dame tres¡±, bromea entre risas. Antes de llegar a La Latina se hab¨ªa puesto un l¨ªmite de gasto en 50 euros, pero confiesa que ya se ha gastado 75: ¡°Hasta ahora he comprado dos camisas, dos vaqueros y una chaqueta oversize vaquera¡±.
Pero no hace falta esperar al domingo para hacer un cambio de armario. Es s¨¢bado y decenas de personas visitan la tienda de Humana en el n¨²mero 5 de la madrile?a calle de Luchana en busca de los mejores productos. Cada d¨ªa, esta tienda de ropa de segunda mano tiene ofertas diferentes: un d¨ªa est¨¢ todo a 1 euro, al siguiente a 2 o a 3. Luc¨ªa y Martina (20 y 19 a?os) salen del establecimiento con dos bolsas cada una. ¡°No es la primera vez que vengo, pero s¨ª es la primera vez que me llevo algo. Hay que venir con tiempo, porque hay muchas prendas y se te puede escapar algo¡±, cuenta Luc¨ªa mientras ense?a una de sus compras. Es una falda negra larga. ¡°Quer¨ªa algo as¨ª desde hace un tiempo. No es dif¨ªcil encontrar ropa que te guste, lo dif¨ªcil es que sea justo de tu talla¡±. Hay locales de esta franquicia en muchas ciudades de Espa?a y lo bueno es que no hay nada igual de una a otra. ¡°Hay cosas que merecen la pena, pero otras que ni regaladas me las pongo¡ No creo que vuelva, al menos a esta, porque seguro que reponen seg¨²n se van acabando las cosas. No descarto ir a otras a ver qu¨¦ encuentro¡±, explica Martina.
Entre los compradores de este tipo de productos est¨¢n los que los eligen por un tema de concienciaci¨®n y de sostenibilidad. Tatiana Santos (Madrid, 26 a?os) cambi¨® su forma de comprar hace cinco a?os: ¡°Lo hice por una causa de conciencia ambiental, y hoy mi armario es un 95% de segunda mano¡±. Como muchos otros, ella acude a tiendas como Humana u otras similares repartidas por la capital. ¡°Mi prioridad es ir a este tipo de establecimientos y si no encuentro lo que busco hago un esfuerzo y voy a otros. Es un gesto con el que siento que no le estoy haciendo da?o al planeta y eso me hace sentir bien¡±. Santos admite que nunca ha comprado, ni comprar¨¢, bolsos, zapatos o ropa interior que ya haya tenido due?o antes: ¡°Se nota que ha sido usado. Pero con lo que me he ahorrado de las prendas normales puedo permitirme adquirir productos m¨¢s caros y que s¨¦ que me van a durar y no es fast fashion¡±.
Friperie Vintage, una tienda situada en el n¨²mero 2 de la calle de Rodr¨ªguez San Pedro (Madrid), es otra de las opciones para los amantes de la ropa de marca de segunda mano. Entre su oferta hay vaqueros de Levi¡¯s e incluso prendas de Burberry. A trav¨¦s de su cuenta de Instagram (donde tiene m¨¢s de 25.500 seguidores), su due?a Xin Jing publica cada d¨ªa las novedades que reciben. ¡°Los clientes vienen principalmente a por vaqueros Levi¡¯s porque llevamos a?os especializ¨¢ndonos en este tipo de producto. Son marcas cl¨¢sicas y cuesta mucho menos comprarlas aqu¨ª que en las tiendas oficiales¡±, explica Jing. A diferencia de lo que ocurre en otros locales donde da igual c¨®mo llegue el producto siempre y cuando se pueda vender, en Friperie Vintage la calidad es lo m¨¢s importante: ¡°Somos exigentes con la selecci¨®n, por el estilo y la calidad de las prendas. Al ser piezas ¨²nicas las compramos solo si est¨¢n bien¡±.
En cualquier caso, no hace falta salir de casa para comprar este tipo de productos. Cada vez son m¨¢s las empresas que se lanzan al mundo virtual. Otras, como Vinted, hacen de intermediarios para la compra-venta de ropa de segunda mano. Actualmente, esta plataforma tiene seis millones de usuarios registrados en Espa?a; a nivel europeo, es el mercado de moda y estilo l¨ªder, con m¨¢s de 75 millones de personas en 18 pa¨ªses, seg¨²n datos de la empresa. Beatriz Cisneros (Madrid, 23 a?os) es una de sus vendedoras habituales. ¡°Hace dos a?os hice mi primera venta. Al principio eran todas francesas, pero cada vez ves a m¨¢s personas de otros pa¨ªses. En total, habr¨¦ vendido m¨¢s de 30 prendas. No suelo comprar porque tuve una mala experiencia una vez y no he vuelto a intentarlo¡±. Cisneros explica que usa Vinted para ganar dinero y quitarse ¡°cosas del medio¡±. ¡°Hay tanta saturaci¨®n de oferta que, al final, todo el mundo lleva lo mismo y es por eso que muchos preferimos volver a modas pasadas. A m¨ª lo que tiene todo el mundo me cansa¡±, dice. Aunque la mayor parte del p¨²blico es femenino, desde la compa?¨ªa aseguran que cada vez son m¨¢s los hombres que dan el paso en el mundo de la compra venta.
Pero¡ ?Y por qu¨¦ ahora los j¨®venes van a la b¨²squeda de este tipo de ropa? Marta Dom¨ªnguez Riezu, experta en moda y autora del libro La moda justa (Anagrama, 2021), lo explica: ¡°Entre un cierto segmento de los j¨®venes ¡ªel m¨¢s inquieto y ligado a las subculturas y el underground¡ª existe la curiosidad por ideas y objetos de otras ¨¦pocas: libros, pel¨ªculas, discos de vinilo¡ Es parte de la construcci¨®n de la identidad y de la integraci¨®n en el grupo, con prendas que explican cosas de ti que la ropa nueva no puede hacer¡±.
Da igual si es por concienciaci¨®n ambiental, ahorro monetario o intentar ser diferente a los dem¨¢s, cada vez son m¨¢s los j¨®venes que toman la decisi¨®n de apostar por la ropa de segunda mano y regresar a modas pasadas. Ponerse algo que ha llevado otra persona que no conocen, ni es de pobres, ni les supone ning¨²n tipo de problema, afirma Dom¨ªnguez Riezu, para quien es positivo que este estigma haya desaparecido, ya que los consumidores tenemos cierto poder: ¡°Es b¨¢sico: comprar mucho menos y comprar mucho mejor¡±.
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