Por qu¨¦ todos queremos personalizar al m¨¢ximo un simple mueble de Ikea

El v¨ªdeo podr¨ªa haber sido etiquetado como ASMR (v¨ªdeos donde lo que prima es el sonido y el placer y relajaci¨®n que este produce), porque asistir al proceso mediante el cual, con ayuda de un poco de cola y algunos detalles, dos paneras de madera se convierten en una delicada mesita de noche produce una cierta satisfacci¨®n sensorial. El algoritmo de publicaciones sugeridas de Instagram esconde varias recomendaciones como esta: de una influencer de estilo de vida fabricando desde cero un mueble-estanter¨ªa para sus gatos a instagramers mostrando c¨®mo dar un uso inesperado a muebles y objetos adquiridos en establecimientos de IKEA. A estas alturas es incluso extra?o que a un usuario de esta red social no haya sido asaltado por una persona agujereando la superficie de una mesita de caf¨¦ Lack para transformarla en una pieza dise?ada por ella misma.

Ya sea en forma de retos para virtuosos del bricolaje, consejos sencillos y al alcance de todos los bolsillos para cuidar el interiorismo del hogar o en hacks o trucos para transformar completamente la funcionalidad de un mueble, el DIY (Do It Yourself, hazlo t¨² mismo) ha acabado conquistando el contenido en redes dedicado a la decoraci¨®n. Forma parte del gusto que plataformas como Instagram o TikTok han desarrollado hacia el contenido que explora nuevas maneras de optimizar la vida y de invitarnos a ser ¡ªsi es que queda margen para ello¡ª todav¨ªa m¨¢s productivos. Pero hay razones para el auge de esta tendencia; un simple vistazo a los datos puede esclarecer la respuesta.

A mediados de marzo de 2020, coincidiendo con el confinamiento a causa de la pandemia de coronavirus, las b¨²squedas en Google de muebles DIY se dispararon en Estados Unidos. Gozaron de una inusual popularidad que dobl¨® las cifras de inter¨¦s que el buscador hab¨ªa registrado hasta el momento con ese mismo t¨¦rmino de b¨²squeda. Estar en casa sin posibilidad de salir no solo surti¨® el efecto de ver los fallos o las posibles mejoras en el aspecto y funcionalidad de cada hogar, tambi¨¦n agudiz¨® el ingenio de llevar a cabo esas modificaciones por uno mismo, sin contar con ayuda profesional.

La relaci¨®n entre el confinamiento y las cifras del sector comercial de interiorismo y decoraci¨®n ha sido analizada arrojando resultados tan curiosos como llamativos. Un informe publicado por la plataforma de estudios de mercado Research and Markets reflejaba la ca¨ªda de las compras de muebles y objetos de decoraci¨®n en Europa durante el primer y segundo trimestre de 2020, para despu¨¦s materializar una remontada acentuada en los dos siguientes, coincidiendo con el fin del confinamiento. Seg¨²n este an¨¢lisis, las expectativas para el sector son de crecimiento, entre otras razones, ¡°por la influencia creciente de las redes sociales¡±. Tambi¨¦n por la imparable penetraci¨®n del comercio electr¨®nico y la llegada a ¨¦l de cada vez m¨¢s consumidores mileniales y de la generaci¨®n Z. Un sector de la poblaci¨®n familiarizado con el lenguaje de las redes sociales que llega paulatinamente a la posibilidad de personalizar por primera vez una vivienda.

Entre las recetas para combatir los l¨ªmites del presupuesto y obtener un resultado ¨²nico y especial se erige el auge del DIY, de la recuperaci¨®n y transformaci¨®n de mobiliario antiguo o el pirateo de muebles producidos de manera masiva, como los de Ikea. En este terreno, hay quien ha llegado a profesionalizar su habilidad de transformar en aspecto y funci¨®n los muebles del gigante sueco, conocidos por llegar en forma de un conjunto de piezas sin ensamblar a casa de sus clientes.

Jules Yap es una de esas personas que se niega a seguir las instrucciones del interior de la caja. Ella es la fundadora de IKEA Hackers, un blog especializado en ideas y trucos para transformar la apariencia y usabilidad de la oferta del cat¨¢logo. En su web, Yap se define como la persona que ¡°inici¨® el movimiento de hacks de Ikea en 2006¡å. Una comunidad de 300.000 usuarios sigue su actividad en Instagram, alimentada por ideas de personas en todo el mundo.

Aunque cuando se trata de profesionalizar la transformaci¨®n de muebles, en este caso de Ikea, el sector del dise?o de interiores ya ha demostrado tener inter¨¦s en estudiar sus posibles ventajas. Es el eje del trabajo de Cubro, una start-up espa?ola fundada en 2019 por Jaime Pont y Jorge Cienfuegos, dos emprendedores especializados en el ¨¢rea digital. La propuesta de los armarios y espacios de almacenaje de Cubro consiste en valerse de las estructuras y accesorios interiores de Ikea para vestirlos con materiales de mayor calidad y mayores posibilidades de personalizaci¨®n.

Cuenta Jorge Cienfuegos que fue durante la reforma de su propia casa, dise?ando junto a los arquitectos el interior de la cocina, cuando aprendieron que combinar estructuras interiores de Ikea con puertas hechas a medida por carpinteros era una pr¨¢ctica habitual entre arquitectos y dise?adores. ¡°Empezamos a pensar maneras de hacer m¨¢s eficiente la fabricaci¨®n usando tecnolog¨ªa de lo que sol¨ªan hacer los carpinteros tradicionales. Dando m¨¢s opciones de acabados y colores, pero, sobre todo, reduciendo el desperdicio de material que permite la fabricaci¨®n digital¡±, explica Cienfuegos.

La empresa fabrica en Madrid y Bilbao puertas y cajones compatibles con las medidas de los m¨®dulos de la multinacional bajo la pretensi¨®n de mejorar las calidades y ampliar las posibilidades de dise?o. ¡°Buscamos cada vez m¨¢s personalizaci¨®n en nuestra casa¡±, reflexiona Cienfuegos. ¡°Vivimos una ¨¦poca donde la gente quiere que su casa transmita su personalidad de una forma tan fuerte como una prenda de vestir¡±.

En esta reflexi¨®n se esconde tambi¨¦n la raz¨®n por la que la tendencia de transformar muebles no solo se extiende a los nuevos, tambi¨¦n a los viejos. Las redes sociales se han transformado en madrigueras de conejo en las que rodar en un scroll interminable en el que antiguas c¨®modas, estanter¨ªas, mesas o aparadores se customizan a c¨¢mara r¨¢pida. ?El prop¨®sito? Habitar una casa que no se parezca a ninguna otra. Y, a ser posible, que cuadre dentro del presupuesto.