La magia del laurel: de simbolizar el triunfo en la guerra a completar el sabor de unas lentejas
La planta en la que Dafne se convirti¨® para librarse del acoso de Apolo ha ocupado un puesto de honor en los jardines mediterr¨¢neos y la imaginaci¨®n de los artistas desde hace siglos
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La ninfa Dafne corre despavorida, perseguida por un Apolo enamorado. Justo antes de esta carrera desenfrenada, ese dios trataba de convencerla para que su amor llegara a consumarse. La ninfa huye rauda del deseo de Apolo, y este va detr¨¢s de ella. La imagen no puede ser m¨¢s perturbadora, o s¨ª. Porque, como por un encantamiento, y ante la plegaria de Dafne para que su padre la librara del acoso del dios, esta se transforma en un laurel (Laurus nobilis). Ovidio, en sus Metamorfosis, narra que, entonces, ¡°su esplendente belleza es lo ¨²nico que de ella queda¡±, refiri¨¦ndose a la planta resultante. Desde ese momento, Apolo elegir¨ªa esta planta como atributo: ¡°Est¨¢ bien, puesto que ya no puedes ser mi esposa, al menos ser¨¢s mi ¨¢rbol¡±. Y lo consagra para que sean sus ramas y hojas las que guarnezcan su cabeza a modo de corona. Tambi¨¦n estipula que este adorno simbolice el triunfo en la guerra. Adem¨¢s, las coronas de laurel pasar¨ªan a celebrar desde los tiempos cl¨¢sicos la virtud de los poetas o las victorias en las competiciones deportivas, aparte de ser un atributo de la paz o la recompensa por el esfuerzo empleado.
Con esta leyenda, la mitolog¨ªa griega regal¨® a la imaginaci¨®n de los artistas de todas las ¨¦pocas un motivo para superar las m¨¢s altas cotas de maestr¨ªa. Abundan las versiones, y muchos museos de arte cuentan con alguna representaci¨®n de este mito. Pero en la mente de cualquier amante del arte aparece de inmediato una escultura: el Apolo y Dafne del italiano Gian Lorenzo Bernini (1598 ¨C 1680), en la Galer¨ªa Borghese de Roma. Bajo el m¨¢rmol del artista barroco todav¨ªa fluye la sangre, transfigurada en savia, de la ninfa, cuyas extremidades se metamorfosean delante de los ojos del espectador en ra¨ªces, tronco y ramas adornadas por sus correspondientes hojas.

El laurel ha ocupado un puesto de honor en los jardines mediterr¨¢neos desde hace siglos, lugar del que todav¨ªa no ha bajado. Con esta planta ¡ªsagrada para griegos y romanos¡ª, de nuevo nos encontramos con una especie que es dif¨ªcil no encontrar en cualquier jard¨ªn, tanto p¨²blicos como privados. El hecho de ser una planta perenne, que adem¨¢s resiste muy bien las podas, le ha otorgado cometidos como el de generar setos, tanto de alturas medias (a partir de un metro) como altas (a partir de dos o tres metros).
Tambi¨¦n hay laberintos que se han plantado con esta especie, as¨ª como formas geom¨¦tricas de todo tipo, al ser adecuada para el arte topiario. Su afectaci¨®n por la plaga de la psila del laurel (Lauritrioza alacris) ha provocado que su uso est¨¦ en una ligera regresi¨®n, ya que el insecto deforma los bordes de las hojas al alimentarse de su savia. Afortunadamente, la inquieta y voladora psila cuenta con depredadores naturales que libran al laurel de sufrir de sus innumerables picotazos.

Esta planta le?osa, que puede medir hasta 10 metros de altura, presenta cada sexo en pies distintos, por lo que unos ejemplares son de laurel hembra y otros, de laurel macho. El acervo popular suele decir que es la hembra la que produce el mejor aroma para condimentar los platos de cocina, pero es algo de lo que se puede dudar. Lo que s¨ª es cierto es que la fragancia de una de sus hojas frescas partida por la mitad es una delicia para disfrutar con los ojos cerrados, y que ser¨ªa impensable imaginar los guisos de lentejas sin el condimento de esas hojas.
La dureza de este vegetal de origen mediterr¨¢neo es proverbial, ya que puede rebrotar desde su cepa despu¨¦s de sufrir un incendio; pero le afectan las heladas extremas ¨Dcomo ocurri¨® en la famosa tormenta Filomena, en Madrid, de 2021¨D. Aunque el laurel estar¨ªa libre de ser alcanzado por otras desgracias, como un rayo, puesto que en la Antig¨¹edad se pensaba que era una planta protectora frente a estos fen¨®menos meteorol¨®gicos, por lo que los romanos lo plantaban cerca de sus casas.
Bajo los laureles femeninos se pueden encontrar sus peque?as pl¨¢ntulas, germinadas f¨¢cilmente al caer sus frutos, lo que, quiz¨¢s, anime a recolectar unas pocas semillas para sembrar esta especie en unos tiestos. Cuando germinen, se pueden regalar a amigos y familiares para desearles todo lo bueno que conlleva el laurel y su historia milenaria.
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