Gerard Passola, bi¨®logo especialista en la cultura de los ¨¢rboles: ¡°La naturaleza es necesaria para el correcto desarrollo de la humanidad¡±
El cient¨ªfico y activista forma parte del comit¨¦ del European Arboicultural Council (EAC) y dedica sus d¨ªas a redactar los est¨¢ndares esenciales para que est¨¢s especies reciban cada vez mejores cuidados y preservan sus propiedades naturales
El ¨¢rbol es el vegetal que normalmente domina cualquier jard¨ªn en el que est¨¦ presente, adem¨¢s de generar pasiones desatadas. Su anatom¨ªa es la principal responsable de ese flechazo, y cada persona suele tener unas cuantas especies favoritas. Gerard Passola, bi¨®logo especialista en arboricultura y director de la empresa Doctor ?rbol, lleva muchos a?os aprendiendo y divulgando sobre este complejo mundo fascinante. Forma parte del comit¨¦ del European Arboricultural Council (EAC) para la redacci¨®n de los est¨¢ndares europeos de arboricultura, esenciales para que los ¨¢rboles reciban cada vez mejores cuidados, desde que nacen hasta que dejan de darnos sombra y regresan a la tierra de la que surgieron.
Pregunta. Su amor por el ¨¢rbol le ha llevado a explorar terrenos poco conocidos de estos seres vivos tan fascinantes.
Respuesta. Quiz¨¢ las palabras que yo utilizar¨ªa serian curiosidad y admiraci¨®n. El amor est¨¢ ah¨ª de manera impl¨ªcita. Pero siento b¨¢sicamente una inmensa curiosidad cient¨ªfica por todas las facetas del ¨¢rbol y una gran admiraci¨®n por su naturaleza, que es mucho m¨¢s sabia de lo que podemos conocer a simple vista, y que se constata en mil detalles peque?os y grandes. Adem¨¢s, el ¨¢rbol tiene siempre preparadas nuevas preguntas cada vez que conseguimos desvelar alguno de sus mecanismos o estrategias. Otro aspecto que creo que define mi relaci¨®n con los ¨¢rboles es que me apasiona ver c¨®mo la naturaleza, en general, y los ¨¢rboles, en particular, tienen esa capacidad de humanizarnos, la naturaleza es una parte necesaria para el desarrollo correcto de nuestra humanidad.
P. ?Y qu¨¦ posici¨®n ocupa esa humanidad con respecto a la naturaleza?
R. Para acercarnos m¨¢s a ella, algunas propuestas pretenden quitarle al hombre ese papel preponderante en la jerarqu¨ªa dentro de la naturaleza. No estoy de acuerdo con esa simplificaci¨®n, aunque tenga buenas intenciones. El hombre es, por nuestra repercusi¨®n, el ser m¨¢s relevante de la naturaleza, nuestra autoridad es realmente total: podemos hacer lo que queramos con el mundo, incluso destruirlo. Pero esa autoridad moral debe ser ejercida para su protecci¨®n y mejora. Autoridad proviene del lat¨ªn auctoritas, derivado del verbo augere, que significa aumentar, hacer crecer, magnificar. Por ejemplo, la autoridad de los padres con los hijos tiene sentido si su capacidad se pone al servicio del crecimiento ¨ªntegro de su prole, basado en su individual potencialidad. Del mismo modo, debe comportarse el hombre con la naturaleza.
P. ?Hay algo en los ¨¢rboles que no encuentre en otras plantas?
R. En general me gustan todas las plantas, me gustan mucho los helechos, las suculentas, ?los musgos! Pero la madera me parece incre¨ªble, la estructura tridimensional optimizada fisiol¨®gica y mec¨¢nicamente que fabrican es incre¨ªble y de una gran belleza. Lo es a cualquier nivel que lo analices: hoja, yema, rama, incluso por su metabolismo, aparece la maravilla de lo que son o hacen. Tambi¨¦n la dendrocronolog¨ªa ¡ªel estudio de los anillos de la madera¡ª me parece una ciencia del ¨¢rbol a la que se podr¨ªa dedicar la vida entera sin aburrirte.
P. ?C¨®mo ve la cultura del ¨¢rbol en Espa?a, con respecto a otros pa¨ªses?
R. Espa?a es muy diversa y hay zonas que valoran m¨¢s los ¨¢rboles que otras. En general, creo que en las zonas donde hay m¨¢s ¨¢rboles, como en el norte de Espa?a, hay m¨¢s conexi¨®n con ellos, y all¨ª donde est¨¢n menos presentes por el clima no se les valora tanto. Pero es solo una generalizaci¨®n; tambi¨¦n en los entornos excesivamente urbanos el ¨¢rbol es, para mucha gente, uno de los pocos puntos de contacto con la naturaleza, y eso les otorga un mayor valor. Sin embargo, creo que en Espa?a hay un gran desconocimiento popular de las bondades y beneficios de los ¨¢rboles, que se extiende a menudo a la propia profesi¨®n. Tendemos a valorarlos m¨¢s por los inconvenientes que generan que por sus beneficios. Es dif¨ªcil tener una buena relaci¨®n con algo o alguien del que tienes una lista de molestias¡
P. ?Y c¨®mo es la formaci¨®n de las personas que cuidan de esos ¨¢rboles?
R. Creo que ha mejorado mucho, y Espa?a cuenta ya con numerosos profesionales con buena formaci¨®n. Quiz¨¢ la jardiner¨ªa, que realiza muchos trabajos sobre ¨¢rboles ¡ªespecialmente en la plantaci¨®n¡ª, no se ha impregnado tanto de lo que la arboricultura tiene muy asumido. As¨ª que ah¨ª veo deficiencias importantes. Tanto si hablamos de la jardiner¨ªa en general, como espec¨ªficamente de la arboricultura, tenemos que aprender a valorar los ¨¢rboles como un todo, con sus aspectos negativos y con sus beneficios. Solo el conocimiento profundo de ambos permite tomar decisiones correctas sobre su presencia en la ciudad.
P. ?Qu¨¦ ayudar¨ªa a mejorar la percepci¨®n del ¨¢rbol que se tiene en la sociedad y en la clase pol¨ªtica?
R. Por un lado, me parece que hay que descubrir esa capacidad humanizadora de los ¨¢rboles, especialmente en las ciudades grandes, generando un confort psicol¨®gico y clim¨¢tico que tiene consecuencias en la salud f¨ªsica del cuerpo. Jos¨¦ Antonio Corraliza, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Ambiental de la UAM, que desde hace muchos a?os estudia la relaci¨®n entre la naturaleza y las personas, afirma, derivado de sus estudios, que los ¨¢rboles hacen a la gente mejores personas. Eso no se puede decir de muchas cosas. Una buena percepci¨®n de lo que los ¨¢rboles hacen cambiaria la opini¨®n de la mayor¨ªa. Otro aspecto que facilita esa mejora es la profesionalidad de los que trabajan con ellos, y que hace que se gestione de manera m¨¢s correcta, minimizando el riesgo de manera proporcional y las molestias que tienen asociados en la medida de lo posible.
P. Con su empresa, Doctor ?rbol, trat¨¢is de salvar ¨¢rboles en peligro o que presentan riesgos, realizando incluso trasplantes de grandes ejemplares.
R. Tenemos una pasi¨®n muy alta por saber m¨¢s cada d¨ªa, y esa ¡°verdad de los ¨¢rboles¡± que vamos conociendo nos permite ponerlos en su justo lugar. Solo con esto conseguimos muchas veces preservar ¨¢rboles que se ve¨ªan peligrosos o poco valiosos. En algunos casos, estos estudios tambi¨¦n recomiendan su eliminaci¨®n. Pero, en general somos muy conservacionistas y nos hemos especializado en ¡°trabajos especiales para ¨¢rboles especiales¡±, que es el lema que nos acompa?a desde el inicio de nuestro proyecto. Por ejemplo, instalamos anclajes o hacemos trasplantes de ¨¢rboles que se hubieran cortado sin m¨¢s.
P. En la ciudad, ?qu¨¦ se podr¨ªa hacer para contar con m¨¢s ¨¢rboles en espacios donde, en teor¨ªa, no se pueden cultivar?
R. Yo creo que, con voluntad, muchas cosas son posibles. Cuando los espacios libres en un punto concreto de la ciudad son ¨ªnfimos, siempre se pueden generar estrategias de renaturalizaci¨®n con plantas trepadoras o macetones. Pero, en general, la mayor¨ªa de las calles ¡ªaun las muy estrechas¡ª tienen capacidad de albergar ¨¢rboles. Sin embargo, eso requiere dedicaci¨®n y oficio en la gesti¨®n de la estructura a trav¨¦s de las podas, para poder fabricar un ¨¢rbol de bajo mantenimiento y entender c¨®mo los beneficios que su presencia generan son mayores que las molestias que tambi¨¦n fabrican. Creo que su implantaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil cultural que t¨¦cnicamente.
P. ?Qu¨¦ infraestructura mejorar¨ªa la salud y vitalidad de los ¨¢rboles en la ciudad?
R. La ciudad es muy diversa y cada punto tiene su capacidad de mejorar a trav¨¦s de estrategias tambi¨¦n muy distintas. Pero quiz¨¢ el elemento que m¨¢s permite la mejora de la trama verde es la combinaci¨®n en el mismo lugar donde crece el ¨¢rbol con los suelos permeables (SUDS), pensados para incorporar agua al subsuelo. Esto permite generar espacios descompactados, dise?ados para recibir el agua de lluvia que cae. Actualmente, la ciudad est¨¢ pensada para escupir fuera y canalizar toda el agua que cae. Solo hay que mirar c¨®mo es un alcorque tradicional, donde el agua de lluvia no suele entrar, o solo lo hace de manera deficitaria. Un suelo no compactado, con aporte de agua, transforma la capacidad de los ¨¢rboles para crecer y sobrevivir.
P. ?Qu¨¦ pr¨¢cticas de arboricultura se deber¨ªan descartar, por obsoletas y por da?ar la vitalidad de los ¨¢rboles?
R. Lo que m¨¢s dificulta la presencia del ¨¢rbol en la ciudad es la extrema compactaci¨®n de los suelos, que, por otra parte, son indispensables para la movilidad, por ejemplo. Pero de las actuaciones de mantenimiento que considero m¨¢s err¨®neas son la plantaci¨®n de ¨¢rboles excesivamente grandes y muy enterrados. Respecto a la poda, podr¨ªa mencionar el no reconocer la ¡°opini¨®n¡± de los ¨¢rboles para respetar su naturaleza, eliminando ramas que no generan molestias reales ¡ªcomo las ramas interiores¡ª o los refaldados de g¨¢libo excesivos (supresi¨®n de las ramas bajas que pueden molestar el paso de veh¨ªculos o peatones). Estas podas alteran la estructura de los ¨¢rboles, haci¨¦ndolos m¨¢s peligrosos y reduciendo su capacidad de adaptarse a cambios del entorno, como los clim¨¢ticos.
P. ?Por qu¨¦ muchas veces se ven ¨¢rboles en los jardines y en los parques que no se desarrollan como deber¨ªan, que permanecen estancados en su crecimiento durante muchos a?os?
R. La plantaci¨®n excesivamente profunda es, muchas veces, la causa. Es un hecho que se explica en el ¡°parvulario¡± del arborista, pero parece que no acaba de calar. Igualmente, muchas veces la planta ya viene enterrada desde el vivero. La segunda causa de ese estancamiento es la compactaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ campos est¨¢n avanzando m¨¢s en los ¨²ltimos a?os, en lo que se refiere al cuidado del ¨¢rbol?
R. Hay descubrimientos y avances casi cada d¨ªa, aunque su aterrizaje en la gesti¨®n diaria a veces tarda un poco. Pero quiz¨¢ la constataci¨®n m¨¢s importante es que la naturaleza es muy sabia, y que muchas veces hacer menos es hacer m¨¢s, y que, si se genera el entorno adecuado, ella se organiza admirablemente bien. Por ejemplo: la eliminaci¨®n de los tratamientos fitosanitarios en las ciudades ha tenido como consecuencia la reducci¨®n masiva de las plagas, excepto las de nueva aparici¨®n por la globalizaci¨®n. Es decir, eran los propios tratamientos qu¨ªmicos los que manten¨ªan a las plagas, eliminando sus depredadores. Claro est¨¢, hay excepciones y habr¨ªa que a?adir matices, pero actualmente los tratamientos son solo de un 5 a un 10% de los que se hac¨ªan anta?o, y tenemos menos incidencias que antes.
P. Para terminar, ?qu¨¦ puede hacer una persona que plante un ¨¢rbol en su jard¨ªn o en el campo, para que crezca sano y fuerte, para que ese ¨¢rbol llegue a ser centenario y lleno de vitalidad?
0?Preparar bien el sitio! Si no pudi¨¦ramos movernos de un lugar en mucho tiempo, pondr¨ªamos mucho inter¨¦s en arreglarlo. ?Eso es lo que les pasa a los ¨¢rboles que no se mueven nunca de donde nacen! Suelos con suficiente aireaci¨®n, profundos y con aporte y acumulaci¨®n de agua de lluvia permiten al ¨¢rbol ser autosuficiente al cabo de poco tiempo y desarrollarse de manera excelente. Luego en este espacio hay que poner ¨¢rboles j¨®venes, que tienen una gran capacidad de adaptarse a las peculiaridades del lugar. Los ¨¢rboles j¨®venes tienen la capacidad de cambiar, a trav¨¦s de ajustes epigen¨¦ticos, su adaptaci¨®n al entorno, y eso les permite ser mucho m¨¢s eficientes. Esa capacidad de modificar la gen¨¦tica se reduce con la edad y dificulta la adaptaci¨®n, especialmente si los entornos son complicados. En Estados Unidos se suele decir que, ¡°si quieres un ¨¢rbol grande, planta un ¨¢rbol peque?o¡±. Creo que resume muy bien este punto.
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