Zacar¨ªas Fievet no quiere ser el ¨²ltimo pastor
Este joven de 29 a?os se crio entre ovejas desde peque?o y trata de transmitir sus beneficios a las nuevas generaciones. Adem¨¢s de heredar el oficio de sus padres, es divulgador de educaci¨®n ambiental y fot¨®grafo. ¡°La soledad en nuestra sociedad est¨¢ mal vista¡±, lamenta para quien sus dos perros son su mayor acompa?amiento
En el pirenaico valle de Chistau, en plena alta monta?a, el ¨²nico sonido de fondo que se oye es el de las esquilas del ganado y los ladridos de los perros que lo custodian. Con ellos marcha un pastor que pasa el verano a casi tres mil metros de altitud en una caba?a y que baja al pueblo en contadas ocasiones. N¨®madas y antisistema, as¨ª describe a los pastores Roberto Serrano, alcalde de San Juan de Plan (Huesca) y profesor de la Escuela de Pastoreo La Estiva, mientras toma un caf¨¦ ma?anero en Casa Ruch¨¦, en el vecino pueblo de Plan. Uno de ellos es Zacar¨ªas Fievet, pastor de 29 a?os. Lleg¨® al valle de Chistau para ser alumno de La Estiva, hoy es profesor y tutor de la misma y lleva 10 a?os ejerciendo de pastor de alta monta?a. ¡°Yo, que me he criado en este entorno, s¨ª creo que este modelo de vida tiene sentido¡±, dice.
Fievet es hijo de pastores. Su madre es parisina y hace tres d¨¦cadas fue a una escuela de pastores. Su padre acab¨® en Francia cuando desert¨® a la hora de hacer la mili. De ellos aprendi¨® el oficio en el valle de Benasque. Cuatro de sus seis hermanos ¨Des el peque?o de todos¨D tambi¨¦n son pastores. Para Fievet el problema de este oficio, que no est¨¢ reconocido como tal, es el relevo generacional, a lo que hay que sumar que se trata de un sector masculinizado y envejecido. En 2024 a la escuela de La Estiva asistieron cuatro mujeres de un total de 10 alumnos y la edad media de los alumnos ronda los 35 a?os. Una vez salen con la formaci¨®n hecha, se ponen a trabajar conduciendo reba?os (propios o ajenos), en una queser¨ªa o en cualquier otro sector agroalimentario. Al contrario que muchos otros j¨®venes de su edad, urbanitas y sobrecualificados, Fievet es autosuficiente en el medio rural.
En Lisier, al fondo del valle de Chistau, mientras hace una cura a una oveja aplic¨¢ndole miel como cicatrizante, Fievet lamenta que ¡°la soledad en nuestra sociedad est¨¢ mal vista¡±. Este pastor chifla m¨¢s que habla y trata m¨¢s tiempo con animales que con personas. Suele pasar unos 15 d¨ªas seguidos durmiendo en una caba?a, junto con sus ovejas. Baja al pueblo, hace lo que tenga que hacer, y vuelve a subir. As¨ª hasta el final del verano. Como en los picos a los que suele subir hay cobertura, no est¨¢ incomunicado y siempre hay gente que sabe que est¨¢ ah¨ª arriba. ¡°Al volver es como si no hubiese pasado el tiempo. No tengo contacto diario con la gente y, cuando regreso, en general la t¨®nica es compartir. Y es mejor, porque en nuestras relaciones sociales no hay monoton¨ªa y las disfrutamos al 100%¡±, explica.
Su reba?o es de 50 ovejas, pero ha pastoreados reba?os de hasta 3.000. Y con reba?os tan grandes, su trato con las ovejas es m¨¢s contemplativo y de control. Su relaci¨®n m¨¢s cercana es con los dos perros que le acompa?an, de raza pastor vasco del Gorbea, cruzado con border collie. Nada que ver con los mastines, perros que pueden evitar los ataques de los lobos y los osos. Son perros con los que no hay que interactuar, as¨ª lo dicen los carteles informativos repartidos por el valle para evitar situaciones desagradables entre los mastines y los excursionistas. Para Fievet, en los Pirineos se ha abierto la puerta al turismo, pero no se le est¨¢ educando, lo que deriva en problemas entre el ganado que pasta a sus anchas por el monte y los turistas.
A pesar de lo tradicional de esta ocupaci¨®n, gracias a la tecnolog¨ªa Fievet puede hacer uso de aplicaciones m¨®viles e implantar localizadores GPS a modo de collares en varias cabezas de su ganado para localizarlas desde su tel¨¦fono m¨®vil. Adem¨¢s de dicho dispositivo y ropa t¨¦rmica, en la mochila que lleva consigo siempre mete una navaja, pan, agua, frutos secos, un t¨¢per con tomate y arroz, plantas ¨Dcomo la cal¨¦ndula y el geranio, que sirven para tratar la diarrea y hacen las veces de antiinflamatorio, antis¨¦ptico y hemost¨¢tico para las hemorragias¨D y crema protectora solar.
Durante el d¨ªa, sus ovejas pastan. Mientras lo hacen, ¨¦l, adem¨¢s de observarlas, aprovecha para comer, echarse una siesta, leer, tocar alg¨²n instrumento (clarinete, flauta, arm¨®nica), hablar por tel¨¦fono, identificar plantas y hacer fotos. La fotograf¨ªa le sirve para mostrar el oficio de pastor y la ganader¨ªa extensiva, esa que permite a los animales gozar de una inmensa libertad. Gracias a la asociaci¨®n M¨¢s que pastoreo, adem¨¢s, divulga sobre educaci¨®n ambiental a los ni?os por toda Espa?a. Tambi¨¦n est¨¢ volcado en lograr el certificado espec¨ªfico de profesionalidad para el pastoreo, lanzar su marca Cordero Natural del Pirineo y en potenciar Pastores de emergencia, un servicio de reemplazo ganadero para que el profesional que lo solicite pueda ir al m¨¦dico, a una boda o tomarse unas vacaciones.
¡°La ganader¨ªa extensiva no contamina, las ovejas pastan, las cabras desbrozan y es beneficiosa para todo el mundo, incluidos los que no comen carne¡±, sugiere. Aun as¨ª, Fievet es consciente que su situaci¨®n y la de sus compa?eros es complicada: ¡°Nos dan subvenciones porque el valor del producto est¨¢ por debajo de su coste. Cuando vendo un cordero lo que gano con esa venta es lo que me gasta el animal todo el a?o. Lo que me queda de sueldo es la subvenci¨®n. Tendr¨ªan que pagarnos por pastorear a los ganados extensivos y no por producir. No podemos competir con la ganader¨ªa intensiva¡±. Para que este modelo funcione, el pastor tiene claro que los ganaderos se tienen que asociar, turnarse para pastorear durante semana y media, mientras los dem¨¢s descansan o hacen otra cosa. Seg¨²n ¨¦l, un pastor y los perros son suficientes para pastorear un reba?o de unas 900 ovejas. Para demostrarlo, Fievet silva y las ovejas van a su encuentro.
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