Un cuerpo ajeno a los prejuicios: Nueva York reivindica una moda realista, liberadora y sin edad

Si en las ¨²ltimas dos temporadas las pasarelas han mostrado m¨¢s piel al descubierto de la que est¨¢bamos acostumbrados a ver, la pr¨®xima primavera, a juzgar por lo que se ha visto en esta semana de desfiles en Nueva York, el discurso no gira en torno a ense?ar, sino a liberar al cuerpo femenino de las constricciones a las que hist¨®ricamente le somete la moda. El pasado mi¨¦rcoles, Michael Kors se trasladaba al West Village para presentar una colecci¨®n m¨¢s hedonista de lo habitual. Bajo el t¨ªtulo de Urban Jungle, el creador estadounidense trataba de fusionar el uniforme de la metr¨®poli con el del resort vacacional: piezas de sastrer¨ªa en colores ¨¢cidos se mezclaban con caftanes, t¨²nicas de un solo hombro y blusas satinadas. Una propuesta que recordaba al estilo relajado e impl¨ªcitamente sensual que Roy Halston export¨® al mundo en los a?os setenta y que buscaba precisamente naturalizar el cuerpo femenino a base de prendas muy fluidas y aparentemente sencillas.

Otro fan confeso de Halston, Tom Ford, cerraba este mi¨¦rcoles la semana de la moda con un desfile en The Vessel en el que rescataba varios de los elementos que le hicieron c¨¦lebre en el cambio de siglo: sujetadores y bodies de encaje, americanas de sat¨¦n, blusas con motivos cowboy desabrochadas, pantalones de lam¨¦, vestidos de lentejuelas y dem¨¢s piezas que dieron forma, hace dos d¨¦cadas, a esa est¨¦tica desprejuiciadamente sexy que convirti¨® al creador tejano en la firma m¨¢s deseada del mundo.

Estos son, sin embargo, tiempos de transici¨®n para Ford. El pasado mes de mayo dej¨® su puesto como presidente del consejo de dise?adores norteamericano (CDFA), que asumi¨® en 2019 y desde el que trat¨® de combatir los estragos que la pandemia caus¨® (y sigue causando) al sector. Un mes m¨¢s tarde comenz¨® a rumorearse que estaba negociando la venta de su marca de moda a Est¨¦e Lauder (la empresa que explota su lucrativa l¨ªnea de fragancias y cosm¨¦tica) por 3.000 millones de euros. Quiz¨¢ esta nueva colecci¨®n, una vuelta a las claves de su ¨¦xito, sea su forma de cerrar una etapa.

El pasado martes, Puma volv¨ªa a la pasarela neoyorquina (donde sol¨ªa presentar, hasta 2017, las colecciones en colaboraci¨®n con Rihanna) para celebrar tanto su primer desfile inmersivo, en el que se combinaban prendas f¨ªsicas con NFTs y piezas digitales, como el debut de su nueva directora creativa, June Ambrose, una de las pocas mujeres relevantes en el ¨¢mbito de la moda urbana. Curtida como estilista de las estrellas del hip hop de los primeros a?os 2000, Ambrose mezcl¨® prendas de esta y futuras temporadas a trav¨¦s de varios hilos conductores: la mezcla del ch¨¢ndal y la moda de vanguardia con patronajes y vol¨²menes exagerados, la fusi¨®n de las prendas t¨¦cnicas con la sastrer¨ªa e incluso se permiti¨® ironizar con los estereotipos que rodean a los deportistas y las estrellas de la m¨²sica urbana. Tambi¨¦n hubo sitio para mostrar varias de las nuevas colaboraciones de la ense?a, como la que acaba de firmar Palomo Spain inspirada en los futbolistas de los a?os setenta, una d¨¦cada que, por otra parte, parece que volver¨¢ a ser tendencia esta pr¨®xima primavera, a juzgar por estos primeros desfiles.

El vietnamita Peter Do tambi¨¦n debutaba. Este ha sido su primer desfile en incluir moda masculina, pese a que muchos hombres ya luc¨ªan sus piezas de sastrer¨ªa. Para estrenar su nueva l¨ªnea, se ha aliado con SM Entertainment, la empresa detr¨¢s de buena parte de los grupos de K-pop m¨¢s exitosos del momento. Muchos de ellos ejercieron de modelos en un desfile que comenz¨® con un texto escrito y le¨ªdo por la escritora Mary H.K. Choi que hablaba de la urgencia por experimentar lo nuevo de la juventud y c¨®mo la madurez da paso a una existencia m¨¢s centrada en el presente. De eso iba precisamente la colecci¨®n, de rechazar la novedad constante y recuperar piezas que a Do siempre le han funcionado, como el vestido camisero blanco o la falda construida con cuatro paneles, y mezclarlos con piezas m¨¢s emocionales que meramente visuales; los estampados eran fotograf¨ªas distorsionadas de vivencias especiales del dise?ador.

Ajeno a cualquier tendencia y a las din¨¢micas que manejan sus competidores (apenas comunica en redes y se niega a lanzar varias colecciones al a?o) Do reivindica la cultura del taller y la precisi¨®n de una moda construida a base de peque?os detalles en un momento en el que la vitalidad parece ser la ¨²nica vara de medir el ¨¦xito. La suya es una moda que solo cobra protagonismo cuando se lleva puesta, y que trasciende no solo la barrera del g¨¦nero, tambi¨¦n de la edad.

Aunque, si hay que destacar una tendencia imperante en esta primera semana de desfiles, es precisamente la generacional. Tras varias temporadas glorificando la juventud, parece que muchas firmas vuelven por fin a aproximarse a una mujer que podr¨ªa tener cualquier edad. Y eso, quiz¨¢, sea lo m¨¢s liberador del conjunto.