Espa?a, l¨ªder en ensayos cl¨ªnicos
El pa¨ªs ocupa la mejor posici¨®n para impulsar la financiaci¨®n en investigaci¨®n y desarrollo de medicamentos a escala europea gracias a un modelo r¨¢pido y flexible basado en un marco regulatorio bastante ¨¢gil, una estrecha colaboraci¨®n entre los comit¨¦s ¨¦ticos y una reconocida calidad de los productos lanzados
La solidez del Sistema Nacional de Salud, la alta cualificaci¨®n de sus profesionales, la colaboraci¨®n p¨²blico-privada con la industria farmac¨¦utica y el compromiso y generosidad de los pacientes conforman el c¨®ctel ganador que ha hecho de Espa?a la tercera potencia mundial en ensayos cl¨ªnicos, solo por detr¨¢s de Estados Unidos y China (con poblaciones, recordemos, notablemente m¨¢s numerosas). Cerr¨® 2024 como el pa¨ªs con mayor capacidad de atracci¨®n de investigaci¨®n cl¨ªnica de la UE, con 930 estudios de nuevos medicamentos autorizados, un 10% m¨¢s que en 2023. En torno a un tercio se centran en las fases m¨¢s tempranas y complejas, la I y la II; el porcentaje sube casi a la mitad en investigaciones oncol¨®gicas. Casi uno de cada cuatro se dedica a enfermedades poco frecuentes; uno de cada seis, a edad pedi¨¢trica. El 20% tienen origen acad¨¦mico, si bien muchos de ellos est¨¢n esponsorizados.
La informaci¨®n transmitida por Pablo Guim¨®n, redactor jefe de Sociedad de EL PA?S; Mar¨ªa Jes¨²s Lamas, directora de la Agencia Espa?ola del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), y Josep Tabernero, jefe de Servicio de Oncolog¨ªa del hospital Vall d?Hebron de Barcelona, durante el evento Nuevas oportunidades en investigaci¨®n cl¨ªnica para Espa?a, organizado por EL PA?S en colaboraci¨®n con Roche, hablan de liderazgo en may¨²sculas. ¡°Todos los medicamentos de Roche han pasado por Espa?a¡±, rese?¨® Patrick Wallach, director general de Roche Farma Espa?a, que anim¨® a no caer en la autocomplacencia y aumentar las inversiones en I+D y en tecnolog¨ªa, as¨ª como a desarrollar legislaci¨®n que favorezca la investigaci¨®n.
¡°Que Espa?a sea l¨ªder no es lo que debe ocuparnos; lo es que Europa sea l¨ªder. Espa?a ha de hacer que el resto de pa¨ªses de la UE sean igual de atractivos para desarrollar ensayos cl¨ªnicos¡±, sentenci¨® Lamas. ¡°El sistema regulatorio espa?ol funciona muy bien; mantiene una colaboraci¨®n estrecha con los comit¨¦s de ¨¦tica de investigaci¨®n de medicamentos, lo que permite que la evaluaci¨®n sea r¨¢pida y flexible¡±, defendi¨®. ¡°Otros pa¨ªses pueden constituir una amenaza por contar con una mayor poblaci¨®n para sus ensayos cl¨ªnicos pero, desde luego, por donde no nos vemos amenazados es por el lado de la calidad¡±, asegur¨®. ¡°Hay que apostar por la calidad¡±, coincidi¨® Federico Plaza, director de Corporate Affairs Roche Farma y VP de Farmaindustria. Agilidad y rapidez, s¨ª, pero no a costa de la eficacia y la seguridad, vinieron a decir, de muy diversas formas, los participantes en el evento.
Referente europeo
Lamas record¨® que Espa?a ha sido estado miembro de referencia en el 27% de los ensayos cl¨ªnicos multinacionales desarrollados en la UE el a?o pasado. En Europa funciona, desde 2023 ¡ªcon el nuevo Reglamento Europeo de Ensayos Cl¨ªnicos¡ª, una ¨²nica ventanilla y una sola evaluaci¨®n para los ensayos multinacionales. Y esto, que en principio es un avance, supone estar limitado por el pa¨ªs m¨¢s lento o con menos experiencia. Fue uno de los aspectos que observ¨® en su intervenci¨®n Plaza, quien tambi¨¦n habl¨® de la fragmentaci¨®n del espacio comunitario en cuanto a investigaci¨®n cl¨ªnica. ¡°Existe una fragmentaci¨®n porque los estados no han querido ceder soberan¨ªa; no nos hemos acomodado con la suficiente rapidez a los nuevos entornos¡±, expres¨®. ¡°M¨¢s que fragmentado, es un sistema en v¨ªas de construcci¨®n¡±, rebati¨® Lamas. En lo que ambos estuvieron de acuerdo fue en el papel de la ciencia de datos en esa construcci¨®n.
Plaza consider¨® que ha llegado el momento de competir con fondos, capacidad y talento. En su opini¨®n, la digitalizaci¨®n, con la inteligencia artificial (IA) y la gesti¨®n de los datos a la cabeza ¡ª¡±Ma?ana ser¨¢ la computaci¨®n cu¨¢ntica¡±, acot¨®¡ª, se perfila como herramienta clave. ¡°En implementaci¨®n de la IA vamos un poco tarde¡±, alert¨® Tabernero, recordando que el ¨²ltimo Premio Nobel de Qu¨ªmica ha reconocido el dise?o computacional de mol¨¦culas para f¨¢rmacos. El t¨¢ndem IA+datos ayudar¨¢ a reclutar m¨¢s y mejor a los pacientes. ¡°Europa ha de sacarle m¨¢s partido a sus millones de pacientes¡±, remach¨® Plaza. Una correcta selecci¨®n de los participantes en los estudios cl¨ªnicos, cada vez m¨¢s complejos, ayuda a mejorar sus tasas de ¨¦xito, que tild¨® de lamentables. ¡°No podemos fallar tanto¡±, insisti¨®, remiti¨¦ndose al hist¨®rico de estad¨ªsticas: hace 20 a?os la tasa de ¨¦xito era del 20%; hace 10, del 12,5%; ahora nos encontramos por debajo del 8%, advirti¨®.
En noviembre de 2024 la AEMPS public¨® una gu¨ªa para facilitar el uso de elementos descentralizados en ensayos, garantizar la seguridad de los participantes y proteger sus derechos y su dignidad: c¨®mo reclutar pacientes de manera digital, c¨®mo llevarles el f¨¢rmaco, en lugar de tener que ir ellos al hospital... Son avances que la innovaci¨®n y la tecnolog¨ªa est¨¢n permitiendo, en opini¨®n de Mari Luz Amador, directora m¨¦dica de Roche Farma. ¡°No sustituye al m¨¦todo cient¨ªfico, pero lo acelera¡±, aclar¨®. Tambi¨¦n mejora la vida de los pacientes, al promover la atenci¨®n en remoto, reducir desplazamientos y evitar que el c¨®digo postal limite las opciones de participar en un ensayo cl¨ªnico; en ocasiones, puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Amador deposit¨® sus esperanzas en que la tecnolog¨ªa ayude a liberar tiempo, para ofrec¨¦rselo a la formaci¨®n, la investigaci¨®n y a los pacientes, humanizando la sanidad.
M¨¢s prevenci¨®n
Hace 35 a?os, la supervivencia al c¨¢ncer era del 35%; hoy se sit¨²a en el 56% para hombres y 66% para los mujeres, avanzando hacia el 70% que pide Europa para 2030, proclam¨® Tabernero. ¡°Podr¨ªamos llegar a un 30% de prevenci¨®n, siempre que contemos con datos de las poblaciones de riesgo, para un diagn¨®stico precoz¡±, apunt¨®. ¡°Pero no estamos preparados, por un problema regulatorio m¨¢s una fragmentaci¨®n de responsabilidades¡±, ahond¨® en un problema ya surgido en el debate. ¡°Los espacios regulatorios son necesarios pero su implementaci¨®n, en algunos casos, es ca¨®tica¡±, reclam¨®. ¡°La responsabilidad final de los datos del d¨ªa a d¨ªa casi que depende del gerente del hospital, y eso no puede ser, porque crea inequidades y se pierde informaci¨®n¡±, reivindic¨®.
Su instituci¨®n, el Vall d?Hebron, trata a alrededor de 1.800 pacientes adultos al a?o en c¨¢ncer, con unos 850 estudios cl¨ªnicos abiertos. Pues bien, en los dos ¨²ltimos a?os ¡°hemos detectado una reducci¨®n del 15% del n¨²mero de pacientes¡±, indic¨®. La cantidad de estudios anuales se mantiene m¨¢s o menos estable, pero algunos de ellos est¨¢n sufriendo retrasos en su apertura. Y eso en un contexto de competencia con EE UU ¡ª¡±Que en los ¨²ltimos tiempos ha avanzado en aspectos regulatorios; veremos qu¨¦ pasa ahora¡±¡ª y con toda Asia-Pac¨ªfico. ¡°Australia ha pasado de ser un pa¨ªs horribilis a un pa¨ªs fant¨¢stico para abrir un ensayo cl¨ªnico en un mes¡±, compar¨®. ¡°Lo que quiero decir es que estamos bien pero existe un margen de mejora¡±, puntualiz¨®. Am¨¦n de pilotos rojos que parpadean avisando de algunos riesgos.
A Borja Ib¨¢?ez, director cient¨ªfico del Centro Nacional de Investigadores Cardiovasculares (CNIC) y cardi¨®logo intervencionista del Hospital Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz (Madrid), la enorme calidad de los ensayos cl¨ªnicos que se desarrollan en Espa?a le parece un ¡°milagro¡±, habida cuenta de que el sistema ¡°no favorece que haya cl¨ªnicos en investigaci¨®n¡±, denunci¨®. ¡°En general, en Europa, los investigadores cl¨ªnicos sufrimos excesivas trabas y cargas burocr¨¢ticas, cada vez m¨¢s¡±, revel¨®. Algo que merma la competitividad, ya que ¡°nos limita y nos hace perder rapidez y flexibilidad respecto a otros entornos¡±. De hecho, en sus 30 a?os de experiencia viene detectando que cada vez menos cl¨ªnicos quieren dedicarse a investigar. Tampoco los j¨®venes talentos se ven atra¨ªdos por un sueldo que es la mitad de lo que cobraban como residentes, atestigu¨®.
A Europa le queda mucho por avanzar, opinaron los expertos. Hace 30 a?os, el continente se situaba a la vanguardia del desarrollo de nuevos f¨¢rmacos; hoy mandan Am¨¦rica y Asia-Pac¨ªfico. Recuperar el liderazgo ¡ªmantenerlo en el caso de Espa?a¡ª fue la pregunta del mill¨®n para los especialistas reunidos por EL PA?S y Roche. Para contestarla, la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, F¨¢tima Matute, dedic¨® la clausura a decantar varias claves ya comentadas durante la ma?ana: quitar burocracia y agilizar procesos; subirse al carro de la IA y los datos; colaboraci¨®n p¨²blico-privada, o la necesidad de que CC AA y niveles de atenci¨®n sanitaria (de hospitales a Atenci¨®n Primaria) trabajen juntas en red. Record¨® que su regi¨®n recibe 9.000 millones de euros en inversi¨®n de la farmaindustria (46% del total en Espa?a; 50% de la I+D). Y abog¨® por el acceso equitativo a los f¨¢rmacos que ya han salido al mercado, para llegar al m¨¢ximo de pacientes posible.
Enriquecer el ecosistema
La receta de la ministra de Sanidad, M¨®nica Garc¨ªa, para combatir las amenazas es crear y enriquecer todo un ecosistema ¡ªadministraciones, industria, academia, hospitales, Atenci¨®n Primaria, investigadores¡ª que tenga a la ciencia y los pacientes en el centro. Durante su intervenci¨®n de presentaci¨®n, Wallach hab¨ªa lanzado un alegato a favor del protagonismo del paciente. ¡°Ha de aumentar su grado de conocimiento e informaci¨®n, y mejorar su experiencia cuando participa en los ensayos cl¨ªnicos¡±, defendi¨®, haci¨¦ndose eco del Informe Draghi. La ministra ahond¨® afirmando que nunca olvida de que ella, adem¨¢s de m¨¦dica y gestora, es paciente. ¡°Todos lo somos¡±, apostill¨®. ¡°Los beneficios en salud, cuando ponemos el paciente en el centro, se convierten en palanca de otra serie de beneficios, del desarrollo econ¨®mico y del empleo¡±.
El ecosistema que plante¨® Garc¨ªa es un ¡°lugar f¨¦rtil¡±, no solo para los ensayos cl¨ªnicos, sino para el diagn¨®stico y el tratamiento, prosigui¨®. ¡°Somos uno de los pa¨ªses que gastamos m¨¢s en medicamentos respecto a nuestro PIB¡±, desvel¨®. Confes¨® que los retos a futuro son ¡°innumerables¡±, pero trat¨® de resumirlos en cinco bloques, entre los que resalt¨® las terapias avanzadas, ¡°que van a cambiar la manera en la que damos soluciones a los pacientes, y a democratizar el acceso a nuestras terapias¡±, y la participaci¨®n p¨²blica y privada, ¡°para asumir los riesgos de la investigaci¨®n¡±. Calific¨® de fundamental la transformaci¨®n digital, que ayudar¨¢ a disminuir barreras geogr¨¢ficas ¡ªque viaje el conocimiento, no el paciente¡ª desde la interoperabilidad de todos los sistemas. Tambi¨¦n la atracci¨®n y retenci¨®n del talento investigador.
A su juicio, el reto por la innovaci¨®n ha de ir unido a un acceso universal a los tratamientos y de la sostenibilidad del sistema, incluida la ambiental. ¡°Si junt¨¢ramos todos los sistemas sanitarios del mundo ser¨ªamos el quinto pa¨ªs m¨¢s contaminante¡±, revel¨®. ¡°Tenemos que cuidar un sistema que ha de dar respuesta a todas las enfermedades, a la formaci¨®n, a la asistencia diaria y a la prevenci¨®n¡±, enumer¨®. Hay que buscar el equilibrio, concluy¨®.
Muchos buenos proyectos que buscan financiaci¨®n
Al inicio de su carrera investigadora en el Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán evaluaba los proyectos que aspiraban a los fondos del organismo público de investigación en salud. “Su calidad no era muy buena; teníamos dinero pero no proyectos bien estructurados”, reconoce. Ahora ocurre al contrario: llegan muchos muy buenos que se quedan con un “favorable no financiable” por falta de recursos. La actual directora del organismo público de referencia en España en investigación en salud apela a la capacidad inversora de las comunidades autónomas para llegar donde no alcanza su instituto. Y defiende el papel de la Administración para financiar aquellos ensayos clínicos no cubiertos por la industria pero que abren vías interesantes. En concreto, su convocatoria anual Acción Estratégica en Salud —la principal herramienta para financiar la investigación biomédica y sanitaria en España— apoya cada vez ensayos más complejos, muchos de ellos en terapias avanzadas. En este punto, destaca SCReN, Plataforma de Unidades de Investigación Clínica y Ensayos Clínicos, una estructura en red de apoyo a la investigación clínica independiente/académica. También la creación de CERTERA (Consorcio Estatal en Red de Terapias Avanzadas) y la Red TERAV (Red Española de Terapias Avanzadas). “En 2024, financiamos más de 50 proyectos, con algo más de 200 millones de euros”, celebró.
La uni¨®n hace la fuerza
Jesús Fernández Sanz, consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, reconoce que su comunidad autónoma priorizó necesidades sanitarias urgentes —”Cuando yo llegué a la consejería, en 2002, no había ninguna resonancia magnética pública en toda la región”, subraya—, a las cuestiones “del talento”, entre las que incluye la investigación. Hasta 2022 no creó su instituto de investigación sanitaria. “La investigación de Castilla-La Mancha eran pequeñas macetas”, comparó. Algunas muy frondosas, como el Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo, pero no dejaban de ser islas que investigaban cada una por su lado, deslavazadas, dispersas y sin coordinar. “Hemos pasado de tener una investigación con un carácter muy distributivo a una centrada”, remacha. Por un lado está el instituto, donde se gestionan los proyectos; por otro, la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos, donde se gestiona la financiación: los 300.000 euros de presupuesto en 2015 son ahora 2,5 millones de euros, recordó el consejero. Y por último, la reciente Unidad de Investigación Clínica, que aumenta la producción investigadora con el apoyo de las dos universidades castellanomanchegas. “Veo a la investigación clínica de mi comunidad en un modelo más competitivo; nos estamos incorporando a marchas forzadas a la fase en la que deberíamos estar”, apuntilló.