El Mol¨ªn de Mingo, el restaurante perdido en el monte al que todo el mundo quiere ir en Asturias
Dulce Mart¨ªnez ha convertido un antiguo molino familiar en una casa de comidas de referencia, en la que ha eliminado la carta para ofrecer dos men¨²s a 48 y 55 euros
La primera piedra en El Mol¨ªn de Mingo la puso el tatarabuelo materno de Dulce Mart¨ªnez, la actual propietaria de este restaurante, perdido en el monte asturiano. Es complicado acceder a este m¨¢gico lugar, al que se llega por un sinuoso camino de 3,5 kil¨®metros que sale de Peruyes, cerca de Arriondas, en el que conviene estar atento a las indicaciones de la cuneta, y no tanto al navegador del coche que puede jugar una mala pasada. Una vez all¨ª se entiende que siempre est¨¦ lleno, que sea dif¨ªcil encontrar mesa y que el cliente no desee marcharse de este antiguo molino. Ahora est¨¢ convertido en restaurante, con diferentes ambientes decorados con mimo, desde una acogedora sala, un h¨®rreo y hasta mesas a pie del r¨ªo Zard¨®n.
El molino ha ido atrapando a varias generaciones, por v¨ªa materna, de la familia de la due?a, incluso a su padre, que se dedicaba a la siderurgia y proced¨ªa del concejo de Aller, y que dej¨® el trabajo y se instal¨® all¨ª. Su madre hac¨ªa tortos y huevos, y convirtieron el lugar en un punto de reuni¨®n para los m¨¢s pr¨®ximos, que acud¨ªan a jugar la partida, sin m¨¢s pretensi¨®n que echar el rato.
El relato lo va hilvanando Dulce Mart¨ªnez (Mieres, 46 a?os), que empez¨® a cocinar para sus compa?eros de piso, cuando estudiaba Educaci¨®n Social, aunque su vocaci¨®n inicial eran las Bellas Artes. Se le daba bien lo de guisar y se apunt¨® a la Escuela de Hosteler¨ªa de Llanes. En algo influy¨® tambi¨¦n la amistad que por entonces ten¨ªa con el cocinero Nacho Manzano, que se convirti¨® poco despu¨¦s en su marido, para que decidiera acometer la reforma del molino familiar y convertirlo en el negocio que es hoy. ¡°Era joven, no ten¨ªa dinero, ped¨ª al banco unos 300.000 euros y tuve que dirigir unas obras que no se acababan nunca, con un presupuesto que no se cumpli¨®. Cuando lo pienso no s¨¦ c¨®mo pude hacerlo. Fue una locura¡±, explica aliviada. La jugada le sali¨® bien.
Durante a?os, mantuvo una carta de corte tradicional, marcada por el recetario local, donde convirti¨® en cl¨¢sicos algunos de los platos, como los tortos elaborados con harina de ma¨ªz, fritos en aceite y acompa?ados de picadillo, carne o huevo, la fabada, el pote asturiano, las verdinas, los callos, el arroz con pitu de caleya, o las croquetas de compango o de jam¨®n ib¨¦rico, siguiendo la receta que los hermanos Manzano sirven en sus casas de referencia, como Casa Marcial o Gloria. Durante la pandemia decidi¨® cambiar la propuesta. ¡°Estaba cansada de hacer siempre lo mismo. Todo el mundo ped¨ªa fabada o arroz con pitu. En el confinamiento hasta pens¨¦ en cerrarlo porque me aburr¨ªa. Pod¨ªa seguir como hasta entonces o evolucionar¡±, a?ade, satisfecha por el cambio.
Despu¨¦s de darle muchas vueltas, y con el asesoramiento de Nacho Manzano ¡ª¡°¨¦l siempre da el visto bueno a todos los platos¡±¡ª, apost¨® por poner dos men¨²s degustaci¨®n ¡ªuno largo por 55 euros, con siete platos, dos aperitivos y un postre; y otro corto a 48 euros, donde hay croquetas, tortos, verdinas, arroz con pitu y postre¡ª, que cambia todas las semanas. ¡°Ahora se come lo que decido yo, y me permite hacer cosas nuevas, como un escabeche de salmonete con calabaza, unas verdinas con manitas y pulpo, una ensaladilla de merluza con mayonesa de su col¨¢geno o una presa glaseada¡±, detalla.
Cree que es ahora cuando El Mol¨ªn de Mingo, que cuenta con un sol Repsol, ha llegado a un punto de equilibrio, en el que todo fluye, y donde trabajan cinco personas en cocina y seis en sala. Es ahora cuando la casa florece en todo su esplendor, como el jard¨ªn naturalista, dise?ado por el reconocido paisajista ovetense Fernando Gonz¨¢lez, que surge de manera salvaje tras los ventanales. ¡°El cambio era arriesgado, sobre todo cuando tienes a tanta gente acostumbrada a lo mismo, pero los clientes lo han aceptado bien porque seguimos apostando por lo tradicional. Ofrecemos platos de cuchara y nuestros guisos de siempre, pero a la vez podemos ser m¨¢s creativos en cocina¡±, a?ade Mart¨ªnez, que sirve m¨¢s de un centenar de comidas a mediod¨ªa. No sirve cenas.
La oferta de vinos tambi¨¦n distingue al lugar. Busca peque?os productores, apuesta por referencias y sidras asturianas y por los vinos naturales. Para ello cuenta con el asesoramiento de Juan Luis Garc¨ªa, sumiller de Casa Marcial, dos estrellas Michelin y tres soles Repsol, en La Salgar.
El Mol¨ªn de MIngo
- Dirección: Finca Molín de Mingo, a 3,5 kilómetros de Peruyes, Asturias
- Teléfono: 985 92 22 63
- Web: elmolindemingo.es/
- Horario: De jueves a domingo, en servicios de comidas. En julio cierra lunes y martes; en agosto cierra los lunes
- Precios: menú largo, 55 euros; menú corto, 48 euros