Lo que cuesta tomar un ¡®gin-tonic¡¯ en una azotea de la Gran V¨ªa madrile?a

Caminar por la Gran V¨ªa madrile?a mirando al cielo ofrece el privilegio de descubrir un mundo al que pocos tienen acceso: las azoteas m¨¢s cotizadas de la capital. Desde la calle, a la altura del edificio Metr¨®polis, se pueden ver personas del tama?o de hormigas que apuran la tarde pegadas a los cristales de la azotea del C¨ªrculo de Bellas Artes mientras se hacen fotos y se toman algo. Lo hacen ba?adas por la luz del atardecer. ¡°?Se podr¨¢ subir?¡±, se preguntan dos extranjeras, tentadas por descubrir c¨®mo se siente tener Madrid a sus pies.

Para aquellos que prefieren caminar mirando el asfalto tambi¨¦n hay se?ales de que algo pasa en las alturas: colas eternas enfrente de las puertas de prestigiosos hoteles y carteles de publicidad a ras de suelo que ofertan vistas con c¨®cteles en la ¨²ltima planta del edificio. Para acceder a estos oasis, como muchas veces los publicitan, se necesita pagar, esperar la inmensa cola, coger eternos ascensores y, en algunos casos, subir unos cuantos tramos de escaleras. Todo, para descubrir los secretos que guardan estos lugares. En estas azoteas, tomarse un gin-tonic puede ser hasta el doble de caro que hacerlo, por ejemplo, en una terraza en la c¨¦ntrica plaza de Santo Domingo, a pocos metros del hotel Emperador, en donde el combinado m¨¢s barato son 15 euros.

El secreto de estos negocios es que no venden alcohol con atardeceres, sino una experiencia. Y ah¨ª todo vale. ¡°La gente quiere ser como [la influencer] Dulceida, es una cuesti¨®n aspiracional¡±, explica David Filgueira, director de Abica Gran V¨ªa, que se publicita como la m¨¢s portuaria de las azoteas de esta arteria de Madrid.

El PA?S lleva cinco a?os documentando este fen¨®meno. En este tiempo, han aumentado nada menos que en un 50% las azoteas con vistas a la Gran V¨ªa. Todas presumen de tener una de las mejores vistas de la ciudad. En concreto, en la primera ruta que hizo este peri¨®dico en 2019 hab¨ªa 18 azoteas. Desde plaza Espa?a hasta el Palacio de Cibeles, en la Gran V¨ªa, ahora se pueden contar 28, un dato que habla de la concentraci¨®n que se est¨¢ dando en esta important¨ªsima calle de la ciudad. Todos quieren reinar en ella.

Cerca del cielo de Madrid no hay precios populares. De hecho, el gin-tonic est¨¢ndar cuesta en las azoteas con vistas a la Gran V¨ªa un 25% m¨¢s que en 2019, cuando se hizo la primera ruta por este importante eje de la ciudad para tomar nota de la oferta de esta popular bebida. Desde entonces, este diario ha hecho un examen anual de la evoluci¨®n de los precios, algo que da una idea de la inflaci¨®n que han experimentado los planes del ocio m¨¢s selecto en la ciudad. Seg¨²n el ¨ªndice gin-tonic 2019, el precio medio ha pasado de 11,94 euros a 14,94 euros si se opta por los gin-tonics m¨¢s baratos de la carta, como Beefeater, Tanqueray o Larios. El cliente premium paga de media 17,60 por marcas como Monkey 47 o Hendrick¡¯s.

La directora comercial del Emperador, Pilar Lancha, ha sido testigo de la evoluci¨®n que han experimentado las azoteas de la Gran V¨ªa desde hace cinco a?os. ¡°Ahora se ha democratizado la entrada a los hoteles para disfrutar de sus espacios¡±, asegura Lancha, que espera que la azotea de su establecimiento sea the place to be o el lugar de moda este verano. ¡°Somos el mejor sitio para tomarse un gin-tonic mientras se disfruta de un atardecer sobre la Gran V¨ªa¡±. No obstante, el cielo de Madrid no est¨¢ al alcance de todos los bolsillos.

La ley de la oferta y la demanda funciona en el cielo de Madrid. Cuanto m¨¢s p¨²blico quiere disfrutar de ellas, m¨¢s azoteas abren, y, como todav¨ªa no son capaces de absorber toda la demanda que existe, los precios siguen subiendo m¨¢s y m¨¢s sin que, por el momento, la afluencia se resienta. La ¨²ltima en abrir sus puertas ha sido la azotea El Cielo de Chicote, una terraza situada en la planta d¨¦cima del hotel Montera en donde el gin-tonic cuesta 20 euros y la entrada, 10. ¡°Tenemos los m¨¢s altos est¨¢ndares, no somos una azotea m¨¢s¡±, asegura su director de comunicaci¨®n, Ra¨²l Carmona.

Todos coinciden en que las azoteas en la capital est¨¢n viviendo un boom. ¡°Madrid cada vez ofrece m¨¢s posibilidades desde sus alturas. Adem¨¢s, son espacios que actualmente ya no se vinculan con los meses de verano o de buenas temperaturas, sino que cualquier ¨¦poca del a?o es buena para disfrutar de estos locales¡±, asegura la portavoz de la Terraza del Santo Domingo.

Como consecuencia, la mayor¨ªa de ellas abre todo el a?o. A ello contribuye el hecho de que la temperatura media de las capitales de provincia se haya elevado pr¨¢cticamente un grado en los ¨²ltimos a?os. ¡°El clima nos ha ayudado mucho¡±, afirma el gerente general de Ginkgo Restaurante & Sky Bar, Francisco Garc¨ªa De Oro, que puntualiza que, m¨¢s all¨¢ del calentamiento global, el verdadero motor de las azoteas han sido las redes sociales. ¡°Han sido importantes para que la gente vea nuestros exclusivos y prestigiosos espacios y digan: ¡®Yo tambi¨¦n quiero estar ah¨ª¡±.

Garc¨ªa De Oro tiene clara una cosa: Madrid y sus c¨®cteles est¨¢n en pleno auge. ¡°Tenemos 3.000 visitantes a la semana y vendemos m¨¢s de 1.800 c¨®cteles durante ese periodo¡±. A este tipo de lugares no les interesa un cliente que solo suba para hacerse una foto, por lo que han encontrado que la mejor forma de crear ese filtro es cobrar la entrada. ¡°Para nosotros, el RIU no es competencia, ellos son como el Empire State de Nueva York¡±, asegura.

En el RIU el precio de la entrada es independiente al precio de la consumici¨®n. Solo subir cuesta 10 euros despu¨¦s de las 17.00, y el gin-tonic m¨¢s barato son 10 euros. En la entrada de la azotea, entre r¨ªos de cola, hay una mujer que pregunta a los clientes si primero van a darse una vuelta para ver las vistas 360, si van a hacer la cola para hacerse fotos en la pasarela de cristal o si van a querer una mesa. ¡°Primero la cola, despu¨¦s la foto obligatoria para Instagram y luego, si nos da tiempo, nos sentamos a tomar algo¡±, le dice Isabel Mart¨ªnez a su pareja, nerviosa por perderse la golden hour mientras esperan en la cola su turno para la foto. En el RIU el idioma que menos se escucha es el castellano.

Aunque cada una trata de conservar su personalidad, la realidad es que muchas de ellas pertenecen a los mismos grupos hosteleros. Sin duda, los reyes y los que empezaron el negocio hace 10 a?os son Azotea Grupo, que abrieron el C¨ªrculo de Bellas Artes y Picalagartos y, hace un par de meses, se han hecho con la concesi¨®n de la azotea del Palacio de Cibeles. El gin-tonic est¨¢ndar ha pasado de costar 17 euros a 14. Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa, consejero delegado y fundador de Azotea Grupo, afirma que ellos fueron visionarios. ¡°A lo largo de todos estos a?os, nos hemos ido posicionando, creo que como el n¨²mero uno. Algunos han evolucionado bien y otros han evolucionado peor, pero est¨¢ clar¨ªsimo que ahora mismo la Gran V¨ªa de Madrid es el centro neur¨¢lgico de azoteas a nivel nacional¡±.

SmartRental Group coincide con Garc¨ªa. Ellos tambi¨¦n tienen tres espacios con vistas a la Gran V¨ªa y son conscientes de que ¡°el p¨²blico, cada vez m¨¢s, apuesta por cambiar las terrazas convencionales por las azoteas¡±, seg¨²n afirma el director de Beverage, Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez.

En la entrada del hotel Hyatt, bajo la escultura de Diana la Cazadora, discuten una madre y su hija sobre si entrar o no. ¡°Hemos buscado en Google el top de mejores azoteas de Madrid y sale que esta es una de las mejores, pero nos da miedo que sea muy cara¡±, confiesa la argentina Cristina Fern¨¢ndez. Al final, se deciden a entrar porque, seg¨²n ellas, ¡°est¨¢ de moda el plan¡±.

El manager de Hyatt Centric Gran V¨ªa Madrid, Jes¨²s Romero, comparte la idea de que ahora mismo se est¨¢ viviendo un boom de los rooftops en Gran V¨ªa. ¡°El Jard¨ªn de Diana en uno de los destinos m¨¢s de moda en una de las calles m¨¢s transitadas de todo el pa¨ªs. Lo que una vez fue exclusivo para hu¨¦spedes y turistas ahora se ha convertido en un lugar de reuni¨®n para el p¨²blico local¡±, asegura. La fiebre de los rooftops neoyorkinos lleg¨® a Madrid para quedarse.