El matrimonio que domina las azoteas de Madrid empez¨® con un quiosco en Moratalaz

Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa (49 a?os) y Cristina Lasvignes (46) son un caso de ¨¦xito, este tipo de historias que antes alimentaban las p¨¢ginas salm¨®n y las p¨¢ginas couch¨¦ y ahora lucen en las redes sociales. La cuesti¨®n es que no parecen una pareja de j¨®venes emprendedores, teniendo en cuenta que sus grandes ¨¦xitos son relativamente recientes. Son un matrimonio maduro, casados hace 15 a?os y padres de dos hijos. Tampoco son hosteleros de toda la vida: ¨¦l ha trabajado de economista y ella es periodista con experiencia en la radio. No es el perfil que uno espera de los due?os de la empresa Azotea Grupo, cuya ¨²ltima facturaci¨®n alcanza los 25 millones de euros, propietarios de lo mejor del cielo de Madrid, las azoteas de moda, un ¨¦xito que ha tenido una larga maduraci¨®n. Su primer contacto con la hosteler¨ªa fue hace 25 a?os, cuando Jos¨¦ Manuel decidi¨® gestionar un verano un peque?o quiosco en un parque de Moratalaz y rodearlo de una terraza con una oferta muy simple, cervezas, coca colas y hamburguesas. Le puso un nombre sugerente: Esc¨¢ndalo. Tras ese verano, sigui¨® con su vida como economista. Pero ah¨ª, de alguna manera, empez¨® todo.

La historia tendr¨ªa un titular con algo de chispa: de Moratalaz al cielo. En ese caso, ?d¨®nde est¨¢ el cielo? El cielo empez¨® a conquistarse en 2013 con la adjudicaci¨®n de la gesti¨®n de la terraza del C¨ªrculo de Bellas Artes, donde se unen dos calles como Alcal¨¢ y la Gran V¨ªa. Despu¨¦s vino el Mercado de Barcel¨®, m¨¢s tarde el NH Collection Gran V¨ªa y recientemente el Club Financiero de G¨¦nova. Sin pretenderlo se hab¨ªa hecho con algunas de las azoteas, rooftops en el argot hostelero, m¨¢s interesantes de la capital. Y hace bien poco, en abril del a?o pasado, ganaron el concurso para gestionar una de las m¨¢s cotizadas, la ¨²ltima planta del Palacio de Cibeles.

Desde aquella primera terraza hasta la primera azotea, ambos llevaron una vida dedicada a sus profesiones. Cristina en la emisora Kiss FM y en apariciones en televisi¨®n, Jos¨¦ Manuel, en un estudio de dise?o de interiores, en ferrovial y en otras empresas. Jos¨¦ Manuel, considerado un gran relaciones p¨²blicas, altern¨® negocios de terrazas en verano con su trabajo como una forma de pluriempleo. M¨¢s tarde, se atrevi¨® con negocios de mayor entidad y gestion¨® dos restaurantes en Alcal¨¢ de Henares. Posteriormente, gan¨® un concurso p¨²blico para llevar dos terrazas en el parque de Valdebernardo, que siguen gestionando. Y, all¨¢ por 2013, lleg¨® el momento m¨¢gico, despu¨¦s de haberlo intentado en 2011.

Lo cuenta Cristina: ¡°Todo empez¨® de repente. A trav¨¦s de un amigo, nos enteramos de que en el C¨ªrculo de Bellas Artes pod¨ªan estar interesados en que alguien gestionara esa azotea que ten¨ªan tan desaprovechada. Y decidimos tirarnos a la piscina y decir, venga, vamos a hacer una propuesta. No tenemos un grupo hostelero detr¨¢s, pero lo que s¨ª que tenemos son ideas bastante diferentes porque, precisamente, como no venimos del mundo de la hosteler¨ªa, aunque obviamente el plan de negocio y esa parte econ¨®mica, Jos¨¦ Manuel, la pod¨ªa hacer sobradamente porque ya hab¨ªa trabajado en restaurantes, hab¨ªa gestionado. Yo conoc¨ªa mucho el c¨ªrculo como periodista, lo que significaba ese edificio, la puerta de la cultura de Europa, todo ese tipo de cosas, y por eso dimos el salto. No ¨ªbamos buscando azoteas, sino que surgi¨® la oportunidad y luchamos por ella. La gente me dec¨ªa, vamos, no pod¨¦is estar m¨¢s locos y la ca¨ªda est¨¢ asegurada. Y bueno, aqu¨ª estamos¡±.

La conquista del C¨ªrculo bloque¨® a Jos¨¦ Manuel. Le entr¨® p¨¢nico. ¡°Por primera vez, se enfrentaba a un reto y un negocio donde est¨¢bamos apost¨¢ndolo y arriesg¨¢ndolo todo. Est¨¢bamos los dos solos. Todos los huevos estaban en la misma cesta¡±, recuerda Cristina. ¡°?l siempre ha sido muy seguro y positivo y yo ah¨ª me agobi¨¦. Tuvo que pedir ayuda, se lo trabaj¨® mucho y aprendi¨® a que el gestiona muy mal todo lo que no puede controlar. En estos negocios, adem¨¢s de tener un buen plan de negocios, hay un punto de suerte que no siempre sale bien. M¨¢xime en un sitio como una azotea en donde hemos visto hasta shuffles volando por los aires o gente completamente mojada porque estaban cenando y no hab¨ªa techo al comienzo¡±. Por aquel entonces, la idea de hacer negocio con azoteas, con el clima de Madrid, era impensable para muchos: demasiado fr¨ªo en invierno y demasiado calor en verano.

Por esa raz¨®n, Garc¨ªa tiene una obsesi¨®n por el clima, sin duda el reto m¨¢s grande al que se enfrenta todos los d¨ªas como CEO de la empresa. Dos grados de diferencia en una de sus azoteas se pueden traducir en p¨¦rdidas de hasta 10.000 euros, confiesa. ¡°Me viene de familia. Todos los d¨ªas tengo que mirar decenas de veces la temperatura que hace en m¨¢s de cinco sitios donde tenemos negocios en Madrid¡±. Las azoteas del grupo reciben cada a?o un mill¨®n de visitantes, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la empresa.

Pocos hosteleros se arriesgan a abrir sus negocios en lugares tan emblem¨¢ticos como el C¨ªrculo de Bellas Artes o el Palacio de Cibeles. Adecuar estos espacios para lograr crear los mejores rooftops de Madrid no es una tarea f¨¢cil. ¡°Estamos en sitios de patrimonio donde no se puede mover casi nada, un taladro es un problema contra la protecci¨®n de estos edificios, esto hace que sea un doble reto: un sitio m¨¢gico a cambio de luchar contra muchos condicionantes¡±, asegura Lasvignes. Y eso que, al final, en todos estos edificios ic¨®nicos de la ciudad, la empresa de Azotea Grupo es solo un inquilino. En cada espacio han tenido que luchar durante a?os por ganarse las concesiones. ¡°Conseguir el C¨ªrculo nos cost¨® cuatro a?os; el Club Financiero, m¨¢s de siete; y Cibeles, unos cuantos m¨¢s¡±, cuenta el CEO de la empresa.

Seg¨²n sus due?os, cada azotea que han creado tiene su propia personalidad. Sin duda, dicen, Picalagartos es la m¨¢s cool, en el NH Gran V¨ªa, el sitio donde dejarse ver, la azotea a la que uno sube esperando encontrar a Mario Casas bebi¨¦ndose un gin-tonic; el Club financiero es la m¨¢s sofisticada, con un c¨®digo de vestuario muy estricto que impide entrar en zapatillas o sin americana; La Forus, en el Mercado de Barcel¨®, es la del barrio, la relajada, la que sirve para cualquier ocasi¨®n; Cibeles es la ni?a bonita en donde sus paredes son historia viva de la ciudad; y el C¨ªrculo, la madre de todas, de la que m¨¢s orgullosos se sienten y su primer ¨¦xito.

Dentro del grupo, Garc¨ªa se ocupa de los n¨²meros y Lasvinges pone el toque especial a los lugares. Ella ha dedicado gran parte de su vida a la radio, y, a pesar de todo el trabajo que le dan las azoteas, nunca ha dejado del todo la comunicaci¨®n, pues es socia de la productora Filmus y pertenece al patronato de la Fundaci¨®n Cris Contra el C¨¢ncer.

Han pasado algo m¨¢s de 30 a?os de aquel Esc¨¢ndalo, esa primera terraza de Moratalaz, y 15 a?os desde que Jos¨¦ Manuel y Cristina decidieron casarse. Ahora dominan las mejores azoteas de Madrid. Este matrimonio pica cada vez m¨¢s alto.

Las azoteas son tendencia en Madrid

En los últimos años, las azoteas se han vuelto tendencia en Madrid. Para muestra de la gran acogida que tiene este modelo de negocio, cabe subrayar que las búsquedas de azoteas en plataformas de reservas como TheFork crecieron en 2023 un 12% con respecto a 2022. A su vez, en 2022 crecieron un 50% con respecto a 2021.

“Teniendo en cuenta los primeros dos meses de 2024, las búsquedas siguen al alza en comparación con 2022, con un incremento del 17%, lo que demuestra la continua tendencia en positivo de este tipo de reservas”, asegura la plataforma. En TheFork han detectado, además, que la búsqueda de restaurantes con terraza se multiplica por tres en primavera, empezando en abril el aumento hasta el verano, cuando se mantiene 10 veces por encima de las búsquedas y reservas que registran en invierno, según sus datos de 2023. “Los restaurantes con terrazas que trabajan con nosotros suponen el 40% de nuestra base de establecimientos asociados en Madrid y un 34% en España”, aseguran.

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