Vivir la ceremonia del t¨¦: una experiencia en auge en Espa?a
El mayor conocimiento de las culturas orientales gracias a la democratizaci¨®n de los viajes y a las redes sociales impulsan el inter¨¦s por esta bebida y la curiosidad por este ritual que va m¨¢s all¨¢ de lo gastron¨®mico
Cuatro personas entran en una sala y se sientan alrededor de un tatami, mientras los anfitriones, el chef Steven Wu y una integrante de su equipo, permanecen arrodillados. Ella, vestida con un kimono, acaricia con un pa?uelo naranja los utensilios, limpi¨¢ndolos con los estudiados y milim¨¦tricos movimientos de su mano. ?l, le explica a los comensales algunas de las claves de la ceremonia japonesa del t¨¦, una experiencia que se ha convertido en uno de los principales rasgos diferenciadores de este restaurante, Sen Omakase, ubicado en Madrid. ¡°Hay gente que ha salido llorando de la ceremonia. Se crea un silencio natural y te absorbe¡±, dice Wu, que quiere que el espacio sea un lugar en el que se difunda la gastronom¨ªa japonesa, su arte y cultura. Las redes sociales y los cada vez m¨¢s populares viajes a Asia y, en concreto, a Jap¨®n, han hecho que la curiosidad por este ritual crezca a miles de kil¨®metros del pa¨ªs, tambi¨¦n en Espa?a.
No hay una ¨²nica forma de hacer la ceremonia del t¨¦ en Jap¨®n. En concreto, Wu ¡ªde padres chinos, bisabuela japonesa y nacido en Palma¡ª explica que existen hay tres estilos y que el que ellos practican en el restaurante es la de la escuela Urasenke, que proviene de Kioto y que se caracteriza por ¡°matchas m¨¢s cremosos¡± y por buscar ¡°la m¨¢xima comodidad del invitado¡± y que por ello aunque la adaptan en tiempo y forma. Los asistentes se sientan por ejemplo en peque?as banquetas alrededor del tatami y no permanecen de rodillas y en total la experiencia no sobrepasa los 15-20 minutos. Despu¨¦s de que la anfitriona prepare un matcha ligero de grado ceremonial ¡ªla m¨¢s alta calidad¡ª cada comensal recibe un chawan ¡ªcomo se denomina a este tipo de cuenco¡ª con la bebida lista para disfrutar y acompa?ada de unos bocados dulces. ¡°El objetivo es disfrutar de una taza de t¨¦ en un ambiente de paz, relajado¡±, a?ade el chef, de 38 a?os. La experiencia es la tercera de las cuatro fases de las que consta el men¨² degustaci¨®n que ofrece el establecimiento, compuesto por 40 pases y con un precio de 220 euros.
Cuando se le pregunta a Wu y a alguna entidad japonesa en Espa?a sobre ceremonias del t¨¦, todos apuntan a una persona: Eiko Kishi. Esta japonesa de 77 a?os lleva desde los a?os ochenta difundiendo la cultura nipona en general y la del t¨¦, en particular, realizando no solo demostraciones p¨²blicas en actos, sino tambi¨¦n transmitiendo sus conocimientos a alumnas particulares, curiosamente, muchas de ellas japonesas. ¡°No es algo que se aprenda habitualmente, es algo muy exclusivo y hay cosas que les preguntaban los extranjeros sobre su propia cultura, que ellas no saben responder¡±, cuenta, ayudando a su madre con el idioma, Ayako, su hija. Mientras bebe un matcha en una cafeter¨ªa de especialidad del centro de Madrid, Eiko recuerda c¨®mo su madre se empe?¨® en que ella aprendiera todas las disciplinas importantes de la cultura del pa¨ªs, como la caligraf¨ªa, la realizaci¨®n de arreglos florales ¡ªikebana, del que tambi¨¦n imparte clases¡ª o la ceremonia del t¨¦, ¡°para que fuese una mujer con m¨¢s categor¨ªa¡±. ¡°Es algo que se aprende durante toda la vida. Todo es un camino de aprendizaje¡±, cuenta la maestra, apelando a una de las m¨¢ximas japonesas. Ella actualmente colabora con entidades como la Fundaci¨®n Jap¨®n, la embajada y con universidades y asesora a restaurantes como el de Wu, donde lucen algunos de sus arreglos florales.
Eiko Kishi describe los salones de t¨¦ en Jap¨®n como lugares en contacto con la naturaleza en los que se escucha el sonido del agua y se observa el movimiento de las hojas. Tambi¨¦n detalla c¨®mo todos los que acuden al lugar deben agachar la cabeza para entrar ¡°lo que implica que todas las personas son iguales¡±. ¡°La idea principal es la de disfrutar del t¨¦, pero hay algo de meditaci¨®n en todo ello¡±, a?ade. Nada m¨¢s entrar en la sala de espera, se ofrece un tipo de t¨¦ matcha que se puede preparar de dos formas, ligera (usu cha) o densa (koi cha) y cada escuela tiene su forma de batirlo con el chasen. ¡°El anfitri¨®n o anfitriona piensa siempre en el bienestar de la persona a la que ha invitado y nada m¨¢s entrar en la sala, con la caligraf¨ªa y las flores, ya recibes su coraz¨®n¡±, cuenta Eiko. Adem¨¢s, explica que seg¨²n la hora a la que tenga lugar el ritual se ofrece una comida completa o simplemente algo ligero (kaiseki) para no tener el est¨®mago vac¨ªo. De principio a fin, nada se deja a la improvisaci¨®n, el color del pa?uelo que se usa en la ceremonia, por ejemplo, cambia de color en funci¨®n de la escuela y hasta la forma de presentar las tazas es importante. El kimono no es solo una vestimenta con funci¨®n est¨¦tica, sino que las mangas sirven para guardar el pa?uelo y utensilios al mismo tiempo que ayuda a realizar los movimientos. En aras de proteger esa filosof¨ªa de tener la atenci¨®n plena, los m¨®viles no son bienvenidos y no se debe usar perfume ¡ªalgo habitual en Jap¨®n¡ª, ni tampoco llevar joyas. ¡°Est¨¢ todo muy medido y hay que concentrarse. A los j¨®venes les falta concentraci¨®n¡±, apunta.
La ceremonia china
Aunque se realiza de forma diferente en China y en Jap¨®n, ambos pa¨ªses comparten el componente espiritual de la ceremonia del t¨¦. As¨ª lo aclara Melissa Yan Lin, de 40 a?os, y propietaria junto a su marido, Bruno Tombolato, de San Wei Tea Culture & Store, en Madrid. Ellos ofrecen desde hace m¨¢s de un a?o la posibilidad de vivir el ritual tal y como se hace en el pa¨ªs del que es originaria Yan Lin y con t¨¦s de all¨ª, de los que se catan, en una hora y media, tres diferentes. ¡°Los chinos preparamos el t¨¦ sentados en una silla y hoy en d¨ªa la hacemos m¨¢s sencilla. Ella, en una demostraci¨®n r¨¢pida, vierte agua caliente sobre varias tazas ¡ªque previamente destapa¡ª para darles temperatura y, en este caso, al tratarse de un t¨¦ oolong o t¨¦ azul, descarta la primera infusi¨®n que se hace para hidratar las hojas. ¡°La explicaci¨®n m¨¢s filos¨®fica es que el t¨¦ est¨¢ durmiendo y hay que despertarlo¡±, agrega Tombolato. Despu¨¦s se sirve de manera individual para cada asistente. ¡°Tenemos las plazas limitadas a ocho personas y generalmente se llenan¡±, comenta Yan Lin, que confirma que cada vez hay m¨¢s gente que se muestra interesada. Cada taller cuesta 37 euros por persona y 57 si se acude en pareja.
En T¨¦tere, en Barcelona, llevan casi 20 a?os vendiendo t¨¦s de origen China, Jap¨®n y Taiw¨¢n. Su propietaria, Jing Jing Yuan, es la encargada de realizar personalmente y desde 2012 ceremonias de degustaci¨®n. ¡°La de china que realizo es m¨¢s estilo Taiw¨¢n y en el mismo espacio monto mesitas m¨¢s bajas, nos sentamos en un tatami y el t¨¦ se prepara en una tetera peque?a¡±, explica Jing Jing, nacida en Shang¨¢i. El precio es de 80 euros para un grupo de m¨ªnimo dos personas y la duraci¨®n es de aproximadamente 45 minutos. Tambi¨¦n ofrece la posibilidad de hacerla estilo japon¨¦s con t¨¦ matcha. ¡°El inter¨¦s ha crecido mucho porque cada vez la gente viaja m¨¢s y cada vez hay m¨¢s intercambio, gracias tambi¨¦n a las redes sociales. Ahora la gente empieza a profundizar¡±.
La versatilidad y el potencial de la planta Camellia sinensis ¡ªcon cuyas hojas se elabora el t¨¦¡ª es lo que llev¨® a Jenny Chih-Chieh Teng, de 40 a?os y nacida en Taiw¨¢n, a realizar ceremonias del t¨¦ tanto en su espacio en Barcelona, como de forma privada para un m¨¢ximo de siete personas. Encuadradas dentro de la oferta de Mellow Sheng, la iniciativa que cre¨® para la difusi¨®n de la cultura oriental, suele denominarlas ¡°ceremonias del t¨¦ de Formosa¡±, ya que, en ellas, intenta utilizar t¨¦s taiwaneses. ¡°Lo hago porque son menos conocidos y m¨¢s dif¨ªciles de encontrar en Barcelona, a pesar de que son algunos de los mejores t¨¦s del mundo¡±, explica, al tiempo que detalla que la experiencia es mitad cata, mitad ritual de meditaci¨®n. ¡°Primero explico el origen y la naturaleza de los t¨¦s que vamos a probar y, a continuaci¨®n, hacemos tres infusiones de cada t¨¦ en las que podemos probar las notas de salida, el aroma y el cuerpo. M¨¢s tarde, en la parte meditativa, degustamos las tres infusiones en silencio como oportunidad para desconectar del d¨ªa a d¨ªa e involucramos todos los sentidos¡±, comenta. El encuentro, que dura entre una y dos horas y cuyo precio oscila entre los 27 y los 45 euros, termina con un postre que ella misma prepara para la ocasi¨®n. ¡°Dise?¨¦ las ceremonias con la ayuda de mi profesora de t¨¦ taiwanesa, no solo para transmitir los sabores, la cultura y la historia, sino tambi¨¦n para crear un momento para apreciar la naturaleza, las personas y el tiempo. Me gusta mucho porque es un contraste con nuestra rutina diaria, en la que estamos siempre corriendo y con una pantalla en la mano¡±.