Puturr¨² de mermelada
?Alguien se acuerda de Puturr¨² de Fu¨¢? Herederos del pop c¨®mico de La Trinca, el grupo aragon¨¦s arras¨® a mediados de los ochenta con profundas canciones como 'No te olvides la toalla cuando vayas a la playa', 'Los chicos del plan' o la que puede ser su cumbre art¨ªstica, 'Caca'. Pues bien, el inolvidable miembro bajito y gafotas del grupo, Curro Fat¨¢s, se ha reconvertido a fabricante de mermeladas.
No os imagin¨¦is un emporio al estilo Hero. Los muy artesanales productos de la marca Bubub apenas pasan por tres manos: las de Fat¨¢s, su mujer, Susana, y su hija, Arantxa. El obrador est¨¢ en Trasmoz, un pueblecito zaragozano de 40 habitantes situado en las faldas del Moncayo en el que han ocurrido cosas fascinantes: Becquer situ¨® en ¨¦l una de sus leyendas; el inventor de la fregona, Manuel Jal¨®n Corominas, compr¨® su castillo, y ETA escondi¨® en la localidad a Julio Iglesias 'Papuchi' cuando lo secuestr¨®.
A esta lista de acontecimientos inquietantes se podr¨ªa a?adir el hecho de que, en un ataque de neoruralismo sufrido hace unos 10 meses, Fat¨¢s y su familia eligieran Trasmoz como lugar para preparar sus extra?as mermeladas ¡°de autor¡±. Llevo casi un mes desayun¨¢ndome con ellas y puedo asegurar que son fant¨¢sticas: la de mandarina y calabaza al Grand Marnier, con un toque de curry y azafr¨¢n; la de tomate al whisky, un punto picante; la de kiwi, lim¨®n y tequila, la de naranja al ron y canela... Todas poseen la autenticidad de lo casero unida a la originalidad, siempre con sentido, de la mezcla de componentes.
En la reserva cuento con unos ejemplares de su l¨ªnea tem¨¢tica: la Mermelada de los Amantes se compone de ¡°pecaminosa manzana, ardiente mora silvestre y chispeante cava, todo perfumado en agua de rosas a la canela con lim¨®n¡±. La muy sanferminera del Encierro es de ciruela roja y pachar¨¢n, mientras que la Gel¨¦e de Txakoli, de la que Fat¨¢s se siente ¡°especialmente orgulloso¡±, lleva s¨®lo el vino vasco, az¨²car y el espesante natural agar-agar, m¨¢s unos versos en euskera en el envoltorio.
Se preguntar¨¢n por qu¨¦ hay licores o caldos en todas las mermeladas de Bubub. ¡°Somos unos borrachos morroputas¡±, asegura Fat¨¢s, siendo morroputa una suerte de gourmet dicho a la aragonesa. En cualquier caso, no se alteren los abstemios. Se podr¨¢n tomar su tostada con mantequilla y confitura Bubub sin miedo a ponerse piripis, porque el alcohol desaparece en el proceso de cocinado y permanece s¨®lo el aroma.
El empaquetado y los marcianos textos y v¨ªdeos de la web emparentan de alguna forma con el pasado c¨®mico-delirante de Puturr¨² de Fu¨¢. ¡°Este producto ha sido elaborado con la radio puesta¡±, se lee en los frascos. ¡°Una vez abierto, devorar. Si queda, conservar en fr¨ªo¡±. En cuanto al nombre de la marca, Fat¨¢s explica que ¡°Bubub es un p¨¢jaro-pie que reina sobre un pa¨ªs imaginario¡±, y no oculta su relaci¨®n con el Ub¨² Rey de Alfred Jarry.
No s¨¦ si la empresa ser¨¢ un buen negocio, y dudo mucho que Fat¨¢s se haga millonario en esta aventura. Tampoco creo que lo pretenda. Pero no me dig¨¢is que no da un poco de envidia su historia, que junta dos sabrosas ense?anzas: hay vida despu¨¦s del ¨¦xito y la fantas¨ªa de todos los urbanitas de ¡°irse al campo y montar algo all¨ª¡± puede hacerse realidad.
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