Crema de calabaza y r¨¢banos asados

La Pubilla es un restaurante de Barcelona que no me canso de recomendar. S¨®lo da desayunos normales y "de tenedor" (esmorzars de forquilla, en catal¨¢n), y excelentes men¨²s del d¨ªa por 12 euros. Para m¨ª es un modelo de lo que debe ser un comedor: cocina muy bien ejecutada, sin chorradas, moderna y a la vez conocedora de la tradici¨®n, y encima servida en un lugar bastante agradable y sin pretensiones.

Llevaba tiempo sin ir, pero la semana pasada qued¨¦ all¨ª para una entrevista y me volvi¨® a encantar. El suquet que me pusieron de segundo estaba mortal, pero lo que viene a cuento ahora es la crema de calabaza asada que tom¨¦ de primero. Aunque lo hab¨ªa visto en alg¨²n blog (?o libro?), nunca hab¨ªa asado esta verdura para hacer sopa, sino que la rehogaba primero y la coc¨ªa despu¨¦s en caldo. El plato de La Pubilla fue la revelaci¨®n definitiva para abrirme a una nueva dimensi¨®n.

No es que la crema de calabaza asada sepa completamente distinta a la convencional, pero yo dir¨ªa que su gusto es un poco m¨¢s intenso, caramelizado o incluso tostado. Digamos que la calabaza pierde ese punto sosongo como de restaurante vegetariano desabrido y se transforma en un ingrediente m¨¢s concentrado, con m¨¢s fuste.

En cuanto a los r¨¢banos, la epifan¨ªa de asarlos ya se produjo en un episodio anterior. Siendo sincero, cuando prepar¨¦ el plato s¨®lo pretend¨ªa aprovechar unos cuantos que ten¨ªa en la nevera y estaban a punto de irse al cielo de los r¨¢banitos, pero creo que le dieron un giro interesante a la crema.