La tragicomedia de las cafeter¨ªas de hospital
No es noticia que la comida que se les echa a los pacientes en muchos centros sanitarios espa?oles est¨¢ m¨¢s cerca del rancho carcelario que de la cocina digna, y m¨¢s ahora gracias a los malditos recortes. Sin embargo, pocas veces se habla de la maravillosa oferta gourmet de las cafeter¨ªas de dichos centros. La raz¨®n dicta que estos locales deber¨ªan dar ejemplo con platos frescos y sanos, y que los pobres parientes de los enfermos tendr¨ªan que hallar en ellos un peque?o consuelo a sus desdichas. La realidad es otra. En demasiadas ocasiones, justo la contraria.
Harto de ver los infames bodrios que circulaban por la cafeter¨ªa del hospital en el que estaba ingresado un familiar, el bloguero y tuitero salmantino David Monaguillo abri¨® hace dos semanas la cuenta de Twitter @hospEATal, en la que describe la oferta gastron¨®mica de estos establecimientos. "La idea surgi¨® mientras me serv¨ªan un paella con claros s¨ªntomas de haber sido perpetrada con las sobras de la cena del d¨ªa anterior", recuerda. "Levant¨¦ la cabeza del plato y pude observar como casi todo el mundo all¨ª ten¨ªa la misma cara de asco y los niveles de verg¨¹enza ajena disparados. Bocadillos pringosos, pescados y carnes resecos, y unas natillas para pegar rodapi¨¦s. Nadie pide florituras, pero por esos precios al menos se deber¨ªa servir una comida digna. As¨ª que lo vi claro, alguien ten¨ªa que retransmitirlo porque son miles de personas las que lo sufren a diario".
Nuestras empanadillas de la casa: las llamamos as¨ª porque llevan ahi desde que abrimos. JAJAJA pic.twitter.com/2DrFt302rE
— HospEATal (@hospEATal) January 22, 2015
En la cuenta se denuncian las bazofias hospitalarias con un sentido del humor que yo calificar¨ªa de agudo, sangrante y m¨¢s negro que el carb¨®n. "No hace falta tener un doctorado en Nutrici¨®n para darse cuenta de que un hospital es el ¨²ltimo lugar donde se deber¨ªan servir este tipo de comidas. Pero la experiencia me ha demostrado que la mejor forma de tratar los asuntos delicados es con un poco de humor; as¨ª las cosas adem¨¢s de llevarse mejor, consiguen m¨¢s visibilidad. La idea es que la gente se sume a este 'movimiento¡±.
Entre los greatest hits de la comida de cafeter¨ªa de hospital, Monaguillo destaca los arroces o la pasta con las sobras del d¨ªa anterior y las patatas fritas "grasientas y morcillonas hasta en el postre". "Es terrible que haciendo cientos de kilos semanales, no sean capaces de obtener un resultado medianamente decente". Recuerda con cari?o el filete empanado sin carne: "M¨¢s de la mitad de su superficie era solo rebozado. Pura magia". Y tiene especial simpat¨ªa por los cruasanes crudos, "que se sirven as¨ª para que el comensal los termine de hacer a su gusto con el calor del caf¨¦, en lo que vendr¨ªa a ser un desayuno en versi¨®n Shabu Shabu". Pero lo m¨¢s brillante que se ha encontrado ha sido un San Jacobo requemado por fuera y a¨²n congelado por dentro. "Imagino que lo har¨ªan por eso que ahora llaman 'el contraste de temperaturas. Lo bautic¨¦ como el Superchoc¡±.
Aburre el debate sobre la cebolla en la tortilla. Os proponemos otro:?con o sin patata/huevo? Nosotros ninguno JAJAJA pic.twitter.com/U8XGoo6EWV
— HospEATal (@hospEATal) January 19, 2015
Feliz viernes! Para vosotros no existe el finde pero pod¨¦is celebrarlo con nuestra boller¨ªa industrial.#aPorelTrombo pic.twitter.com/aWQEYK7HAv
— HospEATal (@hospEATal) January 16, 2015
Monaguillo sabe de lo que habla porque ha tenido que pasar temporadas en distintos hospitales, y en todos se ha repetido el mismo bochorno. "Da la sensaci¨®n de que las cafeter¨ªas tambi¨¦n siguen un protocolo al mil¨ªmetro. En este caso, buscando dilapidar la salud de la persona que est¨¢ cuidando al enfermo, para asegurarse futuros clientes. Sembrar para recoger".
Resulta dif¨ªcil explicarse por qu¨¦ en lugares situados en hospitales, te¨®ricamente consagrados a la salud, no se cuenta con ninguna sensibilidad ya no gastron¨®mica, sino nutricional. ?Falta de presupuesto? ?Pura desidia? "A d¨ªa de hoy no he llegado a una conclusi¨®n", confiesa Monaguillo. "Si un establecimiento en cualquier parte sirviera este tipo de comidas, estar¨ªa condenado a cerrar por falta de clientes. Precios altos, mala calidad de los ingredientes y elaboraciones garrafales. No s¨¦ muy bien c¨®mo van este tipo de concesiones, pero de lo que s¨ª estoy seguro es que el sistema no funciona y alguien deber¨ªa poner cartas en el asunto, asumir la culpa y arreglar este desaguisado. As¨ª que aceptemos desidia como animal de compa?¨ªa, aunque la sombra del dinero siempre parece sobrevolar".
Hoy en la cafeter¨ªa:El churro-frigopie. Bien guarredao por fuera y con el interior aun congelado. #nivelgordopilo 4/5 pic.twitter.com/BJrwDtXq4d
— HospEATal (@hospEATal) January 15, 2015
Lomo a la naranja Do It Yourself.Tomad una rodaja,exprimidla y voil¨¢,salsa lista. Nos gusta jugar en la cocina JAJAJA pic.twitter.com/WKaJ5B25Xd
— HospEATal (@hospEATal) January 17, 2015
Puede que las cafeter¨ªas de hospital sean tan malas por el mismo motivo que las de aeropuertos, ¨¢reas de servicio o comedores universitarios: cuentan con un cliente cautivo que est¨¢ obligado a tragar porque las circunstancias no le dejan otra opci¨®n. "Pero ¨¦ste es sin duda el caso m¨¢s flagrante", apunta Monaguillo, "por el componente humano intr¨ªnseco. Se puede decir abiertamente que se lucran traficando con miserias de la gente".
HospEATal se centra por ahora en las cafeter¨ªas, pero David no descarta ampliar el foco a los comistrajos que se dan a los pacientes. "Escuchando a la gente que me escribe y se presta para enviarme sus propios documentos gr¨¢ficos, posiblemente tenga que abordarlo tambi¨¦n. En los hospitales no solo curan enfermos, sino que forjan aut¨¦nticos espartanos. Es una paradoja, pero al salir de all¨ª, tienes que recuperarte de la comida del hospital".
Vamos a hacer un crowdfunding para comprar aceite limpio.
— HospEATal (@hospEATal) January 21, 2015
No s¨¦ si esta cuenta de Twitter servir¨¢ para que las cosas mejoren en los centros sanitarios, pero al menos nos queda el consuelo de re¨ªrnos con ella mientras so?amos con unas cafeter¨ªas con comida limpia. Para Monaguillo, no ser¨ªan necesarios grandes alardes en la cocina, ni en el servicio, ni en el ambiente del local, sino simplemente lugares "que cumplieran aquello de 'las penas con pan son menos penas". "Comida completamente normal, casera, con ingredientes frescos y a ser posible con sabores reconocibles. Algo como ese local en la autov¨ªa en el que siempre hay muchos camiones parados porque la comida es muy buena. La del plato".
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