Ensalada de alcachofas, naranja y quinua
Si eres de esas personas ociosas, desnortadas y tarambanas que leen a diario El Comidista, quiz¨¢ te hayas dado cuenta de que mis platillos de los ¨²ltimos tiempos tienden a usar ingredientes de lo m¨¢s comunes. H¨¢llome muy sensibilizado con el equivalente gastron¨®mico de "la se?ora de Cuenca", esa figura m¨ªtica que siempre se evoca en el mundo de la televisi¨®n para explicar que un programa o una serie la debe entender todo el mundo (y que tanto da?o ha hecho a nuestra tele, como bien cont¨® Alberto Rey en su blog). Por eso, siempre desde una perspectiva espa?ola -intentar abarcar otros pa¨ªses ser¨ªa una tarea herc¨²lea, y adem¨¢s desnaturalizar¨ªa el blog- me empe?o en que mis platos los pueda hacer cualquiera, viva donde viva.
Las personas que escribimos sobre comida y residimos en grandes ciudades nos olvidamos con demasiada frecuencia de la gente que habita en pueblos o urbes m¨¢s peque?as, donde encontrar shiitakes, achiote o haba tonka puede ser una aventura que ni las de Willy Fog.Por eso defiendo la accesibilidad a ultranza. Sin embargo, tampoco creo que haya que ponerse demasiado integrista con este asunto. De vez en cuando, est¨¢ bien introducir alg¨²n producto m¨¢s o menos ex¨®tico, ofreciendo siempre alguna alternativa para aquellas personas a las que les resulte imposible conseguirlo.
La receta de hoy no lleva un ingrediente rarillo. Lleva tres. Pero no entremos en p¨¢nico: en muchos lugares no son dif¨ªciles de cazar, y todos son sencill¨ªsimos de sustituir. El primero es la quinua, el famoso pseudocereal andino que ya se encuentra en un mont¨®n de tiendas y supermercados. El segundo, la naranja sanguina, una variedad que estaba semidesaparecida pero que, por razones que se me escapan, ahora est¨¢ disponible en un mont¨®n de sitios en Barcelona. El tercero es la chiriv¨ªa, pariente de la zanahoria de delicioso sabor dulce, cuyo consumo era muy habitual en el pasado pero que fue arrinconado por la omnipresente patata.
?Planes B? En vez de quinua, usar arroz blanco o integral, cusc¨²s o bulgur. Cambiar la naranja sanguina por naranja vulgaris. Y reemplazar la chiriv¨ªa por una mezcla de zanahoria y nabo. As¨ª de f¨¢cil.
Dificultad
Monguers in the morning.
Ingredientes
Para 4 personas
- 8 alcachofas grandes (o 12 medianas)
- 3 naranjas sanguinas
- 2 chiriv¨ªas
- 100 g de quinua
- 1 cucharadita rasa de piment¨®n dulce
- Vinagre de Jerez
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra reci¨¦n molida
Preparaci¨®n
1. Precalentar el horno a 200? (las alcachofas y las chiriv¨ªas tambi¨¦n se pueden hacer en el microondas si se prefiere).
2. Mezclar el piment¨®n con dos cucharadas de vinagre, 8 de aceite, sal y pimienta. Calentarlo ligeramente unos segundos en el microondas o un minuto al fuego para que el piment¨®n impregne el ali?o de su aroma -se trata s¨®lo de templarlo; no debe burbujear ni hervir-, y dejar que se enfr¨ªe tapado.
3. Poner las alcachofas y las chiriv¨ªas enteras sin pelar en una bandeja de horno, y hornear unos 45 minutos o hasta que est¨¦n tiernas por dentro. Dejar que se enfr¨ªen.
4. Pelar las alcachofas desechando las hojas exteriores -3 o 4 capas- y cortando despu¨¦s las puntas. Cortar tambi¨¦n los tallos, que se pueden pelar y picar o desechar. Cortar los corazones en 4 u 8 trozos, dependiendo del tama?o de las alcachofas.
5. Pelar las chiriv¨ªas y picarlas en daditos.
6. Cocer la quinua siguiendo las instrucciones del paquete y dejar que se enfr¨ªe.
7. Pelar las naranjas a vivo (si no, intentar sacar los gajos lo m¨¢s limpios posible).
8. Mezclar todos los ingredientes con el ali?o, corregir de sal y de pimienta, y servir.
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