Terror en el hipermercado (gallego)

La historia de este post empez¨® hace apenas 36 horas, cuando Luis P¨¦rez Gonz¨¢lez ¨Crepresentante de la familia Quiroga P¨¢ez y conseguidor de cosas bonitas antiguas¨C me mand¨® a trav¨¦s del chat de Facebook unas fotos cuyo valor art¨ªstico, est¨¦tico y gastron¨®mico marc¨® un antes y un despu¨¦s en mi existencia. Se trataba de esta maravilla, inmortalizada por su amiga Luc¨ªa de Conservas Artemar ¨Cque, por cierto, tienen buen¨ªsima pinta¨C en un conocido centro comercial de Ribadeo. Cuando consegu¨ª recuperarme del ¨¦xtasis en el que me dej¨® el cerdete tr¨®spido, pregunt¨¦ por el origen de la imagen que ya no podr¨ªa volver a sacudirme de la retina.

Mi confidente me cont¨® que estas naturalezas muertas con clara influencia de Arcimboldo se suelen ver durante el Entroido (Carnaval para los no galaicos) en los supermercados, tociner¨ªas y otros comercios de alimentaci¨®n. Esta es una festividad en la que tradicionalmente se consume cocido gallego a chol¨®n para no echar tanto de menos a su protagonista ¨Cel cerdo, claro¨C durante la cuaresma. Y qu¨¦ mejor manera de animar a la gente a preparar cocido que hacer bodegones surrealistas con lacones, tocino, chorizo y la pieza de chaciner¨ªa m¨¢s inquietante de todas: la cachucha o careta de cerdo salada y curada, que convenientemente situada sobre una figura antropomorfa puede generar risi¨®n y miedo a partes iguales.

Otro de nuestros agentes al otro lado del tel¨®n de grelos, Jorge Guiti¨¢n, asegura que cuando te cr¨ªas en Galicia ¡°te acostumbras a ver, en esta ¨¦poca, a cerdos vestidos de agricultores ¨Ccon su sombrero de paja, su peto vaquero y su camisa de cuadros¨C, en los escaparates¡±. Jorge cree que es un fen¨®meno extendido en los ¨²ltimos 20 a?os. ¡°Hace no tanto era bastante raro¡±, recuerda, ¡°pero hoy te los encuentras con cierta frecuencia: la parejita en plan ¡®g¨®tico americano¡¯ con ella con su pa?uelo negro y rodeados por su rastrillos y horquillas; los cerdos reconstruidos por partes a base de lacones, jamones y cacheiras; los cerdos travestidos, con peluca rubia, collar de chorizos, etc¡±.

Luis aventura que el fen¨®meno puede ser ¡°una variaci¨®n de supermercado, siglo XXI, de las m¨¢s ancestrales que hay en relaci¨®n con el Entroido tradicional, que tiene mucha tela¡±. ?Ejemplos? ¡°En Laza (Ourense) te tiran encima hormigas gigantes cabreadas que cuidan y engordan durante todo el a?o, o si est¨¢s en la ¡®farrapada¡¯ te golpean con trapos llenos de barro en una batalla campal sin control en la plaza del pueblo. ?Tomatinas a nosotros??Ja!¡±. Para soportar el fr¨ªo, aguantar toda la semana de fiesta y darlo todo, antes solo les quedaba ponerse locos de carnaza, como traca final y antes de una Cuaresma que hab¨ªa que cumplir s¨ª o s¨ª.

La cachucha tambi¨¦n tiene su propia fiesta en Laza, y Luis nos cuenta de qu¨¦ va el men¨² de celebraci¨®n. ¡°Se compone de salpic¨®n de pulpo, morro de cachucha, lac¨®n, chorizo, oreja, grelos y patatas, todo regado con buenos vinos y los licores del lugar: xastr¨¦ y licor caf¨¦¡±. Como postre se sirve Bica Branca ¡°una cosa incre¨ªble que se hace con nata pura y solo se puede degustar aqu¨ª¡±, nos chiva Luis. ¡°Viv¨ª un a?o de profe por esta zona y lo de la Bica Branca no ten¨ªa nombre: engord¨¦ 6 kilos¡±.

El representante de los Quiroga P¨¢ez se anima a teorizar sobre las decoraciones de supermercados, la cantidad de producto del que disponen sus encargados de m¨¢rketing visual y sus necesidades creativas. ¡°Como est¨¢ todo tan controlado en el mundo del lineal, ah¨ª encuentran una forma de liberarse¡±, aventura. ¡°No descarto competici¨®n entre los empleados de los supers, son mucho de competir... pero a lo mejor esa es solo una teor¨ªa m¨ªa que soy muy de la ciudad y un poco pijolas¡±. Guiti¨¢n no se lanza tanto, pero comparte con nosotros su escena favorita, de lo que no tiene foto pero s¨ª un buen recuerdo.

¡°La vi el a?o pasado, constaba de dos cerdos ¨Ca base de cacheiras, lacones, pancetas y costillas¨C perfectamente vestidos y revolviendo un gran pote met¨¢lico en el que se cocinaban otras partes de cerdo. Esa naturaleza muerta/viva/muerta otra vez es digna de la mente m¨¢s enferma y no desentonar¨ªa en un American Horror Story. Pero no deja de tener su encanto¡±.

No podemos estar m¨¢s de acuerdo, y si vosotros no cre¨¦is lo mismo es porque todav¨ªa no hab¨¦is sucumbido a los encantos de las cachuchas de Entroido. Esperamos que la galer¨ªa que podr¨¦is ver a continuaci¨®n, elaborada con la ayuda de lectores de El Comidista ¨Cmuch¨ªsimas gracias por vuestra ayuda, una vez m¨¢s¨C y debidamente titulada por El Hematocr¨ªtico, que confiesa feliz que ¡°hemos sacado su lado m¨¢s idiota¡±, os lance fuera de esa existencia gris en la que los cocidos no tienen forma de persona.

1. Borja Mon

Esta cachucha neocon que nos mand¨® Luc¨ªa G. Manso est¨¢ evidentemente beoda, fum¨¢ndose un puro despu¨¦s de una comida con los amigos tras haberse puesto las gafas de su mujer ¨Cque est¨¢ dos cocidos m¨¢s all¨¢¨C por hacer la broma. Se las promete muy felices porque tiene pelazo y est¨¢ cachotas, pero por dentro sufre pensando que tarde o temprano se van a dar cuenta de que lo de su polo no es el logo de Ralph Lauren, sino el de Consumer. A Mikel Iturriaga AKA ¡®el jefe de todo esto¡¯ le parece que ¡°el montaje est¨¢ muy logrado: podr¨ªa ser una travesti, un zombi que sale de la tierra o un miembro de las juventudes del PP¡±. Tres mundos que, seg¨²n nuestro l¨ªder supremo ¡°en principio parecen alejados, pero que quiz¨¢ no lo est¨¦n tanto. Inquietante¡±.

2. Manola Con y Marcos Tilla

No tengo claro si lo m¨¢s malrrollero de esta foto ¨Cque nos hizo llegar M.D Rivas Leiro a trav¨¦s de Facebook¨C, que son los ojos azules y verdes de unas cachuchas bastante securrias, son reales o han sido retocados ¡®a ordenador¡¯ (como dir¨ªa una abuela). Aunque su vida como labriegos es dura, y no da para muchos lujos, Don Cachucho Marcos Tilla mantiene siempre perfecta su brillante melena, un homenaje a la Duquesa de Alba y Harpo Marx. Mientras, su mujer Manola Con piensa que en el supermercado no se est¨¢ tan mal, y se pregunta por qu¨¦ no le hizo caso a aquel jabugo que le tiraba los trastos de lechona.

3. Francisco Chino

¡°Con esta figura quiz¨¢ se intenta sembrar el terror entre las personas cortas de vista o las que van beodas o fumadas al s¨²per, que de lejos la pueden confundir con facilidad con una dependienta de cara dif¨ªcil¡±, aventura Iturriaga, que hace tiempo que tampoco ve mucho sin las gafas del cerca. ¡°Como generador de paranoia, me parece un acierto¡±, matiza, mientras me pregunto si no estar¨¢ dramatizando un pel¨ªn con esta foto que nos mand¨® Pilar Lechuza, sabiendo que me ha visto ir a trabajar de resaca luciendo caras similares.

4. Billy Bob Porcon

El True Detective de las cachuchas. Detr¨¢s de esas ramas est¨¢ Carcosa, el infierno en la tierra, y si las cruzas acabar¨¢s despedazado por un cerdo, salado, curado y posteriormente cocido con tu buen acompa?amiento de grelos y patatas. O a lo mejor acabas de cachucha humana decorando un supermercado en el Entroido cerduno (ojal¨¢ hubiera ido por ah¨ª la segunda temporada de la serie). Otro testimonio gr¨¢fico de Luc¨ªa, que suponemos que debe estar a punto de partir hacia su retiro anual de Cuaresma en la L¨®pez-Ibor.

5. Che GueBacon y Se?ora

M¨¢scaras venecianas, boas de plumas, trozos de cerdo rancio, una familia claramente disfuncional... Mikel tiene claro que a ¡°este cuadro flamenco, perd¨®n, gallego, no le falta nada para conseguir su objetivo: que en las pesadillas que te va a generar acabes deseando una muerte r¨¢pida¡±. Ram¨®n Rendo tiene la culpa de vuestro mal cuerpo.

6. Carmen Lomanitas

Al representante de los Quiroga P¨¢ez la que m¨¢s le chifla es esta ¡°cerdita elegantota preparada para una cena bien fina¡±, aunque adem¨¢s le da un poco de p¨¢nico. ¡°?Te acuerdas de la La Matanza Canibal De Los Garrulos Lisergicos? Pues est¨¢ en sinton¨ªa. Gore y Galicia canibal y vikinga¡±. Mikel tambi¨¦n ha ca¨ªdo rendido a los encantos de esta ¡°cachucha elegante, arreglada, dispuesta a acudir a cualquier evento o fiesta de sociedad. No s¨¦ por qu¨¦ me ha recordado a Me llamas, la canci¨®n de Perales¡±. Que, por si hay por aqu¨ª menores de cuarenta a?os que no la conocen, rezaba as¨ª: ¡°Y te has pintado la sonrisa de carm¨ªn, y te has colgado el bolso que te regal¨®. Y aquel vestido que nunca estrenaste, lo estrenas hoy. Y sales a la calle, buscando amor". La encontramos en el Instagram de Caracochas.

7. Frankensteak (AKA esto del Minecraft se nos est¨¢ yendo de las manos)

¡°?sta me encanta porque es como un cerdo deconstruido¡±, dice Mikel, sin poder ocultar su entusiasmo. ¡°Se me enamora el alma con el detalle de la cinta transparente para sujetar las piezas, ejemplo de esa proverbial habilidad gallega para encontrar soluciones ingeniosas a los problemas m¨¢s dif¨ªciles¡±. Eso s¨ª, como reclamo comercial para vender las latas que lo rodean no lo ve mucho: ¡°yo no s¨¦ si me atrever¨ªa a acercarme¡±, reflexiona, ¡°parece una instalaci¨®n de Arco¡±.

8. W.T.F.P.I.G

?Por qu¨¦ a todas las cachuchas les gusta tanto el pelo de la Duquesa de Alba??Por qu¨¦ mola tanto la palabra ¡®cachucha¡¯? Mientras busco las respuestas a mis desvelos, Mikel tambi¨¦n sufre de lo suyo. ¡°Esto no s¨¦ lo que es exactamente. ?Un cerdo? ?Un perrito? ?Una cabra? ?Un animal mutante que ha huido de la isla del Doctor Moreau? En cualquier caso, las patitas metidas para dentro me inspiran mucha ternura¡±, suspira mientras pide a Sara Torreiro, la lectora que hizo llegar la imagen a nuestro mail, que le vaya tramitando la adopci¨®n.

9. MC Churrasco

A un paso de pedirme que deje este dislate y escriba mi en¨¦simo post sobre teor¨ªas de la fermentaci¨®n l¨¢ctica o perpetre otras verduras asadas, Mikel enloquece. ¡°No entiendo nada. ?Cu¨¢l es el mensaje?¡±, se pregunta mientras busca el blister de Soseg¨®n. ¡°?Que si bebes ese aguardiente (o vino, o lo que sea) vas a acabar as¨ª, transformado en hombre-cerdo borracho que quiere chuscarse a una barrica?¡±. Lo que de verdad le emociona ¡°es el pantal¨®n buzo gris combinado con chupa roja, que triunfar¨ªa en la Semana de la Moda de los Asesinos en Serie¡±. No te perdonaremos nunca habernos ense?ado esa foto, Xos¨¦ Ram¨®n Nov¨®a. Nunca.