La cervecera del a?o
Montseny gan¨® ayer el premio a la mejor cervecera en el Barcelona Beer Festival. ?Qu¨¦ la hace diferente? Viajamos al cuartel general de esta artesana pionera para descubrir su secreto.
?Una cervecera artesana en un pol¨ªgono industrial? Suena tan parad¨®jico como un huerto de nabos en Silicon Valley, pero es la realidad de la Companyia Cervesera del Montseny desde su fundaci¨®n en 2007. El panorama cuando te bajas en la estaci¨®n de tren de Seva (Barcelona) y te acercas andando a su f¨¢brica resulta igual de desolador que el de todos los parques de este tipo: en la lejan¨ªa se vislumbran los montes nevados que dan nombre a esta cerveza, pero todo lo dem¨¢s es an¨®nimo, semides¨¦rtico y, dig¨¢moslo claro, feo.
Muchas artesanas nacen en lugares parecidos, porque a pesar de lo que evoca su denominaci¨®n, este tipo de cerveza no la elaboran a mano venerables campesinos cerca de campos de cebada, ni la sacan de barre?os sonrosados mocetones para meterla en botellas con tapones de gaseosa. En Montseny, ganadora del premio a la mejor cervecera que concedi¨® ayer el Barcelona Beer Festival, esa fantas¨ªa buc¨®lica ha sido sustituida por una imagen m¨¢s dura: paredes de cemento, tuber¨ªas, gigantescos tanques de aluminio, embotelladora mec¨¢nica y almac¨¦n con cientos de cajas.
Sin embargo, el escenario no implica que la cerveza que se fabrica en ¨¦l sea menos pura. Ni peor. De hecho, cuando entras la nave, la nariz te dice que algo bueno est¨¢ pasando ah¨ª dentro. Es un olor reconfortante, a corteza de pan tostada. A cereal. A actividad humana primitiva y casi sagrada.
¡°La cerveza artesana no est¨¢ re?ida con la tecnolog¨ªa¡±, asegura el director de Montseny, Juli¨¤ Vall¨¦s, sentado en las oficinas de la planta. ¡°Al rev¨¦s, una buena tecnolog¨ªa te dar¨¢ un producto mejor. Los tanques isob¨¢ricos nos permiten embotellar ya con gas y no a?adir az¨²car. Filtramos algunos tipos de cerveza para eliminar los posos, porque una cerveza opaca con mucha levadura dentro no es mejor, sino menos apetecible. Y no por hacer cerveza artesana tenemos pasarnos cuatro d¨ªas para embotellar 3.000 litros a mano¡±.
Esta filosof¨ªa se combina con un respeto religioso al producto, que se compone de apenas cuatro ingredientes: maltas alemanas, l¨²pulos de Le¨®n y otros lugares, levadura y la muy famosa en Catalu?a agua del Montseny, macizo que sienta sus reales en tres comarcas de las provincia de Barcelona y Girona. ¡°Es ideal para hacer cerveza. No le tenemos que quitar nada¡±, explica Vall¨¦s.
Las birras m¨¢s populares de Montseny -Malta, Negra, Blat- son f¨¢ciles. Adecuadas para todo aquel que quiera abandonar la levedad de las rubias industriales y adentrarse en la jungla de las artesanas sin morir de amargura, de pastosidad o de sobredosis de l¨²pulo. ¡°N¨ªtidas¡±, como le gusta decir a Vall¨¦s. La Companyia tambi¨¦n factura otras ¡°para un p¨²blico m¨¢s exigente y atrevido¡±, como las de la serie Mala Vida, imperial stouts envejecidas en barricas de bourbon o brandy y enfocadas al mercado estadounidense. Los muy cerveceros las beber¨¢n con deleite. A los poco cerveceros les recordar¨¢n al petr¨®leo.
Con estos mimbres, Montseny se ha convertido en la cerveza artesana l¨ªder en su comunidad. Una de las pocas que se ve en casi todos los supermercados, y que incluso coloca sus tiradores en los bares de un territorio colonizado por la todopoderosa Damm.
Su prehistoria empez¨® a finales de los noventa, cuando Pablo Vijande, un estudiante de Qu¨ªmica de Barcelona entusiasta de la cerveza, se fue a aprender ingl¨¦s al Reino Unido. Trabaj¨® en la Wolf Brewery de Norfolk, y tras volver a casa, en 2006 entr¨® en contacto con Juli¨¤ Vall¨¦s, por entonces dedicado al sector el¨¦ctrico pero ya aficionado a experimentar con la cerveza casera. En una cena en Seva, localidad natal de Juli¨¤, y cuando ya llevaban unas cuantas birras encima, ¨¦ste pregunt¨®: ¡°?Y si montamos una microcervecera¡±. ¡°Pablo sab¨ªa que en Wolf Brewery vend¨ªa una maquinaria de segunda mano¡±, recuerda Vall¨¦s. ¡°Fundamos la empresa, buscamos otros socios inversores y la compramos¡±.
Entonces empez¨® una aventura empresarial rica en aciertos¡ y en errores. El boom de la cerveza artesana no hab¨ªa empezado en Espa?a, y en Montseny se vieron como alegres pioneros con un camino tirado por delante. ¡°Pens¨¢bamos que nos iban a quitar la cerveza de las manos. ?ramos tan chulos que no envas¨¢bamos en botellas de 33cl, sino de litro y de medio litro. Nos dimos cuenta de que la gente aqu¨ª no quer¨ªa ninguno de esos dos formatos, y tuvimos que pasarnos a los tercios. Tambi¨¦n sacamos una cerveza ¨¢cida, tipo l¨¢mbica, que no compr¨® casi nadie. Nos hemos equivocado muchas veces¡±.
El producto en s¨ª mismo tambi¨¦n entra?aba sus dificultades, como sabr¨¢ cualquier intr¨¦pido aventurero que lo haya intentado en casa. ¡°La cerveza es muy delicada. La nuestra no est¨¢ pasteurizada, y aunque el alcohol y el l¨²pulo act¨²an como conservantes, si no eres muy cuidadoso es f¨¢cil que te entre alguna bacteria y se acidifique. No sab¨ªamos mucho, y tir¨¢bamos un mont¨®n. Hemos pasado hasta tres d¨ªas abriendo 9.000 botellas y destruy¨¦ndolas una a una porque no estaban buenas. Y eso es muy duro¡±.
Vall¨¦s reconoce que la Montseny del principio era ¡°bastante peor¡± que la actual. La experiencia y las mejoras t¨¦cnicas elevaron el nivel, con la consiguiente respuesta del p¨²blico. Habiendo arrancado con una inversi¨®n de 200.000 euros, el a?o pasado facturaron 800.000 y conf¨ªan en rebasar el mill¨®n en 2016 (¡°aunque esto lo decimos desde hace dos a?os¡±, r¨ªe Vall¨¦s). Y todo sin perder su esencia de empresa en la que los trabajadores, ocho en la actualidad, son socios, ¡°unidos por la pasi¨®n cervecera¡±.
Aunque su volumen es todav¨ªa peque?o, y seg¨²n los c¨¢lculos de Vall¨¦s Damm puede multiplicar por 250 la producci¨®n de Montseny, la gran industria cervecera ya les mira de reojo. No han tenido ofertas de compra, pero les ¡°han venido a visitar¡±. Ha habido otros acercamientos menos amistosos: ¡°Nos han sacado de alg¨²n bar. Por ejemplo, en uno de Viladrau, una grande mejor¨® las condiciones para que quitaran nuestro grifo y pusieran el suyo. Ellos ofrecen su producto a muy buen precio, montan la terraza, decoran el bar y pagan dinero por adelantado. Es dif¨ªcil que el due?o se resista a eso, pero para un bar tener cerveza artesana es un valor a?adido. Y muchos cambiar¨¢n¡±.
Vall¨¦s ve con buenos ojos que las macrocerveceras intenten sacar productos que se acerquen al universo artesano. ¡°Significa que les importamos un poco. Que ven un futuro que va por ah¨ª¡±. Sin embargo, no se muestra demasiado entusiasta con lo que ha probado hasta ahora. ¡°No me gusta la Inedit", proclama sin miedo a que Ferran Adri¨¤ le lea el genoma creativo, "y la cerveza fresca esta que venden en los s¨²pers no tiene mucho valor a?adido¡±.
Si sigue creciendo, ?acabar¨¢ la Companyia Cervesera del Montseny convirti¨¦ndose en una grande? ?D¨®nde est¨¢ la frontera que separa una cervecera artesana de una industrial? ¡°Lo importante es c¨®mo haces el producto¡±, responde Vall¨¦s mientras me da a probar una negra que me alegrar¨¢ la tarde. ¡°Puedes crecer mucho, pero lo que te seguir¨¢ diferenciando es la materia prima. Nosotros no usamos cereales adjuntos como el arroz o el ma¨ªz, que lo que hacen es abaratar costes, sino que damos prioridad a la calidad. Una vez tenemos un buen producto, marcamos el precio. Las grandes cerveceras funcionan al rev¨¦s: se fijan unos beneficios para el a?o que viene, y tienen que llegar s¨ª o s¨ª haciendo lo que haga falta¡±.
EL MOMENTO M?S FELIZ
Al Barcelona Beer Challenge, concurso convocado por el Barcelona Beer Festival, se presentaron 143 marcas de pa¨ªses como Espa?a, Italia, B¨¦lgica, Canad¨¢, Holanda, Reino Unido o Estados Unidos. Pero fue la Compa?¨ªa Cervesera del Montseny la que se llev¨® el premio a mejor cervecera en los galardones que se entregaron ayer, d¨ªa de cierre del festival, batiendo a potencias de primer nivel como BrewDog o Brooklyn Brewery.
40 jueces cataron y puntuaron 511 cervezas de todos los estilos. De entre todas las cerveceras que presentaron m¨¢s de tres, Montseny fue la que obtuvo una media de puntuaci¨®n m¨¢s alta, y por eso se alz¨® con el ¨²nico premio gen¨¦rico de la competici¨®n. Adem¨¢s, sus cervezas Mala Vida y Mala Vida Xili ganaron el oro en la categor¨ªa Russian Imperial Stout y en la de cervezas con especias, hierbas o vegetales respectivamente. En la de cervezas envejecidas en barrica se llevaron el oro y la plata con la Mala Vida Bourbon y la Mala Vida Brandy. Y en el apartado de American IPAs, la plata con la Aniversari.
¡°Es un reconocimiento enorme. El momento m¨¢s feliz de la historia de Montseny¡±, asegura Juli¨¤ Vall¨¦s. ¡°Cuando me lo dijeron se me puso la piel de gallina. Nos hab¨ªamos presentado a dos concursos m¨¢s y nunca nos hab¨ªan dado nada. Esperemos que nos ayude a exportar¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.