C¨®mo conseguir un bacon crujiente (y otros trucos panceteros)
Igual no te vas de vacaciones, pero sonr¨ªe: puedes montarte un desayuno buf¨¦ con bacon en un momento. Aqu¨ª unos cuantos consejos para no manchar la cocina y disfrutar a tope de este manjar porcino.
No lo negu¨¦is. Seguro que -igual que yo- sois de los que cuando vais de hotel con desayuno buf¨¦ os pon¨¦is hasta las trancas, arrampl¨¢is con todo y tom¨¢is el caf¨¦ mientras por el rabillo del ojo control¨¢is que no se acaben los huevos revueltos. Nunca desayunas fruta pero ese d¨ªa llenas el plato de kiwis cortados y rajas de mel¨®n porque ¡°total, me lo van a cobrar igual¡± y ¡°as¨ª luego al mediod¨ªa nos tomamos un pinchito y vamos aviados¡±. Acabas haciendo una mezcla de desayuno continental, americano y por qu¨¦ no, full english breakfast y pruebas hasta los ri?ones con alubias.
Si t¨² tambi¨¦n valoras m¨¢s la calidad del desayuno que la comodidad de la cama y buscas opiniones de hotel en las que detallen algo m¨¢s all¨¢ del ¡°muy bueno y muy abundante¡±, estar¨¢s de acuerdo en que no hay nada m¨¢s decepcionante que las tiras de bacon chuchurr¨ªas. ?sas que sirven recocidas en su jugo dentro de una fuente de aluminio con tapa, ay. Semejante desgracia nunca ocurrir¨¢ si montas tu propio buf¨¦ en casa d¨¢ndote el lujo de desayunar crujiente.
Ya lo llamemos bacon con su graf¨ªa y pronunciaci¨®n inglesas, beicon, bac¨®n (versiones espa?olizadas que admite la ¨ªnclita Real Academia) o castizamente panceta, hablamos del tocino entreverado con magro que se encuentra bajo la piel del cerdo. Habitualmente curado, ahumado o adobado con piment¨®n u otras especias, sabe a n¨¦ctar y ambros¨ªa a la plancha. Lo malo no es s¨®lo que engorde, sino que al fre¨ªrlo montas un zafarrancho de a¨²pa en la cocina. Vayan pues aqu¨ª tres trucos para aquellos que no conciben un desayuno de pr¨ªncipes sin su tocineta.
En la sart¨¦n
El m¨¦todo m¨¢s sencillo y el que primero nos viene a la cabeza cuando hablamos de bacon. Como no estamos haciendo torreznos de Soria, no hace falta aceite. Elegid la panceta del grosor que m¨¢s os guste, pero tened en cuenta que cuanto m¨¢s gruesa sea la loncha, m¨¢s tardar¨¢ en fre¨ªrse y con un fuego m¨¢s suave, para que el interior no se quede blando. Lo de quitar las ternillas y la fina capa de corteza lo dejo a vuestra elecci¨®n, pero si la dej¨¢is, hacedle unos peque?os cortes transversales a lo largo de la tira para que no se enrosque.
Lo mejor es empezar con una sart¨¦n grande, plana y fr¨ªa. Colocamos las lonchas de bacon dentro (no importa que se toquen entre s¨ª porque luego encoger¨¢n) y calentamos el fog¨®n a media potencia, volteando las lonchas de vez en cuando con unas pinzas largas. En caso de que el mandil y los guantes no os basten como protecci¨®n, es recomendable usar una pantalla anti-salpicaduras. Cuando est¨¦n doradas a nuestro gusto, se sacan de la sart¨¦n coloc¨¢ndolas sobre un plato cubierto con un par de capas de papel absorbente.
El truco viene ahora: si no quer¨¦is salpicar paredes y techo, lo mejor es usar agua. Aunque parezca rid¨ªculo, teniendo en cuenta que la grasa y el agua se llevan a matar, este m¨¦todo funciona. Se tata de cubrir el fondo de la sart¨¦n con agua despu¨¦s de haber puesto el bacon en ella. Despu¨¦s se calienta a fuego alto para evaporar el agua y una vez que ya no queda nada de ella, se baja la potencia para cocinar la panceta seg¨²n las instrucciones anteriores. As¨ª hay much¨ªsimas menos salpicaduras, queda menos olor en la cocina y el bacon no se enrosca tanto, quedando perfectamente frito y crujiente.
En el horno
Si en casa hay m¨¢s de dos comensales es posible que necesit¨¦is una maxi-sart¨¦n o fre¨ªr en varias tandas, con el consabido hartazgo (m¨¢s posterior pestazo) para el cocinero y las quejas porque en el ¨ªnterin las primeras remesas se quedan fr¨ªas. Entonces lo mejor es tirar de horno, santo electrodom¨¦stico que nos permitir¨¢ hacer m¨¢s cantidad en una sola vez, sin olor y sin peligro de muerte por salpicaduras.
Tan s¨®lo hay que precalentar el horno a 200 ?C, cubrir la bandeja con papel de aluminio o para horno y colocar encima las lonchas de bacon. Se mete la bandeja y a partir de 12 minutos se va echando un ojo a ver c¨®mo va nuestro manjar. Para tiras de 3mm de grosor 15 minutos son perfectos. Al rev¨¦s que en la sart¨¦n, el tostado es uniforme y se pierde quiz¨¢s la gracia de que haya ¨¢reas m¨¢s torradas que otras, pero queda crujiente y de sabor pr¨¢cticamente igual.
En el microondas
En caso de que necesit¨¦is solamente un par de lonchas o quer¨¢is el bacon para un s¨¢ndwich o ensalada, el m¨¦todo del microondas os puede funcionar. Se cubre un plato grande o fuente resistente al calor con tres capas de papel absorbente, se ponen las lonchas encima, juntas pero no amontonadas, y se ponen encima otras dos capas de papel, apretando un poco. A m¨¢xima potencia un minuto por cada loncha que tengamos en el plato. Lo bueno es que el papel empapa casi el total de la grasa exudada por la panceta, pero lo malo es que la textura conseguida es muy diferente a la normal. Queda un poco seco y duro aunque perfecto para trocear y a?adir a una ensalada C¨¦sar o a ¨¦sta con patatas y romero.
Aunque parezca mentira, hay gente a la que no le gusta la panceta frita. Sin embargo s¨ª que se animan a utilizarla en recetas de cocina como la pasta carbonara, quiches variadas u hortalizas rellenas. Los lardones, esas peque?as tiras de bacon que se venden ya cortadas, cuestan un ojo de la cara y se echan a perder con facilidad si no las usas. Por eso lo mejor es comprar lonchas gruesas de panceta curada, de entre 5 y 10 mm de grosor, y congelarlas puestas unas encima de otras bien envueltas. Su alto porcentaje en grasa hace que se corten f¨¢cilmente incluso estando congeladas, y siempre que necesitemos unos trozos podremos desenvolver el paquete y cortar tiras transversalmente. El bacon aguantar¨¢ perfectamente en el congelador haci¨¦ndonos felices durante al menos tres meses.
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