Cuando la locura toma TripAdvisor
Cr¨ªticas de comida que no hablan de comida, pataletas, argumentos marcianos y ajustes de cuentas: buceamos por la cara oscura de TripAdvisor y hablamos con restaurantes que nos cuentan su experiencia.
Es una de las webs de cr¨ªticas m¨¢s populares y a la vez controvertidas: muchos restaurantes la odian y otros tantos ans¨ªan su certificado de excelencia. M¨¢s all¨¢ del debate, hay un hecho incuestionable: a veces, TripAdvisor es un delirio. Y de los buenos. La facilidad con la que cualquiera puede escribir una cr¨ªtica salvaje desde el anonimato ha generado en la cara B de esta plataforma una subcultura de la rabia alimentada por la venganza. El todo vale.
Por supuesto que hay cr¨ªticas constructivas, pero bajo esa fina capa de verdad y sensatez opera el cliente encabritado, siempre dispuesto a vomitar los juicios m¨¢s absurdos para desquitarse. Bienvenidos a la deep web de TripAdvisor. Y quien quiera argumentos, que se vaya a otro sitio.
El club de la pataleta
En TripAdvisor la venganza es un plato que se sirve caliente. Quemando. Y se tira directo a la cara. Son las cr¨ªticas escritas con los ojos inyectados en sangre: hablan poco o nada de cocina, se ata?en a cuestiones personales, bordean el insulto¡ y suelen ser descacharrantes. Jordi Palomino, del restaurante barcelon¨¦s Bar del Pla, nos habla de un caso t¨ªpico de critica revanchista: ¡°Una vez ten¨ªamos el restaurante lleno, y lleg¨® una se?ora con un ni?o en un carrito. Solo pod¨ªamos acomodarla en unos taburetes altos, los ¨²nicos sitios vac¨ªos, y se quej¨® porque all¨ª no pod¨ªa comer con un cr¨ªo. Al d¨ªa siguiente puso en TripAdvisor que era un insensible, que no sab¨ªa lo que es tener hijos¡ Resulta que tengo dos.¡±
En verano de 2015, la chef de Macarena de Castro puso en su sitio a una ejecutiva bancaria que aseguraba que la comida del restaurante de Mallorca, Jard¨ªn (una estrella Michel¨ªn), era una estafa. La propia chef respondi¨® en la web que el enfado de la se?ora podr¨ªa deberse no tanto a la comida, sino a que se bebi¨® hasta el agua de los floreros, pidi¨® un gin tonic gratis que no le fue concedido y tuvo que devolver una pieza decorativa que hab¨ªa sisado, antes de ponerse a roncar en el sof¨¢ de la entrada del restaurante. La ejecutiva vengativa elimin¨® la cr¨ªtica de la web, doblegada por el zasca.
TripAdvisor rebosa cr¨ªticas de gente encabronada que se cree con derecho a copazos gratis y agasajos de los chefs, como si todo estuviera incluido en el men¨² degustaci¨®n. Al cocinero medi¨¢tico m¨¢s le vale estar preparado para salir de las bambalinas cuando lo requiera el comensal. Da igual que algunos confundan el plat¨® de Masterchef con el restaurante ?bac. Si eres Jordi Cruz y no saludas o te haces la foto, la ira de algunos se cebar¨¢ con tu restaurante. ?La comida? A qui¨¦n le importa esa menudencia.
El restaurante asi¨¢tico Momos, en el barrio barcelon¨¦s de Gr¨¤cia, tambi¨¦n ha recibido guantazos v¨ªa TripAdvisor de egos ultrajados. Su propietario, Jordi Brau nos habla de un cl¨¢sico: el que no encuentra mesa y entra en modo diva. ¡°Me llam¨® una se?ora para reservar, y le ped¨ª que llamara m¨¢s tarde porque est¨¢bamos hasta el cuello de trabajo. Se puso como una fiera, me dijo que me acordar¨ªa de aquello. Al d¨ªa siguiente puso una cr¨ªtica en TripAdvisor diciendo que hab¨ªa llamado varias veces ¨Csolo hab¨ªa llamado una¨C y dando a entender que en mi restaurante el trato era p¨¦simo.¡± Brau se ha encontrado con bastantes clientes que emplean mantras como ¡°no sabes qui¨¦n soy¡± o ¡°te voy a hundir el negocio¡±, y ejecutan su amenaza en TripAdvisor a golpe de delirio de grandeza.
No obstante, este tipo de quejas por no encontrar sitio siempre te ofrecen un lado hist¨¦rico e involuntariamente c¨®mico. Hay marcianos en la Tierra y han aterrizado hace muy poco. Solo as¨ª puede explicarse que alguien se plante en el restaurante Azurmendi sin reserva y le ponga la peor puntuaci¨®n, contando adem¨¢s sin pudor que ni lo ha probado porque no ha encontrado sitio. Adem¨¢s, qui¨¦n necesita un vulgar tres estrellas Michel¨ªn cuando tiene un asador a tiro de piedra. Puro Berlanga.
El club del gourmet
Aparte de la cofrad¨ªa de la pataleta, hay otra facci¨®n cuyas cr¨ªticas tambi¨¦n divierten con especial intensidad al sector. Son los comentarios de expertos en cocina que no tienen ni repajolera idea de cocina. Por alguna raz¨®n insondable, algunos se sienten imbuidos por el esp¨ªritu de Antoine Ego, el temido cr¨ªtico de Ratatouille, cada vez que entran en TripAdvisor. Y se crecen en el momento de emitir juicios gastron¨®micos, aunque tengan la precisi¨®n de una escopeta de feria.
¡°Una vez, alguien puso una cr¨ªtica diciendo que nuestro crujiente de rabo de buey, que tiene un tono muy oscuro, estaba quemado¡±, dice Jordi Palomino. ¡°La realidad es que no ten¨ªa ni idea de lo que era ese plato, pero al verlo tan oscuro, pues nada, el tipo escribi¨® que estaba quemado y ah¨ª se qued¨®.¡±
No son pocos los que van a restaurantes de alt¨ªsimos vuelos y se alarman ante los precios y el aspecto indescifrable de la comida. Y nos lo hacen saber. Como los que visitan Akelarre para descubrir al mundo que es un sitio caro -vaya novedad- y que ¡°todo es a base de polvo de gambas y dem¨¢s¡±. La sublimaci¨®n del concepto ¡®informaci¨®n ¨²til¡¯.
Los m¨¢s entra?ables, sin embargo, son los cr¨ªticos suicidas; kamikazes que se atreven a hablar de restaurantes con estrellas Michel¨ªn como si fueran bocater¨ªas de carretera secundaria. Son los punks de TripAdvisor, gastr¨®nomos antisistema de aqu¨ª te pillo aqu¨ª te mato que comen en Mugaritz y se quedan a gusto comparando uno de los platos estrella de Andoni Luis Aduriz con un zurullo canino.
En un estrato m¨¢s intelectual, est¨¢n los escritores rom¨¢nticos en pleno ¨¦xtasis creativo; plumas intensas que le dedican una carta ampulosa de desagrado a Mart¨ªn Berasategui. Pero a ¨¦l directamente, tute¨¢ndole, como si mantuvieran una relaci¨®n epistolar, y con una condescendencia tronchante. Reconforta saber que Berasategui es ¡°bueno, pero ni mucho menos el mejor. Ni segundo, ni tercero. El 20 quiz¨¢s¡±.
Ya puestos, incluso hay radicales que se pasan por el Celler de Can Roca y en lugar de hablar de la comida rara y facturas explosivas, nos intentan convencer -qui¨¦n sabe si bajo los efectos de alg¨²n opi¨¢ceo- de que el restaurante de Girona es una barraca insalubre donde se sirven platos con moscas y te atacan cucarachas mutantes en el v¨¢ter. Humor del bueno.
El club del prejuicio
Seguramente, el lector habr¨¢ esbozado alguna sonrisa de ternura, pero en TripAdvisor no todos los delirios se prestan a la chanza. De hecho, hay cr¨ªticas que te hacen perder los pocos gramos de fe en el ser humano que te quedaban. Raquel Blasco, del restaurante Casa Xica de Barcelona, consigui¨® que la web eliminara una cr¨ªtica que les acusaba de forma irrespetuosa de ¡°tener un actitud de catalanes muy catalanes¡±, entre otras lindezas. ¡°La carta del restaurante estaba en catal¨¢n y se la tradujimos amablemente, pero no sirvi¨® de nada¡±, asegura Raquel.
En marzo, El Comidista se hizo eco de una cr¨ªtica demencial dedicada al restaurante La Berenjena, de la ex concursante de Top Chef, Rebeca Hern¨¢ndez. La autora se lamentaba de que solo hab¨ªa mujeres en el comedor e insinuaba que el local parec¨ªa poco menos que un apocalipsis l¨¦sbico. La chef tuvo que ponerla en solfa.
La respuesta de Rebeca Hern¨¢ndez ayud¨® a que trascendieran los hechos en los medios, pero hay un mont¨®n de restaurantes no tan conocidos que deben lidiar con estas muestras de odio en las tinieblas de Tripadvisor. Los trabajadores con tatuajes suelen ser los blancos favoritos, como bien podr¨ªa contarnos la camarera de La Divina de Castellana, sometida a juicio sumar¨ªsimo por culpa de un tattoo.
El club de la psicodelia
Tambi¨¦n en las celdas acolchadas de TripAdvisor hay sitio para toda suerte de patolog¨ªas. Hay clientes que, borrachos de creatividad por el bombeo de adrenalina, se convierten en escritores y postean sus relatos fant¨¢sticos despu¨¦s de alg¨²n desencuentro. Jordi Brau se ha cruzado con alguno: ¡°Al menos te avisan. Son los que te dicen que te van a hundir y luego se inventan novelas. Cualquier detalle, un cubito de hielo que no es de su agrado o la cantidad de langostinos de un plato, les sirve para escribir ciencia ficci¨®n. Y algunos son muy buenos.¡±
En ocasiones, el traductor autom¨¢tico de TripAdvisor -una aplicaci¨®n de lo m¨¢s guasona- se suma al frikismo de la cr¨ªtica, y florecen experimentos literarios de corta y pega que volver¨ªan loco a William S. Burroughs. Como esta cr¨ªtica del restaurante Alinea, en la que su autor se sorprende con las espumas, las jaleas y las texturas, y deja caer de paso que est¨¢ forrado¡ El traductor se encarga de redondear el gag.
Y eso no es nada. Existen casos de surrealismo todav¨ªa m¨¢s extremos dispuestos a derretirte el cerebro. Hay visionarios ah¨ª fuera que van a los restaurantes con m¨¢s cr¨ªticas negativas de Tripadvisor para advertirnos en TripAdvisor de que, efectivamente, son sitios terribles. Y lo explican como si hubieran descubierto una conspiraci¨®n y les debi¨¦ramos la vida.
En este festival del dislate, un nuevo perfil de opin¨®logo absurdo asoma la patita y abandera una nueva tendencia paranormal de la que nos alertaba Mikel Iturriaga en su cuenta de Twitter: dejar constancia en TripAdvisor de que no puedes opinar de un restaurante porque estaba cerrado. Perder 10 minutos de tu vida para explicar que no puedes explicar nada. El universo TripAdvisor engull¨¦ndose a s¨ª mismo. Implosionando. Definitivamente, en las cloacas de esta web el cliente siempre tiene la sinraz¨®n.
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