Tele sin religi¨®n y con mucha comida
Samurais gourmets, bichos en la alta cocina o los viajes de Anthony Bourdain: si lo tuyo no son las procesiones, aqu¨ª tienes varias alternativas gastrotelevisivas para disfrutar desde el sof¨¢.
La Semana Santa no tiene por qu¨¦ ser un calvario. Para empezar, hay torrijas -?al cielo con ellas!-, motivo m¨¢s que suficiente para celebrar esta ¨¦poca del a?o. Y tenemos tambi¨¦n m¨¢s tiempo libre y la primavera, claro. Lo que ya repite un poco, sin embargo, es la programaci¨®n. Que no digo yo que Marcelino, pan y vino o Los diez mandamientos no sean cl¨¢sicos. Pero, hombre, hay vida m¨¢s all¨¢ de Ben-Hur. No cito La vida de Brian porque son malos tiempos para enaltecer el humor. Pero desde El Comidista nos gusta siempre mirar el lado brillante de la vida. Y como esto va de comer, ah¨ª van unos gastroplanes para sacudirse desde el sof¨¢ tanta penitencia y tanto latigazo injustificado. Y adem¨¢s a un precio asequible: todas nuestras propuestas est¨¢n sacadas de plataformas como YouTube, Filmin, Netflix, Movistar o HBO.
Dejando claro que Ben-Hur se llev¨® 11 estatuillas, a lo mejor lo que les apetece estos d¨ªas, entre torrija y torrija, es ver algo diferente a una carrera de cuadrigas. En ese caso, pueden optar por Chocolat. Un cuento protagonizado por Juliette Binoche y Johnny Depp donde la expresi¨®n ¡°a nadie le amarga un dulce¡± cobra todo el sentido del mundo. Si ya la han visto, no digan nada. Para el resto: solo f¨ªjense en el atuendo de Vianne Rocher (Binoche) y su hija peque?a cuando llegan a la localidad de Lansquenet para abrir una chocolater¨ªa. ?M¨¢gico, verdad? La tienen en YouTube por 2,99 euros.
Filmin es algo m¨¢s barato: por 1,95 pueden ver varios t¨ªtulos del apartado de cocina y gastronom¨ªa. Y a¨²n a riesgo de que me los tiren a la cara, quiero recomendarles Tomates verdes fritos -?al cielo tambi¨¦n con Kathy Bates!- donde siempre se puede aprender algo de cocina sure?a. O Comer, beber, amar, del director Ang Lee. Por si acaso no la han visto: la pel¨ªcula narra la vida de Chu, un chef de Taipei (China), viudo y con tres hijas a las que obsequia con pantagru¨¦licos men¨²s para ver si as¨ª dejan de darle disgustos. Pero ni por esas. La cinta es un continuo ir y venir de platos humantes que har¨¢n, sin duda, que alguno de ustedes descuelgue el tel¨¦fono para pedir comida asi¨¢tica. Aunque si ven Como agua para chocolate lo que les apetecer¨¢ ser¨¢ otra cosa. Por ejemplo, preparar su famoso plato de codornices -no apto para card¨ªacos ni para vegetarianos- que, seguramente y a estas alturas, ya habr¨¢n visto. Cocinado. Y disfrutado. Pero, oye, es una receta ideal para soltarse la melena tras estos d¨ªas de Cuaresma, ?no creen?
Si nada de esto les convence, podemos ponernos serios. Y hablar de Oro negro. Un documental muy necesario, que encontrar¨¢n tambi¨¦n en Filmin, y que muestra los esfuerzos tit¨¢nicos que tienen que hacer las cooperativas en Etiop¨ªa para conseguir un precio justo para su caf¨¦. La localizaci¨®n no es casual. El caf¨¦ et¨ªope es uno de los mejores del mundo como demostr¨® la guerra que este pa¨ªs libr¨® contra Starbucks a comienzos del siglo XXI por los derechos de utilizaci¨®n de la denominaci¨®n de origen de algunas de sus especies de caf¨¦ m¨¢s prestigiosas como el Sidamo. El gobierno et¨ªope le exig¨ªa al gigante norteamericano que reconociera lo obvio y m¨¢s justo: que el caf¨¦ et¨ªope que vend¨ªa era, eso mismo, caf¨¦ et¨ªope. Algo que, finalmente, logr¨® en 2007 gracias a un acuerdo con esta compa?¨ªa y a la presi¨®n de Oxfam Interm¨®n.
Otro documental que no deben perderse es Sour Grapes, en Netflix. O lo que es lo mismo: la recreaci¨®n del mayor fraude de la historia del vino llevado a cabo por Rudy Kurniawan. Un ciudadano indonesio de origen chino que copiaba vinos caros en la cocina de su casa de Arcadia (California). Y que estaf¨® con este m¨¦todo a varios coleccionistas de lujo y esnobs, en general. Se calcula que lleg¨® a amasar 2,5 millones de d¨®lares [algo m¨¢s de dos millones de euros] vendiendo solo vino falso de Borgo?a.
Kurniawan fue detenido en 2012 y condenado despu¨¦s a 10 a?os de prisi¨®n. ?C¨®mo logr¨® timar ese tipo ¡°delgado y friki¡±, como le describen en la cinta, a todos estos supuestos en¨®logos? F¨¢cil: muchos de estos vinos rara vez se descorchan y, por lo tanto, no se catan. ?C¨®mo consiguieron desenmascararle? Para saberlo tendr¨¢n que ver mejor este documental que, ya les digo, no tiene desperdicio. Y otra recomendaci¨®n de ese canal que merece mucho la pena. En este caso en forma de serie: The Mind of a Chef.
Anthony Bourdain entra hasta el fondo de la mente de diferentes cocineros internacionales para mostrarnos sus ra¨ªces y c¨®mo aprendieron sus t¨¦cnicas. Pueden aprovechar estas mini vacaciones para ponerse al d¨ªa: en Netflix est¨¢n las tres primeras temporadas donde se explora la psique de los chefs David Chang, Sean Brock, April Bloomfield, Edward Lee y Magnus Nilsson. Sin duda, un viaje fascinante. Y si quieren aprender de m¨¢s artistas de la cocina apunten esta otra serie recomendad¨ªsima: Chef's Table desmenuza en cada cap¨ªtulo la vida y arte de un cocinero. Lo que esconde cada plato y tambi¨¦n lo que hay detr¨¢s del mandil. En el men¨²: Massimo Bottura, Dominique Crenn, Ana Ros o Virgilio Mart¨ªnez, entre otros muchos. Lamentablemente, hasta ahora no ha aparecido ning¨²n chef espa?ol. Mientras eso llega, pueden deleitarse con la versi¨®n francesa, que la hay: Alain Passard, Adeline Grattard o Michel Troisgros son algunos de los que cuentan su historia.
Para los muy carn¨ªvoros tenemos Steak Revolution: un documental que desvela todos los secretos de la carne de la mano de chefs, granjeros y otros expertos que nos ayudar¨¢n a identificar el mejor filete y conocer mejor los entresijos del sector. Ahora que se avecina la temporada de barbacoas, quiz¨¢s, no sea un mal plan. Pero si prefieren algo m¨¢s ligero como la gastronom¨ªa japonesa no pueden perderse estos dos mangas: Midnight Diner: Tokyo Stories y Samurai Gourmet. Los tienen tambi¨¦n en el cat¨¢logo de Netflix y son una absoluta genialidad.
El primero narra la atm¨®sfera que se crea entre los distintos comensales de un restaurante que solo abre de noche. ?Como los protagonistas de Clerks? ?S¨ª? Pues algo as¨ª, sin tanto loco. Y el segundo que les recomiendo -el gourmet samur¨¢i- es, en apariencia, una ida de olla considerable. Pero en esencia es una f¨¢bula maravillosa. Ver¨¢n. Takeshi Kasumi es un jubilado que ha dedicado toda su vida a cuidar su alimentaci¨®n y a hacer lo que se supon¨ªa que deb¨ªa hacer. Hasta que una tarde paseando decide comer y beber lo que le apetezca en cada momento; sin mirar si es sano o si es una hora apropiada para darse a la bebida. El asunto es que, al liberarse, despierta a su guerrero interior (signifique lo que signifique esto ¨²ltimo). Y empieza, por fin, a vivir como le da la gana. Una f¨¢bula, ya les digo, que nos ense?a a redescubrir el placer de la comida y, qu¨¦ demonios, de la libertad. ?Mola o no mola?
Y para est¨®magos fuertes, un men¨² diferente: en el canal de Movistar se puede ver Bichos de alta cocina. La sinopsis es como se imaginan: el equipo del laboratorio gastron¨®mico del resturante NOMA, de Copenague, recorre diferentes pa¨ªses en busca de las mejores recetas elaboradas con bichos como principal ingrediente. Visitan Europa, Australia, M¨¦jico, Kenia o Jap¨®n en busca de los platos m¨¢s exquisitos hechos con termitas reinas, hormigas del desierto, avispones gigantes o saltamontes de cuernos largos. Seg¨²n dijo la FAO en 2013, comer escarabajos es sostenible, barato y nutritivo. Pero, miren, qu¨¦ quieren que les diga, prefiero las torrijas.
Imagino que se habr¨¢n quedado con mal sabor de boca, as¨ª que ah¨ª va una ¨²ltima recomendaci¨®n para estos d¨ªas de penitencia: en HBO tienen Los Soprano. Para m¨ª la mejor serie de la historia y con la que podr¨¢n disfrutar, por ejemplo, de unos ziti al horno, un pollo a la cacciatore o unos cannoli. El postre tambi¨¦n de El Padrino. Pero Los Soprano es algo m¨¢s que una serie sobre la mafia. Eso s¨ª, si se deciden a verla h¨¢ganlo mejor con el est¨®mago lleno. Yo la vi despu¨¦s de dejar de fumar y todav¨ªa me estoy quitando los kilos que cog¨ª imitando alguna de sus recetas. Si les interesa, en Amazon tienen el recetario completo de esta trama. O si son fans de Friends, el de Friends. Con la lasa?a de Monica, el bocata de alb¨®ndigas de Joey o la tarta de queso de Chandler. D¨¦nles las gracias a Valentina Morillo y Daniel L¨®pez, que se pegaron el cuuuurrazo de revisar y anotar cada plato que sal¨ªa en esta m¨ªtica ficci¨®n. La serie, por cierto, se puede rememorar en Netflix. Buen provecho.
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