Arroz meloso con acelgas

Tengo la ligera sospecha de que en anteriores reencarnaciones fui monja de clausura o similar, porque no me puede gustar m¨¢s la cocina estilo convento. Me refiero a esos platos viejunos y cuaresmales que bajo su aspecto asc¨¦tico esconden los m¨¢s lujuriosos placeres gastron¨®micos, ya que saben sacar el m¨¢ximo partido a ingredientes ultrapobres.

La combinaci¨®n de arroz y acelgas es muy t¨ªpica de la Comunidad Valenciana, donde se denomina arr¨®s amb bledes. Yo lo enmarco en el tipo de guisos monacales que me hace levitar cual Santa Teresa en ¨¦xtasis.El cereal inundado del sabor de la verdura, la textura cremosa y el aroma del ajo y el aceite de oliva perfum¨¢ndolo todo conforman una experiencia tan simple, casera y aut¨¦ntica que podr¨ªa reconfortar a un zombie de The Walking Dead.

Aviso desde ahora que mi forma de prepararlo, bastante an¨¢rquica, seguramente no respeta ni los c¨¢nones regionales valencianos ni los de la cocina conventual: tampoco pretende sentar c¨¢tedra sobre ellos. Lo digo en previsi¨®n de los posibles ataques de los defensores del aut¨¦ntico arroz con acelgas de las madres concepcionistas franciscanas de Valencia, que seguro que est¨¢n al acecho con el cilicio puesto preparados para fustigarme por mis herej¨ªas culinarias.