Morcilla de verano

Confieso que la primera vez que o¨ª hablar de la morcilla de verano me vino a la cabeza una morcilla en bikini tom¨¢ndose un daiquiri al lado de una piscina, y me pareci¨® una imagen bastante divertida. Pero la realidad, un plato t¨ªpico de Murcia, sencill¨ªsimo y tan bueno que podr¨ªas fundirte dos barras de pan untando sin darte ni cuenta, consigui¨® superar a la ficci¨®n.

Se trata de un picadillo de berenjena y cebolla en proporciones bastante parecidas, aderezado con sal, pimienta y el or¨¦gano que caracteriza las morcillas de la zona. Los pi?ones le dan un rico sabor tostado y una textura muy agradable al mordisco, consiguiendo un plato con un sabor muy profundo y sorprendente.

Dir¨ªa que la receta que prob¨¦ -en un bar al que fui a parar de casualidad y cuyo nombre no recuerdo- lleva bastante m¨¢s aceite que la que proponemos hoy, y nada de vino blanco (y mi digesti¨®n lo not¨®). Las que he encontrado en internet est¨¢n divididas: algunas llevan y otras no, pero a m¨ª me gusta m¨¢s con, porque te ahorras aceitazo y le da un fondo de sabor interesante.

No hace falta mucho m¨¢s que el pan que coment¨¢bamos antes -y una copa de tinto o una cerveza, ya puestos- para disfrutar de este aperitivo. Pero si te sobra puedes darle un mont¨®n de buenos usos: en bocadillo con queso fundido es una maravilla, con arroz o quinoa y un huevo a la plancha, delicioso, y tambi¨¦n puede servir para acompa?ar pasta, como guarnici¨®n para una crema de verduras o de relleno para unos champi?ones. M¨¢s vers¨¢til, imposible.