Milanesas a la napolitana

No obstante, confesar¨¦ que hace ya un tiempo, cuando mi amigo Jordi Sarri¨®n regres¨® de su intercambio de estudios en Buenos Aires y me descubri¨® esta receta, yo tambi¨¦n ca¨ª en el error de transportarme hasta el mism¨ªsimo Duomo di Milano. ?O era hasta la Piazza del Plebiscito de N¨¢poles? Sea como fuere, lo cierto es que esta receta -aunque naci¨® al otro lado del charco- une lo mejor de la tradici¨®n culinaria de norte y sur de nuestro pa¨ªs vecino, con permiso del mar Mediterr¨¢neo. Mil¨¢n aporta la base, es decir, la ternera rebozada que recuerda a la archiconocida cotoletta: carne empanada, generalmente de vacuno, frita en mantequilla. N¨¢poles, por su parte, pone la tradici¨®n gastron¨®mica italiana en su m¨¢ximo esplendor: la passata di pomodoro (salsa de tomate) y la mozzarella di buffala, base de su pizza m¨¢s tradicional: la Margarita (por eso la receta tambi¨¦n es conocida como ¡°milanesas a la pizza¡±). La principal diferencia entre la preparaci¨®n argentina de la carne empanada es que esta se fr¨ªe en aceite.

Uno de los motivos que me ha empujado a compartir esta receta es mi pasi¨®n por los sabores italianos y la segunda -ah¨ª va otra confesi¨®n- es que soy un estudiante m¨¢s de esos que viven en un piso compartido en que -con permiso de la pasta- los fritos, el queso (derretido) y la salsa de tomate son una religi¨®n, una especie de semidioses que habitan de forma indefinida en nuestras despensas y neveras. Lo cual, como ver¨¦is, no tiene porque estar re?ido con el buen comer.

Aunque la receta que voy a compartir es bastante fiel a la original, no deja de ser un plato que admite multitud de variaciones. Empezando por la carne: yo he optado por ser fiel a la tradici¨®n usando ternera pero tambi¨¦n quedan muy ricas con lomo de cerdo, y puedes probar a hacerlas en su versi¨®n vegetariana con berenjena o prote¨ªnas vegetales como el seit¨¢n. Para la salsa de tomate he usado esta ultrar¨¢pida que publicamos el a?o pasado, pero pod¨¦is tirar perfectamente de la receta de vuestra abuela o -si os invade la pereza- optar por una salsa de tomate industrial de calidad. Si el combo frito-tomate-gratinado no te parece suficiente, tambi¨¦n puedes a?adir una loncha de jam¨®n cocido entre la salsa y el queso o rematar la jugada con unas alcaparras o unas aceitunas picadas finitas. En definitiva -y rezando para que no me proh¨ªban la entrada a Buenos Aires- puedes hacer tantas versiones como te permita la imaginaci¨®n.

Como guarnici¨®n, los spaghetti alla bolognesa -no entiendo muy bien por qu¨¦- son un habitual acompa?ante de las milanesas en muchos restaurantes, pero si no quieres complicarte demasiado, puedes aprovechar que ya has encendido el horno para hacer estas patatas r¨²sticas de nuestra editora M¨°nica Escudero. ?Y ahora s¨ª, a cocinar!

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